Gaspar, el delfín asesino de La Coruña

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La sección de Mundo Natural de Informe Insólito viaja de nuevo a tierras gallegas. Y es que muchas de las historias contadas anteriormente en nuestra sección han tenido lugar en esta magnífica tierra del Norte de España. Esta vez sin embargo, no nos internaremos en sus profundos y fríos bosques. Ni siquiera nos quedaremos en tierra firme. No se entiende el Antiguo Reino de Galicia sin las historias de los marineros. Y es en el mar donde entramos esta vez.

Nuestra búsqueda de lo insólito nos lleva esta vez a las aguas de La Coruña. Desde hace unos años, una criatura marina ha convertido dichas aguas en su hogar. Como veíamos en La cara oculta de los delfines, los ejemplares viejos son muchas veces expulsados de los grupos, y se acercan a las costas, entrando en estrecho contacto con los seres humanos. Sin embargo, en otros artículos como aquel sobre las matanzas de cetáceos en Japón, hemos visto como el contacto con el hombre puede perjudicar seriamente a los cetáceos. Sin embargo, ¿son estos animales tan simpáticos como pensamos? Curiosamente, no tenemos que viajar muy lejos para descubrir que no es así.

El delfín que se instaló en la Coruña ha sido bautizado como Gaspar, y como si de un gamberro se tratase, acumula quejas por parte del vecindario.

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Gaspar en aguas coruñesas. Se trata de un ejemplar que supera ámpliamente los 3 metros de longitud y tiene un peso estimado de unos 400 kilogramos.

En el 2008 este delfín dio un buen susto a un buzo. El animal lo agarró por una aleta y lo arrastró varios metros. Afortunadamente, no sufrió daños, a parte del susto claro está. El atacado señaló que este delfín tiene tendencia a perseguir a los buzos. Los buceadores llevan tiempo explicando que la Administración debería tomar medidas, ya que los buceadores no pueden casi trabajar y nunca saben como va a responder este delfín en los encuentros. Hay que destacar que a pesar de su fama, los delfines en estas aguas alcanzan los casi cinco metros de longitud y tienen gran fuerza.

Otros buceadores sin embargo, defendieron al animal, alegando que solo «desea jugar», aunque si es cierto que entorpecía el trabajo de los buzos.

En 2009 se dio un episodio similar. Ricardo había decidido zambullirse en el agua de los pantalanes de La Coruña para comprobar el estado de la hélice de su embarcación. De repente escuchó un ruido, el típico llevado a cabo por un delfín al salir del agua.

El animal agarró a Ricardo por detrás y lo lanzó hacia arriba. El atacado aseguró después que hasta ese momento no le había hecho daño, pero después le propinó varios golpes con el hocico, lo que resultó en la rotura de un brazo. El susto podría haber sido algo más si se tiene en cuenta que estos delfines pueden segar la vida de un tiburón a base de golpes con el hocico.

El último avistamiento que se produjo de Gaspar tuvo lugar en 2010. Desde entonces, el delfín se encuentra en paradero desconocido. Muchos piensan que haya sufrido un accidente (ya que una de las mayores amenazas a las que se enfrentan los cetáceos es a las colisiones con barcos) o que alguien haya decidido deliberadamente acabar con su vida. Gaspar se ganó la mala fama en múltiples sectores, no solo por los ataques que produjo a personas, sino por los desperfectos que ocasionaba en aparejos y embarcaciones.

En las costas gallegas, en a penas 6 meses, se observaron unos 63 delfines solitarios. Ciertamente es un número bastante alto. Sin embargo, también existen en las costas de la región múltiples zonas que escapan a los controles costeros, por lo que si un delfín queda varado en una zona como Las Islas Cíes podría ocurrir que nadie se enterase.

Este artículo va dedicado a los dos redactores gallegos de Informe Insólito: Iván Castro, el cual ha visto a Gaspar con sus propios ojos. Coruñés de nacimiento y corazón. Y Mercedes Martinez-Núñez, nuestra dama del Misterio, de Vigo y gallega de pro, que ha arrojado luz sobre algunos de los misterios más oscuros y teñidos de sangre de la historia. Dos personas excepcionales.

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Juan José Alférez Cara
Biólogo. Le fascina la naturaleza y esa fuerza moduladora que durante millones de años ha dado lugar a todas las formas de vida que hoy habitan La Tierra, llamada Evolución, y que también ha servido de lienzo para las leyendas de todos esos escritores desde la Antigua Grecia hasta el Siglo XXI. Contacto:juanjoalferez1@gmail.com

4 Comentarios

  1. Gracias por la dedicatoria Juanjo!! Un artículo que muestra otro punto de vista de este precioso animal que nos visitaba en La Coruña, muchas gracias por la dedicatoria!!!

  2. El titular es de traca, el delfín solo quiere jugar, lo que pasa es que no sabe medir sus fuerzas, y, lógicamente, puede ocasionar algún golpe o lesión a los buzos, pero de ahí a ser asesino, ya les vale. Menuda manera de desinformar.

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