Como nuestro redactor Iván Castro nos mostró en uno de sus artículos, en la Antártida hay algo más que hielo. Sin entrar a valorar si actualmente la Antártida esconde secretos, si es cierto que su pasado dista mucho de ser similar a su presente.
La órbita de La Tierra ha cambiado mucho a lo largo de la historia, así como la posición de los continentes (Teoría de la deriva continental). Ello explica que zonas que ahora muestran enormes extensiones de hielo pudieron no ser así en el pasado. En la Antártida algunas zonas alcanzan en la actualidad los -90º centígrados. No existe ningún lugar más frío en el planeta. Ciertamente no es la temperatura óptima para el desarrollo de las plantas ni otros vegetales.
Sin embargo, viajando en el tiempo al Mesozoico (La Era de los Dinosaurios), descubrimos un hallazgo impactante: La Antártida estaba poblada por profundos bosques. Había coníferas y helechos arborescentes. Estas plantas estaban sujetas a las estaciones. A pesar de que la temperatura era más alta que en la actualidad, los inviernos eran fríos y oscuros (varios meses sin luz solar). Pocas plantas pueden tolerar tanto tiempo sin luz (únicamente el gynkgo ha demostrado en experimentos poder sobrevivir en esas condiciones). Las ahí representadas entraban en letargo durante los meses fríos. El proceso contrario ocurría durante el verano. El Sol brillaba durante las 24 horas del día.

Como la cienca básica explica, si existen plantas, existen animales que convierten las mismas en su sustento. Y sí, hace 100 millones de años, la Antártida estaba poblada por Dinosaurios. Muchos de los dinosaurios antárticos no han sido sin embargo, encontrados en el ahora Contienente Helado, sino en otros territorios que en otro momento se desgajaron de la Antártida, como sucede con Australia. Los dinosaurios polares también estaban sujetos a las estaciones.

Se cree que estos pequeños dinosaurios vivía en grupos pequeños, y que tenían una estructura social similar a la de los actuales lobos, con una pareja dominante. Si bien todas las parejas de la manda podían reproducirse; al construir los nidos, los subordinados lo hacían alrededor del nido del macho y hembra dominantes, el cual tenía más posibilidades de sobrevivir a los depredadores.
Si seguimos subiendo en la pirámide trófica, intuimos que esos dinosaurios herbívoros debían ser el alimento de otros más grandes; los carnívoros. Y en la Antártida los hubo.

Los crudos inviernos antárticos hacían que los dinosaurios tuvieran que esforzarse al máximo para sobrevivr. El hecho de estar adaptado no implica automáticamente la supervivencia. Muchos dinosaurios emigraban a zonas más cálidas durante el invierno. El Leaellynassaura no lo hacía, y sus ojos le ayudaban a encontrar hongos y raíces en el removido suelo durante dicha estación fría.
De vuelta a la actualidad, el cambio climático ha provocado que en únicamente un siglo, la temperatura de la Antártida suba 2,8º. ¿Volveremos a tener en el futuro bosques en la Antártida? Juzguen ustedes mismos.
Permitame agradecerlos por las publicaciones a INFORMES INSOLITO, especialmente al redacto Evan Castro, cuyas publicaciones es una gran ayudad para la sociedad en general. También es materia de análisis en todos sus extremos; sin embargo, será la próxima oportunidad, gracias.
Muchas gracias por tu comentario Saturnino, tanto Juanjo, autor de este maravilloso artículo, como el resto de redactores, estamos muy agradecidos de que nos sigas y nos leas. Un abrazo.