Ataques de tiburones en España

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Hoy en Informe Insólito te mostramos los casos de ataques de tiburones en España. La industria cinematográfica ha creado mitos que ya hubiesen querido los escritores y filósofos de la Antigua Grecia. Por desgracia, millones y millones de personas tienen como única noción de la naturaleza lo que ven en la gran pantalla. Los ataques a humanos por parte de estos animales no son tan comunes como pensamos.

No necesitaríamos demostrar la existencia del Megalodon para causar el pánico en la población. Incluso sus parientes menores hacen que una chispa recorra la espalda de los bañistas solo al oír pronunciar el nombre de estas interesantísimas criaturas. Lo cierto es que cada año, en especial desde 2010 han descendido en todo el mundo los ataques registrados por parte de tiburones. En 2013 se produjeron 73 ataques, con 10 víctimas mortales.

Australia, Sudáfrica, California,… Todos ellos, lugares conocidos por la afluencia de grandes escualos, y por los ocasionales ataques de los mismos. Pero… ¿Y en nuestras latitudes? Curiosamente, en el Mediterráneo existen 45 especies de tiburón. Teniendo en cuenta que dos grandes mares bañan nuestras costas, podemos decir que hay un gran número de especies de tiburones que visitan nuestras playas.

Los ataques de tiburones en España son casi inexistentes, habiéndose producido solo dos desde hace 400 años, y ninguno de ellos mortal:

  • Tarifa (Cádiz), 18 de Marzo de 1986. Un windsurfista sufrió una mordedura por parte de un tiburón de gran tamaño en un pie, el cual posteriormente debió ser amputado por los médicos.
  • Playa de Arenes (Valencia) hace 21 años, un médico fue atacado por un tiburón a 200 metros de la orilla. Gracias a sus conocimientos, se practicó un torniquete, aunque sufrió una  amputación de los dedos de los pies.

El tiburón más abundante en las costas españolas es la Tintorera, llamada también tiburón azul (Prionace glauca), de la cual se pescan cada año cuatro toneladas. Ha protagonizado diversos ataques en Europa, pero ninguno en España.

ataque de tiburon
Tintorera (Prionace glauca), de cuerpo fusiforme y capaz de nadar a gran velocidad. Esa característica, sumada a sus dientes ganchudos y finos como anzuelos, nos indica que es fundamentalmente piscívoro.

No obstante, si no es para alimentarse de bañistas incautos, ¿por qué se acercan los escualos a las costas? Por extraño que pueda parecer, el motivo que los lleva a la playa es el mismo que nos conduce a nosotros a las mismas: Relajarse.

Los tiburones deben nadar para que el agua atraviese sus filtros branquiales. Es decir, si se detienen, no pueden respirar. Esa es la razón por la cual los tiburones mueren cuando quedan atrapados en las redes de los pescadores. No todas las especies tienen este defecto. Algunas pueden absorber agua voluntariamente. Las aguas de la costa, debido al oleaje, están cargadas de oxigeno y muy movidas, por lo que un tiburón en dichas aguas a penas tendría que hacer esfuerzo para poder respirar. De ahí que los grandes tiburones blancos que visitan las costas sudafricanas, son avistados a 30 o 40 metros de la orilla y a penas se mueven.

Vemos por ello, que las probabilidades de ser atacado por tiburones en España es ínfima. Para los amantes de la estadística, la probabilidad está en 1 sobre 3.700.000 , lo que hace que sea más posible sufrir la muerte por gripe, picaduras de abejas, o ataques de animales domésticos que por ataques de un gran escualo.

Pero… ¿Y si miramos las cifras desde el otro lado? Es decir, desde la perspectiva de nuestros “supuestos atacantes”. Cada año mueren 200 millones de tiburones, tanto asesinados deliberadamente para acabar sobre un plato de cocina, o atrapados accidentalmente en redes, heridos por colisiones con navíos, etc. ¿Dónde está entonces el depredador? Además, España es el país de la Unión Europea donde más de estas criaturas se pescan.

Como curiosidad y para concluir, deciros que si os invitaran a tomar una tapa (o ración) de cazón en adobo, seguramente accederían. Sin embargo, a muchos os resultaría repugnante el por qué del adobo. Para reducir la pérdida de agua y sales minerales, inyectan parte de su propia orina en sus tejidos, lo que daría a su carne un desagradable sabor a orina, a no ser, que se cocinen en adobo.

cazon
Gaelorhinus galeus, cazón, una especie distribuida por las aguas templadas de todos los mares y muy aprecia en la cultura culinaria. No debe confundirse con el uso de la palabra cazón en algunas zonas del Caribe, donde dicha palabra se usa para designar a las crías de tiburón sin importar la especie a la que pertenezcan.

Por ello, ya sea en nuestras costas, en alta mar o en nuestros platos, este compendio de criaturas son desde cualquier punto de vista maravillas para todo naturalista. De su conservación vendrá también la permanencia de este sentimiento en las generaciones venideras.

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Juan José Alférez Cara
Biólogo. Le fascina la naturaleza y esa fuerza moduladora que durante millones de años ha dado lugar a todas las formas de vida que hoy habitan La Tierra, llamada Evolución, y que también ha servido de lienzo para las leyendas de todos esos escritores desde la Antigua Grecia hasta el Siglo XXI. Contacto:juanjoalferez1@gmail.com

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