Siracusa, el gigantesco barco de lujo construido por Arquímedes en el año 240 a.C.

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Esta semana amigos nos introduciremos en el fascinante pasado naval con uno de los barcos veleros más grandes y más increíbles jamás construido, el Siracusa o Syracusia una nave equipada con todo lujo de detalles para su época, habilitado para llevar a cientos de pasajeros de un alto estatus. Un barco que se construyó preparado para salir a alta mar, ya que la mayoría de ellos en esos tiempos solo se atrevían a realizar navegaciones de cabotaje, travesías  siguiendo las líneas de costa. Preparado para combatir posibles ataques y con una gran capacidad de defensa. Buque donde se aplicaron innovadoras técnicas y mejoras realizadas por un genio, un ingeniero, físico, astrónomo, matemático e inventor griego llamado Arquímedes. Siracusia, el barco de lujo de Arquímedes fue construido a petición del gran tirano gobernador de Siracusa (Italia) Hieron II, allá por el año 240 a.c.

Representación del gran navío Siracusa.

La construcción de este barco que fue realizado en Siracusa (Sicilia) fue un encargo de gran envergadura ya que era comparable a los cruceros de lujo de hoy en día, fue diseñado íntegramente por Arquímedes. Su construcción duró un año y fueron empleados trescientos obreros. Estaba formado por materiales de primeras calidad venidos de todas partes siendo un buen indicativo del buen estado de salud que poseía por aquel entonces el comercio marítimo. El casco estaba realizado con madera de pino de las laderas del monte Etna en Sicilia, las cuerdas y cables de España, cerca de Cartagena, el cáñamo y alquitrán de Francia. Los clavos que unían las cuadernas y las estructuras eran de cobre también importados de países lejanos así como las planchas de plomo que reforzaban el casco.

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Pintura donde se recrea el momento de preparación de catapultas en el barco Siracusa.

Arquímedes tuvo que idear una máquina compuesta por un circuito de poleas para poder izarlo y montarle todo el aparejo en tierra debido a su enorme tamaño y para después botarlo accionando solo una palanca.

Las medidas del barco eran impresionantes, tenía una eslora de 360 pies unos 110 metros y 80 pies de manga, unos 24 metros. Se decía que podía tener una capacidad para transportar a 1.943 personas en total, 600 remeros (20 grupos de 30) y 400 soldados. Poseía 142 camarotes de lujo así como estancia para 20 caballos. Podía albergar en sus bodegas cerca de  2.000 toneladas de carga. Llevaba incluso un tanque de agua potable que albergaba casi 80 toneladas de agua.

Poseía unas maravillosas instalaciones, estaba totalmente equipado para el relax de sus pasajeros. Poseía una piscina de agua caliente, una biblioteca, un inmenso comedor, un gimnasio, un templo dedicado a la diosa Afrodita Pontia, para los romanos Venus, protectora del mar, increíbles jardines, una piscina de agua salada donde nadaban a sus anchas peces que pasarían a formar parte del menú. La decoración estaba formada por grandes y bellos mosaicos, cientos de columnas de mármol de diversos tamaños, elementos decorativos de marfil, así como estatuas de todos las formas, incluso una inmensa del dios Atlas.

Estatua del dios Atlas.

El problema de un buque de estas características en aquellos tiempos era tener una buena defensa ya que los piratas merodeaban y acechaban a todo tipo de embarcaciones y más una de este tipo. Por tanto Arquímedes también se las ingenió para dotar al barco de capacidades defensivas, algunas inventadas y otras mejoradas. Arquímedes era temido por los romanos por sus numerosos inventos y artefactos utilizados en batallas.

El navío estaba equipado con dos grandes catapultas mejoradas capaces de arrojar a mucha distancia piedras de centenares de kilos. Tres o cuatro torres se erguían donde arqueros podían tomar posición para disparar sus flechas ante los posibles ataques. Poseía unos paneles defensivos en ambas bandas para repeler los posibles abordajes.

La Garra de Arquímedes utilizada desde tierra.

Arquímedes personalizó para esta nave uno de sus grandes inventos, la Garra de Arquímedes. Especie de grúa común en formar de enorme gancho de metal que cuando caía al barco contrincante se balanceaba en sentido ascendente levantando al enemigo por la proa para hundir así la popa y provocar con los movimientos la entrada de agua. De esta manera se lograba desestabilizar el barco y provocar una escora bastante pronunciada. Una vez el agua empezaba a entrar se produciría su hundimiento. Poseía una especie de velamen de cuero fino que se podía desplegar en un posible ataque de flechas, este tejido servía de protección para cubrir a los pasajeros y tripulación ya que las flechas rebotarían o se quedarían clavadas sin producir más daños.

Otro de los maravillosos inventos que llevaba esta nave era el conocido como el Tornillo de Arquímedes, que consistía en un tornillo de tipo helicoidal dentro de un tubo, que accionado por una palanca en el extremo ayudaba a subir el fluido, así servía para extraer el agua sucia de las sentinas o para achicar agua ante una posible fuga o inundación.

Tornillo de Arquímedes, el agua circula hacia arriba al girar la palanca.

Aquella enorme construcción nocabía en el puerto de Siracusa, podía atracar en muy pocos puertos, como por ejemplo el de Alejandría (Egipto), debido a esto Hieron II decidió regalárselo a Ptolomeo II Rey de Egipto y este fue acondicionado como buque carguero pasando a llamarse Alejandría. Aunque se desconoce cuántos viajes realizó hay investigadores que piensan que solo realizó un único viaje desde Italia a Alejandría, ya que no existe rastro alguno de mas travesías. Como no hay datos recogidos en ningún sitio que demostrara que hiciera varias navegaciones, se especuló que permaneció en este puerto por muchos años, donde era visitado como reclamo de visitantes y curiosos, hasta que con el tiempo fue canibalizado y despiezado para utilizar sus maderas y elementos de decoración para otras proyectos navales o embarcaciones.

Con el transcurrir de los siglos se conocieron leyendas misteriosas que contaban que en algunas poblaciones costeras de Sicilia se aparecían por la noche saliendo del mar, seres de otro mundo pertenecientes a las columnas del barco Siracusa, seres hechos de piedra que cobraban vida sin razón aparente, los cuales venían con intenciones oscuras y desconocidas.

Aparte leyendas, estamos ante una gran obra de un gran inventor de hace más de 2.000 años, un barco pionero en muchos aspectos y que sin duda ha servido de referencia. Los inventos de Arquímedes se siguen usando en la actualidad, incluso llevan su nombre, fruto de ideas surgidas ante adversidades, que le sirvieron para crear a un avanzado barco de crucero de lujo.

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JASS
Ingeniero de sistemas navales, seguidor del misterio, del fenómeno OVNI y de lo paranormal. Skywatcher, astronauta de salón, y sobre todo cadista. Le gusta escribir sobre historias de barcos. Colaborador en Informe Enigma. Cofundador y miembro del Grupo Zpectrum Cádiz Contacto: joseasanchezs72@gmail.com

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