El milagro malagueño del Santo Cristo de la Banda Verde de Almáchar

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Cuando el ser humano vive momentos muy críticos, nos refugiamos y encomendamos a la divinidad, seamos o no creyentes en muchas ocasiones, rezando a Dios, a la Virgen y a todo aquel del que nos recordemos en esos tensos instantes. Parece que Dios, en una ocasión (como en muchas otras), escuchó la llamada. Esta es la historia real de lo que sucedió…

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La historia cuenta que unos pescadores que se encontraban faenando a una distancia considerable de la costa malagueña, se vieron envueltos por una terrible y repentina tormenta. Solo les quedaba rezar pero Dios escuchó sus plegarias…

Bienvenidos a bordo, amigos de Informe Insólito. Os quiero contar una historia que he descubierto en tierras malagueñas y que me ha llenado de fe y esperanza, que ya no tenía poca pero sí que a veces necesario renovarla. Volamos a la provincia andaluza de Málaga, al Sur de España en la Península Ibérica. Nos situamos alrededor del año 1800 aproximadamente, hace ahora aproximadamente 2 siglos. La historia cuenta que unos pescadores que se encontraban faenando a una distancia considerable de la costa malagueña, se vieron envueltos por una terrible y repentina tormenta. El barco estaba a punto de volcar y nada se podía hacer para evitarlo. Aquellos aterrados hombres se refugiaron en la divinidad, rezando a Dios, a la Virgen María y a Jesús de Nazaret para que los protegiera. Y parece que escucharon sus lamentos y su llamada de socorro, produciéndose un auténtico milagro a continuación.

De pronto, entre el batir de olas y los remolinos del furioso viento, apareció a lo lejos una brillante luz. Según se iba acercando, se pudo apreciar que se trataba, nada más y nada menos, que de una talla de Jesucristo; una curiosa imagen religiosa con un detalle muy particular pues tenía una banda verde anudada a la cintura. Misteriosamente se creó una especie de túnel virtual entre el Cristo y la embarcación. Un túnel invisible que impedía que la tormenta dañara al barco y a sus tripulantes. Ni siquiera la lluvia les golpeó en ese momento. A la vez, la talla de ese Jesucristo fue guiando a los pescadores a la orilla.
En el momento en que pusieron pie en la arena, la imagen desapareció espontáneamente como si nunca hubiera existido. Aquellos hombres, sabedores que habían salvado la vida por medio de aquel prodigio, decidieron localizar aquella figura para agradecerle el favor. No sabemos por qué, pero los marineros estaban convencidos que la imagen pertenecía a alguna parroquia de la provincia malagueña, por lo que fueron pueblo por pueblo en su búsqueda. Ni siquiera volvieron a sus casas después de estar al borde de la muerte. Con sus ropas destrozadas, hechas añicos y descalzos, se embarcaron en la búsqueda de la talla sin importar el esfuerzo que necesitaran.

Después de mucho deambular, un día llegaron a la localidad de Almáchar. Allí se tropezaron con un Cristo con una banda verde anudada a la cintura. No cabía lugar para la duda, aquella era la talla que les había salvado de una muerte segura. Tras rezar ante ella y rendirle un sincero y sentido homenaje, aquellos hombres interrogaron a los lugareños por si habían notado algo extraño la tarde noche de la tormenta. La respuesta les dejó anonadados. Aquel día concreto la figura había desaparecido de la iglesia. Todos pensaron que la habían robado. Pero a la mañana siguiente había regresado a su altar. Eso sí, su túnica estaba mojada con agua salada, y a sus pies se acumulaba arena y algas. El Cristo, de forma enigmática, había estado en la playa, sin saber cómo ni dónde y se había mojado en el agua del mar. Desde ese momento, la devoción hacia la imagen ha sido tremenda, llegando intacta hasta nuestros días. El templo se ha convertido en un refugio para aquellos que quieren aferrarse a la esperanza. La parroquia destaca sobre el resto del pueblo por su majestuosidad y su llamativa torre mudéjar. A ella se llega tras atravesar calles sinuosas, algunas con zonas inaccesibles al tráfico.

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Durante la tormenta la talla del Cristo había desaparecido de la iglesia. Todos pensaron que la habían robado. Pero a la mañana siguiente había regresado a su altar. Eso sí, su túnica estaba mojada con agua salada, y a sus pies se acumulaba arena y algas.

El 3 de Mayo de cada año, se celebra una fiesta popular en honor al Santo Cristo de la Banda Verde, acto local que conmemora el feliz salvamento de aquellos pescadores. Los lugareños comienzan con una misa, para después realizar una procesión, donde el Cristo se hace acompañar por el estruendo de los cohetes. Posteriormente, y como colofón de tan singular celebración, los Almachareños disfrutan de una distendida verbena. Un espectáculo singular que vale la pena llegar a presenciar en alguna ocasión y que aún continúa en nuestros días.

Pero la historia no termina aquí, porque no entenderíamos la profundidad de este milagro si no damos a conocer la propia historia del recuadro del Cristo de la Banda Verde. Esta otra parte de la historia está relacionada con el cuadro del Santo Cristo de la Banda Verde, del que se dice que llegó a cambiar de color. Existen en la actualidad muchos detractores sobre este capítulo de este misterioso milagro y se escudan en que gran parte de los prodigios religiosos u otros fenómenos anómalos forman parte de la leyenda y la tradición del pasado, sin tener visos de realidad. Se equivocan, pues muchos de estos misterios han quedado perfectamente documentados a lo largo de nuestra historia y están avalados por personas con nombres y apellidos. De los otros, por desgracia, no se conserva ningún tipo de documentación, pero ello no implica que sean una pura invención.

En todo caso, el Santo Cristo de la Banda Verde ha sido el protagonista de un fenómeno extraño totalmente contemporáneo, y que puede ser contemplado en la actualidad por cualquiera que quiera acercarse a comprobarlo. Al final de la década de los años 60, una señora de la pedanía de Benaque, perteneciente al pueblo de Macharaviaya, hizo una fotografía en blanco y negro de la talla del Cristo de Almáchar. Era muy devota de aquella figura, y pretendía que el cuadro fuera colocado en su propia parroquia para disfrute y devoción de sus vecinos. Así lo hizo. El cuadro adornó desde ese momento la pequeña pero encantadora iglesia del pueblecito de Benaque.

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El Santo Cristo de la Banda Verde ha sido el protagonista de un fenómeno extraño totalmente contemporáneo, y que puede ser contemplado en la actualidad por cualquiera que quiera acercarse a comprobarlo.

Un buen día, una de las vecinas que fue a abrir el templo se quedó de piedra ante lo que sus ojos pudieron contemplar. Aquella fotografía en blanco y negro presentaba de un día para otro una curiosa e insólita anomalía. La banda presentaba un color verde intenso mientras el resto de la imagen seguía en blanco y negro, tal y como se fotografió. Incluso el obispado malagueño se interesó por el asunto y realizó una investigación. Se comprobó que no había ningún tipo de pintura ni pigmento agregado a la fotografía. No estaba alterada de forma voluntaria. Sencillamente, el blanco y negro de la banda se había transformado en auténtico color verde a lo largo de la banda de la cintura del Cristo. Es curioso que a pesar de tratarse de un milagro reciente y todavía en vigor, no haya trascendido mucho a toda la opinión mundial e internacional al tratarse de un auténtico milagro, comprobado y certificado. Si esto hubiera pasado en una gran capital, o en algún país de Latinoamérica, existirían ahora peregrinaciones de miles de personas para visitar el cuadro, muy seguramente. En cambio, la fotografía suele estar casi olvidada, solitaria en un rincón de la parroquia, tan solo venerada por los pocos habitantes de Benaque que todavía guardan verdadera devoción hacia esta imagen.

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Como podemos observar, la localidad de Almáchar se encuentra alejada de la costa y, teniendo en cuenta que hablamos de alrededor del año 1800, cualquier distancia se hace considerable y pesada si pensamos que alguien podría haber movido el Cristo a propósito. Hipótesis descartable por completo.

Amigos de Informe Insólito. Os hago una verdadera y necesaria recomendación e invitación: Debéis de visitarla. En pocos lugares del mundo existen milagros religiosos con pruebas tan palpables. El cuadro de Benaque es un acta notariada del prodigio dentro del mundo cristiano. Un lugar que todo el Catolicismo debería de conocer. Pero además, y para terminar, existe otra curiosa tradición de este pueblo en concreto, que lo hace sin duda, más que insólito y recomendable. Cuando los jóvenes quieren ennoviarse, deben de ir a la casa de la posible mujer candidata y entrevistarse con el padre de ella, al que deben ensalzarle las virtudes de la futura novia, de acuerdo con una fórmula ancestral. Si era aceptado, queda el candidato varón obligado a cortejar a la muchacha o futura novia, los miércoles, los sábados y los domingos. No sabemos si esta antigua tradición sigue en vigor entre los más jóvenes y solteros de Almáchar, pero por acercarnos a conocerla o a investigarla en este precioso lugar, no perderemos nada….

Espero que esta preciosa historia, tan poco conocida, de la Cristiandad, os haya dejado insólitos y perplejos delante de vuestros ordenadores. Hasta el próximo vuelo del misterio, amigos…

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Iván Castro Palacios
Piloto comercial, instructor de Auxiliares de Vuelo y Piloto de Drones - RPAS e investigador de misterios aeronáuticos. Colaborador de Espacio en Blanco en RNE, de RTV Onda Azul de Málaga, de PTV Málaga Televisión, de La Noche de Andrómeda en LNDA Radio, de Otros Mundos con Javier Belmar, de Ya Te Vale FM, de Informe Enigma con Jorge Ríos, de Días Extraños con Santiago Camacho y de Misterio en Red con Esteban Palomo. Contacto: ivancpmisterio@yahoo.es

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