Las fantasmagóricas apariciones del Lady Lovibond

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Hoy os contaremos una de las historias mas clásicas y legendarias sobre barcos fantasmas, se trata del Lady Lovibond, preciosa goleta de tres palos que sufrió un naufragio en aguas inglesas,  en un canal donde los naufragios se cuentan por miles. Con el tiempo, esta goleta resurgirá del fondo arenoso para mostrarse a barcos y pescadores, conoceremos  las fantasmagóricas apariciones del Lady Lovibond.

Todo comenzó un 13 de febrero de 1748 cuando el Capitán del velero, Simon, preparaba una travesía desde el río Támesis hacia mar abierto, pasando por la costa de Kent. Su destino era Portugal, en concreto Oporto, en busca de buen tiempo. Este viaje era para celebrar su luna de miel, ya que el capitán se había casado con su novia Annetta.

Desde la partida del velero el ambiente era festivo y de celebración y ni la tripulación ni los invitados perdieron el tiempo. Todos gozaban de buena comida y mucho alcohol. Todos excepto uno, el primer oficial John Rivers, quien al parecer estaba enamorado de la novia del capitán, llevándolo en secreto, aunque ella lo rechazó.

Cuando el buque se encontraba a unas seis millas de la costa de Deal, en la costa este de Inglaterra, cerca del estrecho de Dover, debía pasar por un banco de arenas conocido con el nombre de «Goodwin Sands». Tenía aproximadamente unas 10 millas ( 16 Km) de longitud y un calado de entre 8 y 15 metros. Lleno de arena fina era un peligroso paso para barcos ya que mareas y corrientes provocaban movimientos del fondo, afectando a la profundidad. En este canal se conocen hasta la fecha más de 2.000 naufragios, siendo un auténtico cementerio de barcos y embarcaciones  desde  hace siglos, el primero conocido ocurrió en 1298. Canal donde ha existido mucha muerte y dolor quizás por eso sea uno de los sitios donde más apariciones de barcos fantasmas se  han producido.

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Mapa donde se recogen todos los numerosos naufragios registrados en los bancos de arena de Goodwin.

Fue John Rivers, quien embriagado por el odio a la unión del capitán Simon y Annette, provocó que el barco encallara en el banco de arena  tras deshacerse del timonel con un golpe en la cabeza. El barco sufrió una fuerte sacudida, los mástiles se rompieron y las cubiertas destrozadas provocaron que en unos minutos la celebración se convirtiera en tragedia, todos murieron y no hubo ningún superviviente de los 50 ocupantes del barco, incluso Rivers pereció de inmediato.

A la mañana siguiente no había rastro del barco, había sido engullido por las arenas movedizas del canal. Se declaró el incidente como un naufragio accidental ya que esa tarde el tiempo era bueno y reinaba la calma y nadie sospechó del vengativo Rivers.

Pero nuestra historia no termina aquí,  cincuenta años después, justo el 13 de febrero de 1798, otro barco, el velero Edenbridge  comandado por el Capitán Westlake registró en su diario de a bordo como estuvo a punto de chocar con una goleta de tres mástiles la cual no hizo amago alguno por desviarse de su trayectoria de colisión. El capitán Westlake actuó rápido y dio un golpe de timón para evitar la catástrofe.  Dejó anotado que en aquella goleta no había nadie en cubierta pese a escucharse sonidos de alboroto y celebración. Cuando la goleta pasó de largo, el Edenbridge decidió seguirle la pista y maniobró  para seguirlo, pero aquel barco que correspondía con las características del Lady Lovibond se fue desvaneciendo lentamente en una niebla que lo engulló hasta hacerlo desaparecer por completo.

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Representación del barco fantasma Lady Lovibond

De nuevo, un 13 de febrero, cincuenta años después, en 1848, varios barcos informaron de haber visto como un buque de tres palos se dirigía directamente hacia el banco de arena Goodwin. El velero emitía cánticos y música de celebración, según los testigos. Los tripulantes de aquellos barcos vieron como encallaba y naufragaba, oyéndose un estrepitoso crujido. Entonces arriaron sus botes para dirigirse al rescate de aquel velero. Pero a medida que se iban aproximando, empezaban a darse cuenta de que no había rastro de naufragio alguno, se había esfumado, no había restos ni cuerpos.

Pero los avistamientos del Lady Lovibond no cesaron, misteriosamente se han ido produciendo cada cincuenta años, y en la misma fecha, la víspera del día de san Valentín. En 1898 y 1948 fue avistado también por pescadores de la zona donde cuentan que fue visto emitiendo una luz verdosa, como una especie de resplandor extraño que atemorizaba al que lo observara. En 1998 varios botes llenos de turistas, periodistas e investigadores salieron a la mar a las inmediaciones para esperar a que la aparición se consumara de donde fue visto por última vez hacia cincuenta años. Pero no hubo suerte, no lo pudieron ver, o quizás no estuvieron en el sitio idóneo.

Las apariciones de barcos fantasmas en estas aguas no son aisladas, existen multitud de historias y leyendas que cuentan como otros barcos se han materializado por este canal de arena, alimentado por naufragios y dolor. Barcos que se convirtieron en fantasmas.

Realidad o leyenda, nunca lo sabremos, pero la alta siniestralidad en las arenas de Goodwin alimentan las historias de apariciones y misteriosos avistamientos, ya que muchos de los tripulantes que fallecieron no lo hicieron en paz

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JASS
Ingeniero de sistemas navales, seguidor del misterio, del fenómeno OVNI y de lo paranormal. Skywatcher, astronauta de salón, y sobre todo cadista. Le gusta escribir sobre historias de barcos. Colaborador en Informe Enigma. Cofundador y miembro del Grupo Zpectrum Cádiz Contacto: joseasanchezs72@gmail.com

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