En EE.UU. y algunas partes anglosajonas de Europa, hay fieles seguidores de la noche de Halloween, pero no solo en el aspecto comercial de las fiestas sino en lo oscuro. En estas fechas, en concreto el 31 de octubre, lo oscuro y diabólico tiene su sitio. No solo se celebra esta fiesta casi infantil de ir recogiendo caramelos y dulces por las casas, y repetir incansablemente ‘¿Truco o Trato?’.
En estas fechas, aumentan el número de invocaciones a Satanás, así como de misas negras. Siguiendo la biblia satánica de Anton Lavey, en estos días se celebran algunas cosas como el cumpleaños de Satán. Se realizan invocaciones y sacrificios de animales y lo que es peor aún, sacrificios humanos. Humanos que pueden llegar a ser niños, seres puros e inocentes, algunos de ellos son procreados para este fin, para ser ofrecidos al malísimo en el altar.
Esta fiesta no es cristiana, es una fiesta de adoración a lo oscuro, a la brujería, a la secta maléfica. No solo se efectúan ofrecimientos de niños y ritos donde se derrama y se bebe sangre, sino que se realizan violaciones y abusos sexuales.
Curiosamente, la desaparición de niños por estas fechas se dispara, sobre todo en EE.UU., se aprovecha la vulnerabilidad que puedan tener en estos días para ellos festivos, ya que tienen más libertad, van a fiestas y visitan algunas casas desconocidas. Se realizan convocatorias de fiestas para adolescentes con el reclamo de sexo y drogas y así poder iniciarlos en posibles comunas oscuras y sectarias. Otro tema a destacar es el aumento en estas fechas de crímenes y asesinatos con violencia, como si fueran poseídos por entes oscuras o les influenciara de alguna manera la noche de Halloween.
En España, hasta hace poco, solo se celebraba el día 1 de noviembre como día de Todos los Santos y el día 2 como Día de los Fieles Difuntos o Día de los Muertos. El día de Todos los Santos fue instaurado por la Iglesia a católica a principios del siglos IV a raíz de la Gran Persecución de Diocleciano, persecución a los cristianos por los romanos. La fecha fue finalmente fijada para el primero de noviembre por Gregorio III en el siglo VIII y fue en respuesta a la celebración pagana del Samhain o año nuevo celta que se celebra en la noche del 31 de octubre. Celebración que coincide con el final de la cosecha y la adoración del ángel de la muerte, donde los muertos podían contactar con los vivos y así adueñarse de ellos.
El día 1 de noviembre es día de respeto a los muertos, beatos o no, que habiendo superado el purgatorio se han santificado totalmente y tienen vida eterna. Se les adora visitándolos en cementerios y poniéndoles flores en sus tumbas y así conseguir que se purifiquen y sigan su camino. El día 2 se utiliza para rezar por todos lo que sufrieron en el purgatorio y que esperan para unirse al resto. Las almas no están limpias del todo de sus pecados y por eso sus familiares y amigos acuden a ayudarles con las oraciones.
Pero según cuentan, aquellas almas por las que no se rezan corren el riesgo de que puedan volver. Han existido y existen casos de presencias espectrales, apariciones fantasmales en algunos hogares, acontecimientos de fenómenos extraños y paranormales, ruidos y golpes del otro lado en estos días posteriores a Halloween, posibles almas que vuelven a sus lugares ya que no están todavía en paz ni nadie se ha acordado de ellos. Por eso puede que sufras alguna visita inesperada en tu dormitorio o pasillo de tu casa, visita de algún familiar o conocido ya difunto que no esté totalmente purgado de sus pecados…
