Pogo, el payaso asesino

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El payaso siempre ha servido de inspiración para historias y películas de terror, los payasos fantasmas, los payasos diabólicos y  cómo no, los payasos asesinos. Hoy hablaremos de Pogo, el payaso asesino y aunque no lo creas su historia es completamente real:

Nuestro protagonista nació en 1942 en Chicago en una familia descendientes de polacos, su nombre era John Wayne Gacy. De pequeño tuvo muchos problemas con el alcohólico de su padre, que siempre le maltrató y le insultó. Le daba fuertes palizas y siempre se peleaba con él. Gacy se dio un fuerte golpe en la cabeza con un columpio cuando era pequeño, lo cual le produjo problemas de salud, se desmayaba y tuvo episodios de epilepsia. Era un chico bajito y obeso y siempre sufrió ataques de amigos y familiares, hasta que un día siendo ya adolescente decidió irse a buscar trabajo. Su primer trabajo fue en Las Vegas de conserje de un depósito de cadáveres. Le encantaba observar a aquellos muertos, disfrutaba rodeado de cadáveres e incluso se llegó a sospechar que mantenía relaciones sexuales con ellos, posiblemente practicaba la necrofilia. Como veréis Gacy no era muy normal, empezaba ya a despuntar con sus comportamientos enfermizos.

Tenía la cualidad de ser muy buen orador y terminó trabajando de gerente de unos almacenes de ropa. Se casó con la hija de uno de los empresarios más importantes de la ciudad, el cual era dueño de varios restaurantes Kentucky Fried Chicken, colocándolo al mando de tres de ellos. El estar al mando de unos negocios le propicio cierto poder.  Era un personaje importante en la ciudad y participaba en actos benéficos, más tarde colaboraría con el partido demócrata.  El tener a su cargo tantos empleados jóvenes empezó a despertar en él su lado más sádico y pervertido, haciendo varias proposiciones para mantener relaciones con jóvenes empleados. Su mujer se divorciaría creyendo que le era infiel con otra mujer ya que con ella no tuvo apenas relaciones.  Gacy empezó a invitar a algunos jóvenes a su casa, siempre al final los esposaba engañándolos con sus juegos y los violaba, eran chicos jóvenes. Fue denunciado por esto y estuvo en la cárcel pendiente de juicio. Fue declarado culpable de sodomía, pero en vez de 10 años que era la condena que le impusieron, logró salir al año y medio por buen comportamiento.

Se compró una casa y empezó a frecuentar sitios gais para cazar algún joven. Frecuentaba las estaciones de autobuses en busca de algún joven pueblerino sin sitio para dormir y poder llevárselo a su casa. Gacy entonces entró en acción, en enero de 1972 se produjo su primera víctima. Era un joven que recogió de la terminal de autobuses, se lo llevó a su casa engañado donde lo violó, torturó y lo acuchilló hasta provocarle la muerte, enterrándolo en el sótano de su casa.

Sin embargo en el día a día, el seguía su vida con total normalidad y cada vez era más famoso y querido. Empezó a disfrazarse de payaso, disfraz que se hizo él mismo para visitaba a los niños enfermos en los hospitales, incluso aparecía en celebraciones y cumpleaños infantiles. Fue muy querido por la ciudad, y se hacía llamar “Pogo el Payaso”.

Nuestro personaje mientras tanto y en la nocturnidad seguía con sus pensamientos de querer llevarse a jóvenes a su casa para abusar de ellos y matarlos. Tenía un arsenal en su casa de revistas pornográficas gais así como varios juguetes sexuales.  A los pocos meses otro joven empleado suyo fue violado, golpeado violentamente y ahogado en su casa con una cuerda de nailon.

Detrás de estos casos empezaron a venir más y más, y cada vez estaba más enfermo y psicótico, le daba igual la edad, desde 14 años eran válidos. Gacy los mataba haciéndoles sufrir, los golpeaba, los penetraba con objetos, los asfixiaba, los drogaba, los dormía con formol, y cualquier otra aberración que se le ocurriera.  Al parecer se quedaba dormido con los cuerpos ya fallecidos y al día siguiente los enterraba. Le gustaba dormir con los cadáveres, se sentía a gusto. Según iba asesinando a sus víctimas los iba enterrando debajo de su casa, en el sótano, en el garaje, en el jardín.

Con el tiempo empezó a emanar un hedor insoportable de la casa y los vecinos estaban ya cansados. Gacy usaba ambientadores, desinfectantes potentes, pero aquel mal olor a podrido no se iba. Aparecieron más insectos de lo normal y proliferaron por todo el barrio. Comenzó a sospechar de él la policía que lo investigaban por su supuesta participación en la desaparición de un joven. Encontraron tras un registro una nota del joven en su casa. La policía lo tenía vigilado y lo seguían a todas partes. Fue entonces cuando increíblemente Gacy se les acerca y los invita a su casa. Los agentes al entrar en la casa detectan de inmediato aquel olor a cadáver en descomposición. La anterior vez que la policía estuvo en su casa no se percataron del olor porque no estaba puesta la calefacción y esta vez sí, el ambiente estaba caluroso. Los policías deciden levantar el suelo del sótano, pero Gacy les confesó que había enterrado un hombre en el sótano al cual mató en defensa propia.

Entonces levantaron trampillas y vieron que había una bomba de agua, ya que el subsuelo de su casa se llenaba de aguas subterráneas. La pusieron en funcionamiento y al terminar la bomba de achicar el agua, se quedo un fango putrefacto y fétido. Se vieron líquidos negros viscosos pero también apareció un brazo bastante descompuesto.

Siguieron escarbando y empezaron a aparecer cuerpos de jóvenes en avanzado estado de descomposición. Aquellas condiciones de insalubridad eran muy duras para rescatar aquellos cuerpos. El primer día extrajeron dos cuerpos, el segundo día extrajeron tres cuerpos, días después diez cuerpos más y así todos los días. Una semana después de comenzar habían extraído 27 cadáveres de la casa. Más adelante se descubrió que mató también a cuatro más que fueron sacados de un río próximo, eran los últimos asesinados, parece que se estaba quedando sin espacio en casa.

Este señor amable, educado, caritativo, famoso, querido por los vecinos, animador de fiestas con su disfraz de payaso, era uno de los asesinos mas monstruosos. No le costaba matarlos, disfrutaba con ello. Había asesinado desde enero del 1972 hasta diciembre de 1978 a 33 jóvenes, todos chicos.

Gacy fue recluido en un psiquiátrico y declaró en defensa propia que fueron asesinados por tema de dinero, sobre el salario de los que fueron sus empleados y que estaba justificado el homicidio. Su abogado quiso demostrar que estaba loco, pero realmente no era así, su grado de inteligencia estaba por encima de la media, aquel hombre cometió los asesinatos sabiendo lo que hacía. El 13 de marzo de 1980 fue acusado y condenado a muerte.

Estuvo catorce años intentando prorrogar con recursos el fatídico momento, pero solo consiguió que le cambiaran la silla eléctrica por la inyección letal. Durante su estancia en la cárcel se dedicó a pintar al óleo, obras que se venderían muy bien, ya que pertenecían a un psicópata. Pintó unas 200 obras la mayoría eran cuadros de nuestro amigo Pogo, el payaso. También dibujó a otros asesinos en serie, Ed Gein, Albert Fish, «El asesino del zodiaco».

En 1993 Pogo fue ejecutado con un inyección que le paralizó todos los músculos incluido los del corazón. El bromuro de pancuronio se lo llevó al otro lado después de unos segundos, después de que gritara «Kiss my ass» y gimiera.
Después de muerto siguió siendo muy célebre y venerado. No sé por qué pero en EE.UU. a los asesinos en serie se les admira, se gestó una especie de simpatía alrededor de Pogo el Payaso que se extiende hasta nuestros días. Incluso se le extrajo el cerebro una vez analizado y estudiado y se encuentra actualmente en la vitrina de algún fan en su casa.

Dejó una gran influencia macabra e hicieron películas de terror (It), libros como Pennywise de Stephen King, muñecos, juegos de videoconsola, caramelos. Aquel payaso, pagaba su culpabilidad por sentirse homosexual aniquilando a jóvenes inocentes, dejando la razón aparcada. Fue todo un arquetipo de asesino en serie, maltratado en la infancia, con varias personalidades, también se le conoce como el asesino de Chicago. Quizás los miedos heredados que tenemos a los payasos provengan de esta historia terrorífica, de un payaso del que no te puedes fiar. Si te tropiezas con uno con una sonrisa que te inquiete, no confíes demasiado, quien sabe, puede que tenga algún plan para ti…

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JASS
Ingeniero de sistemas navales, seguidor del misterio, del fenómeno OVNI y de lo paranormal. Skywatcher, astronauta de salón, y sobre todo cadista. Le gusta escribir sobre historias de barcos. Colaborador en Informe Enigma. Cofundador y miembro del Grupo Zpectrum Cádiz Contacto: joseasanchezs72@gmail.com

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