¿Son ciegos los murciélagos?

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Nuestra búsqueda de lo desconocido nos conduce de nuevo a ese orden de mamíferos conocidos como Quiropteros. Y es que las casi 1.000 especies que componen este grupo están llenas de sorpresas. Pero nos centraremos en los murciélagos. Hoy, en Informe Insólito, analizaremos una de las supuestas características que la gente suele atribuir a estos magníficos animales. ¿Son o no ciegos los murciélagos?

Supongamos por un momento que la respuesta es Sí. ¿A qué atribuimos eso? Los murciélagos poseen ojos (todas las especies de este grupo los tienen), lo que ya de por si nos indica que a escasa que sea su visión, no están privados del todo de la misma. Otra de la razones por las que podríamos calificar a los quiropteros como animales ciegos es el hecho de que usan el sonido para orientarse en la mas completa oscuridad. Sin embargo, como veíamos en el articulo «Radiografía de un ataque de tiburón«, los sentidos no actúan por separado. Las facultades sensoriales no están pensada para compensarse unas a otras, sino para complementarse entre ellas. Por ello, un finísimo sentido del oído adjunto a la ecolocalización que estos animales emplean no nos ayuda del todo a descartar la visión como un sentido ultradesarrollado en estos animales.

Muchas especies de murciélago, especialmente los del suborden Megaquiropteros, se alimentan exclusivamente de frutas y otros vegetales, y carecen de ecolocalización. Son especies diurnas y están dotadas de grandes ojos, esenciales para localizar los frutos más maduros y de más fácil digestión. Por ello, no solo encontramos que los murciélagos no son ciegos, sino que además poseen una visión excelente.

zorro volador murcielago
Pteropus vampyrus, el Zorro Volador. La mayor especie de murciélago del mundo. Alcanza una envergadura de 1,5 metros y se alimenta de frutos y flores.

Sin embargo, esta excusa no salva a todas aquellas especies de murciélago que si emplean la ecolocalización. El otro Suborden en que se divide el Orden de los Quiropteros es el de los Microquiropteros, como se puede imaginar, entre otras facultades, debido a su menor tamaño.

El conglomerado sensorial al que tienen acceso los murciélagos no tiene comparación posible en el mundo animal. Cierto es que su vista puede no ser tan eficiente como la de los primates (grupo en que se encuentra el hombre), sin embargo, es excelente. Numerosos experimentos han demostrado que los murciélagos son capaces de ver la luz polarizada. Son los únicos mamíferos capaces de ello (debido quizá a que son el único grupo de mamíferos voladores). No solo visualizan la luz polarizada, sino que la usan para orientarse. Las aves poseen también esta capacidad, que en múltiples ocasiones ha sido bautizada como «brújula interna». Básicamente consiste en ver la dirección en que van los haces de luz, por lo que no solo permite a los murciélagos orientarse en la oscuridad, sino que también pueden viajar largos trayectos empleando esta capacidad como GPS integrado en sus cabezas. La luz polarizada indica por ejemplo, la zona por donde se pone el Sol. ¿Qué mejor orientación que esa?

¿A qué sebe la polaridad de la luz? Nada menos que al campo magnético de la Tierra. Por ello, podemos decir que los murciélagos emplean el mismo para orientarse.

Por ello, ya son tres las características que permiten a estos mamíferos orientarse en la mas completa oscuridad:

  • Visión, muy eficiente, como hemos visto.
  • Campo magnético terrestre, permite al animal ajustar su brujula interna.
  • Ecolocalización, conocida también como ecolocación, o sonar. Muy extendido en el reino animal, especialmente en mamíferos (murciélagos, delfines, ballenas, etc.) e incluso en aves (como las salanganas).
colocalización en murciélagos.
Esquema (muy simplificado) de la ecolocalización en murciélagos.

Estos pequeños mamíferos emplean su laringe o sus fosas nasales para emitir sonidos. Cada vez que un murciélago abre la boca, las ráfagas de aire que entran y salen producen sonido. Al chocar con un obstáculo o una presa, el sonido vuelve a su animal emisor. Sin embargo, no vuelve con la misma longitud de onda, sino alterada, lo que indica al animal si aquello con lo que ha chocado el sonido es un árbol, una roca, otro murciélago o una posible presa.

Los oídos de murciélago son muy sensible. Lo son hasta tal punto que el ruido producido por el propio animal podrían dañarle dichos órganos. ¿Cómo solucionan los murciélagos este inconveniente? Una vez, mas su anatomía nos da la respuesta.

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El oído del murciélago es similar al de cualquier otro vertebrado (incluso el humano es similar en estructura). Todos recordamos de nuestra enseñanza, que el oído medio consta de una cadena formada por tres pequeños huesos, llamados martillo, yunque y estribo. La membrana timpánica transmite la vibración producida en su superficie por las ondas sonoras a esta cadena de huesos, que a su vez golpean el caracol, o coclea. Si los huesos golpean el caracol de una manera muy fuerte, pueden dañarlo (llegando a producir incluso sordera permanente. Un pequeño musculo anclado al martillo, permite al murciélago desprenderse de esta horrible cruz. Milésimas de segundo antes de la emisión del sonido, este musculo se contrae, impidiendo que la vibración ocasionada por el sonido del propio murciélago se transmita al caracol. Milésimas de segundo mas tarde, el musculo vuelve a su tensión normal y el martillo recupera su posición, preparado para transmitir a lo largo de la cadena osea el eco de una posible presa. Por ello, el murciélago es sordo durante la emisión de su propio sonido.

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Juan José Alférez Cara
Biólogo. Le fascina la naturaleza y esa fuerza moduladora que durante millones de años ha dado lugar a todas las formas de vida que hoy habitan La Tierra, llamada Evolución, y que también ha servido de lienzo para las leyendas de todos esos escritores desde la Antigua Grecia hasta el Siglo XXI. Contacto:juanjoalferez1@gmail.com

3 Comentarios

    • ME ALEGRO MUCHOS DE QUE TE HAYA GUSTADO, JORGE !! Una de las razones que me llevaron a unirme a Informe Insolito fue esa gana de arrojar luz sobre las sombras, nunca mejor dicho en este caso.

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