El misterio en cierta manera es algo que no se conoce, que queda oculto a nuestra vista y cuando por fin es revelado pierde todo el interés que despertó en un principio. La ignorancia nos hace pensar cuando leemos esta palabra en fantasmas, espectros, espíritus o en leyendas tenebrosas pero lo cierto es que esa palabra engloba mucho más, como ciencia, espiritualidad, magia, o el propio ser humano en su conjunto y sobre este último va enfocando este artículo, porque no hay más misterio que la mente del hombre, todo lo que esconde y desconoce.
La historia del ser humano está salpicada por un sin fin de atrocidades que desde el principio de los tiempos el hombre ha cometido con pretextos y excusas injustificables, y aunque nuestra sociedad avanza y cada vez parece que somos más civilizados, lo cierto es que esto es solo un adjetivo para enmascarar una mentira más. La ciencia intenta dar una explicación a este tipo de conductas buscando la respuesta en el interior de nuestro cerebro, ¿pero de verdad la respuesta se esconde ahí? O sencillamente ¿hay personas que nacen malvadas? ¿O es la propia sociedad la que los convierte en monstruos de carne y hueso?
El Hombre de Hielo
Richard Leonard Kuklinski es conocido como el hombre de hielo por ocultar la hora de la muerte de sus víctimas congelando sus cadáveres, Kuklisnki fue uno de los serial killer más devastadores de todos los tiempos, la cifra de sus víctimas llego a la escalofriante cifra de 250 muertos entre 1948 y 1986, pero lo que realmente le hacía un asesino diferente a los demás y más temible es que no solo mataba por satisfacer una necesidad si no por dinero, ya que era un asesino a sueldo contratado por la familia de mafiosos Decavalcante de Newark las apodadas cinco familias de Nueva York y a posterior de Gambino y Roy de Meo. Lejos de parecerse a cualquier otro asesino en serie conocido hasta el momento de su detención, Richard Kuklinski era todo lo contrario. No tenía un modus operandi, como el mismo relataba le gustaba matar con cualquier cosa, armas de fuego, cuchillos, cuerdas o con sus propios puños o pies, asesinar era un deporte para él.
«De momento sabes que lo que más me gustaba era la caza, el desafío de eso mismo. La muerte para mí era secundaria. No concibo nada fuera de eso… en su mayoría. Pero la investigación, el desafío del acecho y hacerlo con éxito, me excita muchísimo. Cuanto mayores son las probabilidades de que me pillen, más me divierto.»
No siempre mataba por un encargo, como el miso confeso en varias entrevistas mato a decenas de personas tan solo por mirarle mal o porque había algo en ellos que no le gustaba como es el ejemplo, de un chico que paro a orinar antes de entrar en un club donde le esperaban sus amigos, Richard no recordaba si lo miro mal o si fue algo que no le gusto de él, pero le puso una cuerda alrededor del cuello y lo sostuvo contra su espalda (haciendo esta de árbol) durante 15 minutos hasta que finalmente se asfixio. En otra ocasión mientras paseaba observo como un indigente pedía limosna, kuklisnki lo retuvo y le dijo “si en 30 minutos viene dios y se aparece te dejare libre” evidentemente eso nunca paso y ese pobre hombre paso a formar parte de la ya larga lista de víctimas, así como unos chicos que lo increpaban con su coche mientras él iba conduciendo. El hombre de hielo se detuvo en la cuneta y sin mediar palabra acabo con la vida de todos los ocupantes del vehículo.
Las victimas por encargo no corrían la suerte de que su ejecución fuera rápida. Había veces que los clientes querían que sufrieran y como no “The iceman” los complacía. Uno de esos encargos se llevó a cabo en una cueva donde Richard solía llevar a sus víctimas, en ella dejo atada al sujeto en cuestión durante días hasta que las ratas acabaron con su vida devorándolo poco a poco, y todo quedó grabado por petición del cliente. También descuartizaba a la gente aun estando con vida mientras comía una pizza que había encargado, o les disparaba junto con otro asesino a sueldo en el corazón y apostaban cuanto tardarían en morir.
La Historia
La historia de Richard ya estaba marcada desde su infancia, donde era castamente maltratado tanto por su padre casi a diario como por parte de su madre. Kuklisnki tenía tres hermanos que no corrían mejor suerte, incluso su hermano mayor murió a manos de su padre por las lesiones causadas durante una paliza de su padre. La familia mintió a la policía diciendo que este se cayó por las escaleras. Con los años su hermano Joseph fue condenado por violar y matar a una niña de 12 años tirándola desde el tejado de un edificio, cuando la policía le pregunto a Richard este contesto “venimos del mismo padre” Después de todos esto Richard pagaba su frustración matando gatos y perros y más tarde monto su propia banda de criminales de barrio, fue aquí cuando comenzó su carrera como asesino.
Carrera como asesino a sueldo
En los años 50, el hombre de hielo ya era famoso por pegar o matar a quien no le gustaba o molestaba, lo cual llamo la atención de la familia del crimen DeCavalcante, quien lo contrato como asesino a sueldo pidiéndole una prueba de lealtad. Tenía que matar a dos de sus compañeros de su propia banda, algo que Richard hizo sin ningún esfuerzo.
Con los años fue siendo más conocido entre las familias de mafiosos por ser un ejecutor rápido e eficaz. Con los años trabajaría para las cinco familias de nuevo york, Gambino y Roy de Meo.
Con el tiempo fue cometiendo pequeños errores, pero nunca dejo con vida a quien pudiera testificar contra él, la policía comenzó a llamarle el hombre de hielo después de que el forense encontrara en un cadáver pequeños cristales de hielo. En 1985 se crea un departamento especial apodado “Operación hombre de hielo”, después de que un agente encubierto dirigiera su mirada hacia kuklisnki. Su detención sin embargo fue un error, en un control de la policía le registraron el vehículo y le encontraron un arma de fuego no registrada en la guantera, después de eso fueron atando cabos.
Los fiscales acusaron a Richard de cinco asesinatos, además de violaciones, extorsiones y robos y de tener importantes sumas de dinero en paraísos fiscales. Le impusieron una fianza de 2 millones de dólares, algo que Kuklinski pago sin pestañear, además de entregar su pasaporte. En 1988 se celebró el juicio y se condeno ha Kuklinski por cinco asesinatos, pero se encontró que las muertes no fueron probadas lo cual le libro de la pena de muerte y le impusieron una pena de 2 cadenas perpetuas con posibilidad de libertad condicional a los 110 diez años de edad. Murió a los 70 años de edad en 2006 pero no sin antes haber confesado la ejecución de un agente del policía encubierto llamado Calabro, por lo que le condenaron a 30 años más de prisión. Sus hijos y su mujer siguen mantenido la versión a día de hoy de que desconocían la vida paralela de Richard.
«Solo fue condenado por cinco asesinatos y 245 muertes quedaron sin justicia»
