El Lado Oculto de Radio Liberty

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Artículo escrito por: Jorge Ríos, Pau Roig y Daniel Ortega

Radio Liberty, de la gloria al expolio

Promovida por el gobierno de los Estados Unidos durante la Guerra Fría y activa desde las 3:05 de la mañana del 23 de marzo de 1959 hasta las 10:00 de la mañana del 25 de mayo de 2001, Radio Liberty fue durante muchos años la emisora ​​de radio más potente del mundo y llegó a emplear a cerca de 200 personas, la gran mayoría de nacionalidad española. Sus instalaciones ocupaban –y ocupan todavía– una extensión de 330.000m² de terreno virgen junto a la playa de Pals que, tras la demolición de sus características antenas el 22 de marzo de 2006, han sido progresivamente abandonadas y expoliadas .

Sólo la obra de algunos grafiteros –como la promovida intervención de la artista Marina Capdevila, que el verano de 2018 pintó un mural gigante que cubre el techo del edificio principal– ha puesto de nuevo Radio Liberty en el primer plano de la actualidad informativa, sin que las sucesivas noticias sobre su remodelación para la construcción de algún tipo de equipamiento o sobre su desmantelamiento definitivo hayan llegado a fructificar. En la actualidad las instalaciones se encuentran en un estado de conservación tan deplorable que no es demasiado exagerado temer por su supervivencia.

Símbolo de la Guerra Fría: la historia oficial

Pocos años después del final de la Segunda Guerra Mundial, en un momento en que un conflicto nuclear entre los Estados Unidos y la Unión Soviética podía provocar la destrucción de ambos países –y por extensión la aniquilación del planeta–, la única posibilidad realista de traspasar el llamado “Telón de acero” era mediante la transmisión de ondas radiofónicas (1).

El origen de Radio Liberty, así, debe buscarse primero en la fundación en Nueva York, en junio de 1949, del National Committee for a Free Europe (Comité Nacional para la Europa Libre), financiado tanto por el Congreso de los Estados Unidos –a través de la CIA, siglas de Central Intelligence Agency: Agencia Central de Inteligencia– como por fondos privados. Con el objetivo de debilitar el régimen soviético, Radio Free Europe estableció su sede en Munich y realizó sus primeras emisiones de onda corta el 4 de julio de 1950 para Checoslovaquia. Ese mismo año se creaba la American Committee for the Liberation of the Peoples of Russia (Comité Americano para la Liberación de los pueblos de Rusia: ACLPR, AMCOMLIB, también conocido como American Committee for Liberation from Bolshevism), parte de un ambicioso proyecto de los servicios secretos estadounidenses conocido como QKACTIVE, que a partir de 1955 comenzó a estudiar diversos lugares de España, Portugal y el norte de África para la construcción de una nueva emisora ​​de radio.

Radio Free Europe y Radio Liberty se sumaban así al servicio de radio y después también de televisión externo del gobierno estadounidense, La Voz de América (Voice of America: VOA) que, con sede central en Washington, había comenzado sus emisiones el 1 de febrero de 1942 y que actualmente –disponible en más de 100 países y en más de 60 idiomas–, está considerado como uno de los grupos de radiodifusión más grandes del mundo. La Voz de América era la emisora ​​exterior “oficial” de Estados Unidos, mientras que Radio Free Europa y Radio Liberty, fusionadas en 1976, eran dos emisoras en teoría independientes pero en realidad no tanto, ya que al menos hasta en 1975 fueron financiadas en buena parte por la CIA.

Fotografía obtenidas de la web: http://www.radioliberty.org/

En la playa de Pals, a 2.700 kilómetros de distancia de la Unión Soviética, el ingeniero y más tarde Coronel Steve Y. McGiffert encontró el emplazamiento ideal para construir una emisora ​​de amplitud modulada y onda corta que permitiera hacer llegar ideales de libertad y esperanza estadounidenses y su cultura a la Unión Soviética, aunque su verdadero objetivo a medio-largo plazo era provocar la caída el régimen comunista. Formados en su mayor parte por arenales de matorrales bajos, con pocos árboles, sólo cuatro casas de pescadores –restauradas para acoger los almacenes de la empresa encargada de la preparación de los terrenos, la Sociedad Ibérica de Construcciones y Obras Públicas, y bautizadas así con sus siglas: SICOP– y una torre de vigilancia y lejos de cualquier núcleo habitado, los terrenos se veían muy favorecidos técnicamente por estar situados frente al mar, que servía de reflejo de las ondas aumentando considerablemente la energía emitida. La onda corta era la única señal de radio existente capaz de propagarse a largas distancias mediante múltiples reflexiones en las capas de la atmósfera; en el ángulo óptimo, las emisiones se propagaban de tal manera que en un periodo de entre dos y tres horas al día no podían ser interceptadas por las autoridades de la Unión Soviética. Es lo que los norteamericanos llamaban “Twilight immunity” (“inmunidad crepuscular”), el momento en que las emisiones de Radio Liberty llegaban nítidamente a su destino sin que las cerca de 3.000 estaciones de interferencia instaladas en la Unión Soviética –una especie de “segundo telón de acero” bautizado significativamente con el nombre de “Guerra de las ondas”– pudieran hacer nada para evitarlo.

Instalaciones de Radio Liberty en el momento de su construcción (abajo). Antenas parabólicas de Radio Liberty (arriba)
Fotografía obtenidas de la web: http://www.radioliberty.org/

El acuerdo paradójico entre un gobierno que propugnaba la democracia y la libertad y un régimen fascista como el español fue posible gracias a la intervención del propio presidente de Radio Liberty de 1954 a 1975, Howland Sargeant (1911-1984). Sargeant había sido el presidente de la primera Conferencia General de la UNESCO celebrada en París en 1951, que aprobó la entrada de España en el organismo (que tendría lugar dos años más tarde). En 1958 el jefe del gobierno español, el general Francisco Franco, devolvió el favor a Sargeant vendiendo terrenos solicitados –aproximadamente 333.500m²– por 7.673.073 pesetas de la época (46.116,10 euros), que sin embargo siguieron manteniendo la titularidad del España, que a partir de entonces cobraba a promotores 285.000 dólares anuales en concepto de alquiler. Franco delegó al ministro Manuel Fraga Iribarne el seguimiento del proceso de montaje de la emisora, y el mismo 1958 ya se empezaron a construir la carretera y los principales caminos y hacer los primeros cimientos de las futuras instalaciones, despertando los primeros recelos de los habitantes de la zona. La envergadura de la construcción, que en un principio contaba con la custodia de la Guardia Civil y más adelante con su propio servicio de seguridad privada, motivó todo tipo de especulaciones: había gente que creía que las 13 antenas que se levantaron a lo largo de casi cinco años de trabajo –con alturas que oscilaban entre los 59 y los 169 metros– eran rampas de lanzamiento de misiles, mientras que otros deliraban con la posibilidad de que se tratara de una base para submarinos del ejército estadounidense escondida debajo la playa. Lo cierto, sin embargo, es que a diferencia de la Base Loran de L’Estartit (2) en Radio Liberty no había ningún militar.

Los terrenos donde se construyo Radio Liberty (Pals) Fotografía obtenidas de la web: http://www.radioliberty.org/

La emisora ​​más potente del mundo

La emisora ​​no adquiriría su aspecto definitivo, transformando de manera decisiva el horizonte de la playa de Pals y del Empordanet, hasta finales de la década de 1960, y se dividió a grandes rasgos en dos zonas claramente diferenciadas: los edificios destinados a administración y a la instalación técnica, por un lado, y la llamada zona de antenas, por la otra. La zona de edificios se dividía en tres grandes bloques: el edificio central de administración y transmisores, de dos pisos, ocupaba el centro de las instalaciones, separado de la planta Diesel y sus correspondientes depósitos de agua, situada al oeste, por una glorieta o rotonda. El edificio central también estaba situado a una distancia prudencial del llamado “Edificio J”, ubicado a su izquierda, el lugar donde se hacía la conmutación de los transmisores a las diferentes antenas de la playa y que, debido a sus elevados índices de radiofrecuencia, tenía el acceso restringido: antiguos trabajadores de Radio Liberty explican que si entrabas en su interior con un fluorescente en la mano este se encendía. Más al este había un segundo complejo de edificios de una sola planta destinados a garajes y almacenes.

Con respecto a las antenas, eran de tipo “cortina”, muy directivas, y su construcción fue muy dificultosa debido a la naturaleza eminentemente arenosa de los terrenos. Estaban divididas en cuatro grupos según su orientación, ya que unos pocos grados de diferencia variaba en muchos kilómetros el destino de la emisión: los grupos “A” y “C”, idénticos, fueron los primeros que se construyeron, y entre sus torres se levantaron las antenas radiantes y el reflector. Ambos cubrían los 9, 11, 15 y 17mhz. Más adelante se les añadieron el grupo “B”, con antenas que funcionaban a 6, 7, 11 y 15mhz, y finalmente el grupo “D”, formado por las antenas más altas. Ubicado al final de la playa, este grupo fue el que se instaló más tarde debido a que la zona era pantanosa y se tuvo que esperar cerca de un año para que se secaran los terrenos. Las torres aguantaban los elementos de la antena y su correspondiente reflector, tensado por una serie de cables igual que la antena. Todas las torres y reflectores disponían de un sistema de contrapesos estudiado hasta el más mínimo detalle y pensado especialmente para los días de viento, bastante habituales en primera línea de mar.

Las imponentes antenas de Radio Liberty en la playa de Pals. Fotografía obtenidas de la web: http://www.radioliberty.org/

Radio Liberty se equipó con la tecnología radiofónica más avanzada del siglo XX ya finales de la década de 1960 era la emisora ​​más potente del mundo con cinco transmisores de onda corta de 250 kilovatios cada uno que llegaban a 3.000 kilómetros de distancia (3). Entre las trece torres metálicas la potencia total llegó a sumar 1.500 kilovatios, con la particularidad –por iniciativa de los propios equipos técnicos que trabajaban en la emisora– que la combinación de cuatro transmisores de 250.000 vatios en una sola antena permitía la emisión de una señal de hasta 1 millón de vatios (1 megavatio) que se proyectaba sobre Moscú sin ninguna posibilidad de ser interceptado, una señal que se emitió por primera vez el 8 de mayo de 1968 a las 12:00 horas por a una audiencia de más de 70 millones de personas. El área de influencia de la emisora, de hecho, iba más allá de la propia Unión Soviética, extendiéndose también a los países del Cáucaso y del Báltico; aún hoy se mantiene colgada en una pared de las instalaciones la carcasa cada vez más degradada del mapa luminoso que ilustraba la cobertura geográfica de la radio en aquellos años.

El recinto, obviamente, contaba con todos los servicios y recursos necesarios para funcionar de manera autónoma; dejando de lado los ingenieros y los técnicos, disponía de jardineros, carpinteros, albañiles, servicio médico e incluso de su propio servicio de gasolina para los vehículos y los generadores Diesel que en caso de apagón eléctrico podían proporcionar la electricidad necesaria 24 horas al día sin interrupción. En los almacenes había un 95% de repuestos para cada uno de los transmisores de la emisora, mientras que algunos de los repuestos se fabricaban en las mismas instalaciones porque no existían en el mercado. Los suministros se compraban los pueblos de alrededor, por lo que todo el mundo salía ganando; especialmente, sin embargo, los trabajadores, que más allá de unas condiciones económicas óptimas y descuentos importantes en el servicio de comedor contaban también con seguros a precios beneficiosos y ayudas para sus familias, sin olvidar un servicio de transportes gratuito para desplazarse hasta las instalaciones, algo básico en un momento en que muchas familias aún no tenían vehículo propio: el 2 de mayo de 1960 se inició el servicio de autobús por parte de la empresa SARFA desde Sant Antoni de Calonge hasta la Playa de Pals, pasando por las paradas de la Gasolinera Azul, el Hotel Trias, Sant Joan, Palafrugell, Pals y els Masos de Pals. El vehículo, conocido con el nombre de “la SARFA de los americanos”, era un ómnibus Pegaso de 25 plazas. La mayoría de los trabajadores de Radio Liberty, venidos de toda España y en algunos casos también del extranjero, recuerdan su paso por la emisora como el mejor trabajo que han tenido a lo largo de su vida.

Se calcula que en la década de 1960 llegaron a trabajar cerca de 200 personas entre administrativos, técnicos, personal de mantenimiento, traductores e intérpretes, aunque lo más sorprendente es que los contenidos de la emisora ​​se redactaban y registraban en Nueva York y Munich, donde también se organizaban los diferentes bloques de programación en hasta 17 idiomas diferentes (aunque el ruso y el ucraniano eran mayoritarios). En los primeros años las cintas magnetofónicas llegaban cada día en avión y se tenían que ir a buscar expresamente en el aeropuerto de Barcelona, ​​después se enviaban a través de unos teléfonos especiales y por vía radiofónica y finalmente –a finales la década de 1980– por vía satélite (una de las dos antenas parabólicas que se instalaron en aquella época es la única que queda en pie en la actualidad) (4). La misión de Radio Liberty consistía fundamentalmente en emitir los contenidos, no en producirlos, aunque disponía de un pequeño estudio de grabación para emergencias (en caso de que las cintas magnetofónicas no llegaran a tiempo, por ejemplo ). La información que se emitía referente en España tenía que pasar primero por la censura franquista, y el resto de información también pasaba por departamentos de censura política en Nueva York y en la sede europea de Munich.

La programación se estructuraba en diferentes bloques horarios y contemplaba todo tipo de contenidos: las noticias tenían un peso muy destacado (ocupaban los diez primeros minutos de cada hora), seguidas por una serie de variaciones articuladas alrededor de una revista de prensa, informaciones de las diferentes corresponsalías, programas culturales, folklóricos, deportivos, musicales y literarios, sin olvidar un espacio dedicado a las cartas de los oyentes –a las que la emisora ​​daba una gran importancia– ni tampoco los anuncios sobre los Estados Unidos y su estilo de vida.

Edificio Continental, el cual guardaba los transmisores más potentes del mundo de onda corta (arriba). Zona «Ampex» (abajo) Fotografía obtenidas de la web: http://www.radioliberty.org/
Fotografía obtenidas de la web: http://www.radioliberty.org/

La larga decadencia

La muerte del dictador Francisco Franco el 20 de noviembre de 1975 fue un primer golpe para la emisora, que a partir de ese momento y hasta 1990 siguió operando en Pals sin ningún acuerdo con el nuevo gobierno democrático español, basándose en un convenio antiguo y extinguido y viendo como aumentan las críticas hacia su condición de arma propagandística de los Estados Unidos: “Era un arma que no existía para extender la cultura, sino para atacar otros pueblos”, dice el ex secretario general del Partido Comunista Español Santiago Carrillo en el documental Adéu, Liberty (Carlos Jover, 2016). Fusionada con Radio Free Europa en 1976, lo cierto es que más allá de unas recortes presupuestarios y de plantilla que afectaron a toda la emisora, Radio Free Europe / Radio Liberty siguió operando con total normalidad, y el año 1987 vivió la instalación del que sería su último transmisor, un Marconi de tres válvulas y funcionamiento casi automático. Las transmisiones continuaron incluso después de la caída del “Telón de acero” derivada de la desintegración de la Unión Soviética (URSS). Esta disolución culminó, entre el 11 de marzo de 1990 y el 25 de diciembre de 1991, con la independencia de las quince repúblicas que formaban parte de ella, pero tuvo uno de sus máximos momentos de incertidumbre en el intento de golpe de estado que tuvo lugar entre el 19 y el 21 de agosto de 1991; entonces, mientras estaba recluido en su casa el todavía jefe de la Unión Soviética Mijail Gorbachov reconoció que pudo saber todo lo que estaba pasando gracias a las emisiones de Radio Liberty de Pals.

Aunque el final de la Guerra Fría, la administración del presidente estadounidense Bill Clinton decidió continuar con las emisiones de Radio Free Europe / Radio Liberty, que en 1994 pasó a ser gestionada por la Broadcasting Board of Governors, la agencia federal del gobierno de Estados Unidos encargada de supervisar todas las transmisiones de radio y televisión no militares del gobierno federal, creada ese mismo año. La sede de la estación se trasladó a Praga en 1995 y se eliminaron muchos programas europeos, al tiempo que su actividad aumentaba en Oriente Medio. En 1998 se fundaban Radio Free Iraq y Radio Farda, y no mucho más tarde un cúmulo de situaciones y de decisiones quizás equivocadas acabarían provocando el final de las transmisiones desde la playa de Pals: la última emisión tendría lugar a las 10:00 de la mañana del 25 de mayo de 2001. “La creación en la antigua Unión Soviética de instituciones democráticas y de economías de mercado ha hecho disminuir de manera significativa la utilidad de la estación de la playa de Pals como servicio de retransmisión del gobierno estadounidense, por lo que su continuidad no se puede justificar más, ni desde el punto de vista operativo ni de financiación”, señalaba el mismo 25 de mayo un comunicado firmado por Brian Conniff, director en funciones de la Oficina de Radiodifusión Internacional del Consejo de Radiodifusión. Coniff, asimismo, justificaba el cierre de Radio Liberty por la existencia de “diferentes medios de comunicación más avanzados y la disponibilidad de otros enclaves de retransmisión para cubrir la antigua Unión Soviética(5).

Demolición de las antenas de Radio Liberty. Fotografía obtenidas de la web: http://www.radioliberty.org/

Un futuro incierto

Poco después, y pese a que el contrato de arrendamiento de los terrenos tenía vigencia hasta el año 2015, los gobiernos de España y Estados Unidos acordaban el desmantelamiento de la emisora. El primer paso de su desaparición fue la cesión de las instalaciones a Radio Nacional de España (RNE) en 2002. Las principales obras de desmantelamiento de la antigua emisora ​​tuvieron lugar en febrero de 2003, con un coste total de 274.972,81 euros (más de 45 millones de pesetas): el destino principal de los aparatos y materiales reciclados, además de la chatarra, fue el de recambios y futuras piezas de museo para el centro emisor de RNE en Majadahonda ( Madrid).

Con respecto a las antenas que se extendían a lo largo de más de un kilómetro al lado de la playa, su suerte ya se había empezado a torcer con la aprobación, el 28 de septiembre de 2001, del Real Decreto 1066 / 2001 sobre “Condiciones de protección del dominio público radioeléctrico, restricciones a las emisiones radioeléctricas y medidas de protección sanitaria frente a las emisiones radioeléctricas”, derivada de la recomendación europea 1999/519 / EC1 relativa a “la exposición del público en general a campos electromagnéticos”. La nueva normativa dificultaba enormemente la nueva puesta en funcionamiento de la emisora, ya que hubiera sido necesario aplicar a las antenas esferas de protección de 250.000 vatios, y este hecho, unido al supuesto mal estado en que se encontraban debido a la falta de mantenimiento, sería su sentencia de muerte, pero no sin generar durante bastante tiempo un notable debate público: entidades conservacionistas y el delegado de Medio Ambiente del gobierno estatal en Girona, Francesc Busquets Palahí, querían el desmantelamiento, mientras que otras personalidades, como el rector de la Universidad de Girona, Joan Batlle Grabulosa, apostaban por la conversión del espacio en un museo de telecomunicaciones durante la Guerra Fría; Joan Solé Viñas, del Servicio Meteorológico de la Generalitat, propuso también reutilizar una de las torres para calcular la densidad de CO2 del aire.

A pesar de las numerosas voces que se levantaron en contra de su destrucción total, ya en mayo de 2005 el Departamento de Medio Ambiente español empezaba a estudiar una propuesta del gobierno central para desmantelar las antenas mediante explosiones controladas, una demolición que tendría lugar finalmente a las 15:55 horas el 22 de marzo de 2006, cinco minutos antes de la hora prevista. Hicieron falta hasta 18,7kg de explosivos Goma 2 pero poco más de cinco segundos para hacer caer las 700 toneladas de material de las torres –algunas de las cuales habían tardado más de un año en ser levantadas–, así como unas medidas de seguridad excepcionales: un perímetro de exclusión de 300 metros por tierra, 500 metros por mar y 2km por aire, además del despliegue de un centenar de agentes. El desmantelamiento, con un coste de 1 millón para eliminar las antenas y 2,7 ​​millones para eliminar o adecuar los edificios, concluyó a mediados del mes de agosto de 2006 sin ningún compromiso entre las administraciones sobre el futuro del espacio. La existencia de Radio Liberty salvó el lugar de una urbanización segura, pero a pesar de que en un principio se habló de la posibilidad de que algunos de los edificios se destinaran a oficinas de información del futuro Parc Natural del Montgrí, les Illes Medes i el Baix Ter (creado en 2010 y del que forman parte los terrenos de la emisora), lo cierto es que las instalaciones se encuentran actualmente abandonadas y en un cada día más deplorable estado de conservación.

El Ayuntamiento de Pals conserva un fragmento de las torres y en el año 2017 anunció su intención de plantar en una rotonda de la playa de Pals, un homenaje que a día de hoy todavía no se ha materializado. La última noticia referente al futuro de las instalaciones había surgido poco antes: en 2015, la Fundación Mar, con sede en Palafrugell, anunció que había conseguido la concesión por 50 años de las antiguas instalaciones de Radio Liberty para hacer un gran centro de conservación de la biosfera, bautizado con el nombre de Aquam. Según la página web de la fundación, este centro tendría “la misión de conectar a las sociedades del mundo con los elementos principales que crean la base física, química y orgánica de la vida en la biosfera y trabajar activamente para su conocimiento y conservación. El sol, el agua, la luz, el clima, el océano, la tierra, los ecosistemas, la biodiversidad, el hombre, la tecnología, el bioconocimiento y la innovación son algunos de los elementos que integran el concepto de actividad y de funcionamiento del proyecto Aquam”. Pero han pasado más de cuatro años y, a pesar de que las previsiones más optimistas hablaban de una posible apertura en mayo de este mismo 2019, el proyecto aún no se ha concretado.

Estado actual Radio Liberty.

Notas:

1.- “Telón de acero” es el nombre con el que los medios políticos y de difusión anticomunistas de occidente designaron, a partir de los años de la Guerra Fría, en las fronteras entre los países occidentales y los países socialistas del este de Europa y de la URSS. El término, de hecho, fue acuñado por el ex Primer Ministro británico Winston Churchill en una conferencia de 1946 para referirse a la frontera, física pero sobre todo ideológica, que dividió a Europa en dos después de la Segunda Guerra mundial.

2.- Con 351.800m² de extensión y situada aproximadamente a siete kilómetros de Radio Liberty, la estación Loran de L’Estartit es una antigua base militar del Servicio de Guardacostas de Estados Unidos. Formaba parte de una red de siete estaciones en el Mediterráneo que funcionaban como puntos de transmisión del sistema de navegación Loran C para los barcos de la marina de Estados Unidos. Inaugurada en 1961 y con una antena de 190 metros de altura, dejó de funcionar en 1995 cuando la localización por satélite pasó a ser hegemónica en los sistemas de navegación. Había destinados 20 militares y cuatro civiles en turnos de dos años. A pesar de que se encuentran dentro del Parc Natural del Montgrí, los terrenos se encuentran actualmente en un estado de abandono similar a los de Radio Liberty; propiedad del Ministerio de Defensa, se han subastado hasta cuatro ocasiones sin éxito.

3.- La primera transmisión de Radio Liberty, el 23 de marzo de 1959 a las 03:05 horas, se realizó con un transmisor Telefunken de 100kw de potencia, protegido por una lona para que el edificio aún no estaba terminado. La antena que se usó era una rómbica provisional y el suministro de energía provenía de un generador diesel.

4.- Si cualquiera de los sistemas de llegada de los contenidos fallaban o cuando las comunicaciones por teléfono o satélite se cortaban, Radio Liberty disponía también de un pequeño centro de recepción de radio en Sant Climent de Peralta, a unos 20km de la playa de Pals. Este centro captaba la señal de radio emitido expresamente con este fin, que después se retransmitía hacia la estación principal.

5.- “EE UU cierra el imponente emisor de Radio Liberty en Girona”, en el diario El País del 26 de mayo de 2001.

La Cara Oculta de Radio Liberty

Un temblor recorre la espalda. Se siente una cálida sensación romántica o se erizan los vellos de los brazos. Sea como sea la forma en que ese estímulo se presente, la emoción que sentimos al escuchar la radio tan solo es descriptible a la de leer un libro. En líneas generales, el público sintoniza estas emisoras y estaciones de radio para conocer las principales noticas del mundo y del país, pero también esperan una información amena, diferente y entretenida. Por ese motivo, todos sus sentidos están puestos en la voz del locutor mientras su imaginación y su narrativa los trasladan a un mundo construido por su mente.

Y es que las radios han sido quizás los dispositivos más importantes durante más de un siglo. Desde sus orígenes, a principios del siglo XIX, hasta los nuevos desarrollos de las últimas décadas, estos aparatos han proporcionado comunicación, entretenimientos y en muchas ocasiones, un cambio drástico en la vida de muchas culturas y la sociedad. Todas con una única misión, proporcionar al oyente, dentro de un marco teórico para su caracterización, información y un modo singular de evadirse del día a día. Sin embargo, hubo excepciones.

Es cierto que dentro de toda la gran variedad de contenidos que pueden ofrecernos los espacios radiofónicos, aquellos que generan menor audiencia en la programación, son los noticieros. Aunque es evidente que estos informativos ofrecen los acontecimientos y las claves de la actualidad de la jornada, la pregunta fundamental es la siguiente: ¿Por qué estos programas no son atractivos para los oyentes? ¿Por qué no alcanzan tanta audiencia como otros programas? Sin embargo, desde el 23 de marzo de 1959 hasta su clausura el 25 de mayo de 2001, hubo una emisora que rompió todos los esquemas establecidos y conocidos hasta el momento en este aspecto.

A través de sus seis transmisores de onda corta de 250 kW cada uno, Radio Liberty de Pals (Gerona, Cataluña, España), la mayor y potente emisora anticomunista del mundo, financiada por la CIA y el congreso de los Estados Unidos, generó en esta franja informativa la escalofriante cifra de 70 millones de oyentes potenciales.

Pero, ¿qué fue y en qué consistía la programación de Radio Liberty?

WEREWOLF: Las Raices de Radio Liberty

Alemania. Primavera de 1945. El Tercer Reich de Adolf Hitler se desmorona. Al oeste de sus fronteras, los ejércitos aliados de, entre otros países, los Estados Unidos y Gran Bretaña, presionan hacia el interior y ya ocupan buena parte del territorio germano. Al oeste, el Ejército Rojo de la Unión Soviética, que toca a las puertas de Berlín, ha arrasado todo a su paso desde que se puso en marcha la Operación Bagration en Junio de 1944; la apisonadora rusa no muestra merced, Stalin así lo ha ordenado.

Durante la conferencia de Yalta, celebrada en Febrero de 1945, las potencias aliadas ya daban por ganada la guerra, y por ende ultimaron la repartición del territorio conquistado una vez el conflicto bélico más devastador del siglo XX llegase a su fin.

Los líderes alemanes, entre ellos Heinrich Himmler, conocían muy bien la historia de su pueblo, en especial el espíritu de libertad que anidaba en el corazón de cada alemán, y no dudaron en adaptarla a sus necesidades. No era la primera vez que la patria era invadida por potencias extranjeras; por citar algunos ejemplos se pueden evocar las guerras napoleónicas o las campañas romanas. En estos supuestos, y en muchos otros, se apela a antiguos héroes y modelos germanos que desafían al ejército invasor. Quizás el máximo exponente encumbrado por la literatura alemana fue Arminio (o Hermann), quien junto a sus hombres plantó cara a las legiones romanas de Publio Quintilio Varo y logró exterminarlas en la batalla del bosque de Teutoburgo. A partir de este célebre icono germánico, amén de otros que surgieron con posterioridad, numerosos autores crearon un poso o base cultural desde la que emergieron sociedades secretas u organizaciones de corte nacionalista que dieron origen a la creación de una suerte de milicias populares (Landwehr o Freikorps), a veces incluso autorizadas por el estado, para luchar contra las tropas que, tras el conflicto bélico, se asentaba en suelo alemán para dominar al pueblo y ejercer la opresión y represión contra la que se alentaba a la sublevación.

En pleno ocaso del Tercer Reich, en Septiembre de 1944, Himmler anunció la creación de la Volkssturm (milicia popular) y aprovechó la ocasión para afirmar que se quitaba el sombrero ante “los fanáticos luchadores de la libertad” de 1813, en una clara alegoría a los ancestros que, en suelo patrio, habían combatido con los medios a su alcance a la potencia invasora.

Emblemas de los Werewolf (hombres lobo del partido Nacional Socialista)

Una vez más, el régimen de Adolf Hitler acude a ejemplos históricos y a la literatura Völkisch (traducido del alemán: popular o relativo al pueblo, su cultura) para espolear a sus gentes y remover su conciencia para que empuñen las armas contra quienes pretenden coartar sus derechos y libertades. Para ello acuden al texto “Werewolf”, obra del autor Hermann Löns, donde se dibuja un arquetipo del partisano o guerrillero rural, al que se caracteriza como un hombre honesto que, forzado por la guerra, se ve obligado a abandonar su granja (o la ocupación que desempeñe) para formar grupúsculos clandestinos que, desde alejados reductos. Estos no dudarán en hostigar al enemigo (portador de valores y rasgos étnicos distintos a los propios), quien pretende destruir los valores y cualidades del pueblo alemán. En su libro, Löns convierte a esta suerte de guerrilleros en una especie de “hombres-lobo”, estrechamente vinculados a la tierra y el bosque. Sus acciones, en algunos supuestos muy violentas, fanáticas y sangrientas, según Löns, eran harto justificables, puesto que los Wehrwolf (traducido del alemán: lobos de la defensa o lobos defensores) pretendían restaurar una situación donde primase la verdadera justicia popular, el imperio de la ley y el orden que se habían desplomado a causa de la presencia de un invasor extranjero. Cabe citar que esta obra, reeditada en 1940, en una época moderna y en una Alemania también moderna, el texto de Löns fue bien recibido por el público (se vendieron más de medio millón de ejemplares aquel año); algo que se consideraría hoy como un “bestseller” y que, de hecho, fue una de las obras más leídas de las primeras décadas del siglo pasado.

Con la reedición del “Wehrwholf” de Löns, Himmler y el Partido Nacionalsocialista tenían la excusa perfecta para dar rienda suelta a sus guerrilleros clandestinos. Este texto fue “reescrito” para que lo estudiasen e interiorizasen los miembros de la nueva organización del Reichsführer alemán, e incluso se llegaron a publicar fragmentos de la obra en el periódico por excelencia del régimen, el Völkischer Beobachter. El caldo de cultivo también les resultaba propicio, pues los aliados por el oeste y la URSS por el este, presentaban un sinfín de posibilidades para desarrollar las siniestras actividades de estos nuevos “hombres-lobo” de los años 40. Incluso llegaron a contar con una emisora de radio clandestina, Radio Werewolf, que plagaba sus emisiones de contenidos que oscilaban desde el más puro adoctrinamiento hasta la radiodifusión de órdenes con objetivos concretos contra los que había que actuar de forma brutal y contundente.

Los nuevos Werewolf (denominación de la época) recibieron un mensaje de boca de los locutores de la citada emisora: “Cada individuo es su propio juez y el único responsable de sus propios actos”. Es decir, que, llegado el caso, cada persona estaba sola a la hora de elegir el modo de acosar a las fuerzas enemigas que se acercaban o, si ya había rebasado la ubicación del guerrillero, también disponía de carta blanca para perpetrar cualquier argucia tras las líneas enemigas. Además de lo anterior, Radio Werewolf alentaba a sus oyentes a luchar contra el enemigo invasor, pero también contra los “traidores internos”, incluso más allá de la debacle del régimen de Adolf Hitler. Un credo comenzó a correr de boca en boca: “Con la lucha continuada conseguiremos que para las tropas de ocupación enemigas la vida sea un infierno”. Tampoco se puede dejar al margen un fragmento de la emisión inaugural de Radio Werewolf para que el lector se pueda hacer una idea aproximada del lenguaje empleado por sus locutores: “El odio es nuestra plegaria y la venganza nuestro grito de guerra. Maldición al extranjero que tortura y oprime a nuestro pueblo, pero tres veces maldición a los traidores de nuestro propio pueblo que los ayuda”, muestra patente de que la condena al “elemento podrido” de la sociedad alemana (“tibios” y desertores) debía ser castigado con mayor énfasis que al extranjero que pone un pie en la amada patria.

La creación de la agrupación Werewolf no fue algo espontáneo, dejado al azar a aquellos sujetos más fanáticos o de aquellas personas que no querían sufrir la opresión o padecer la humillación de la derrota a manos de un enemigo “racialmente inferior” (como en el caso de los soviéticos). Toda esta organización se pergeñó desde los más altos estamentos del régimen alemán, donde cabe reseñar personajes clave como el propio Heinrich Himmler, Gottlob Berger (jefe de las Waffen SS), el teniente general Von Voss (antiguo jefe de las guerrillas en el periodo de la República de Weimar), Hans Adolf Prützmann (director de operaciones Werewolf y verdadera cabeza visible del Werewolf), Arthur Axmann (responsable de las Juventudes Hitlerianas, de cuyas filas se esperaba obtener la mayoría de los reclutas), Joseph Goebbels (el Ministro de Propaganda), Martin Bormann (secretario personal de Hitler), Robert Ley (jefe de Organización del Reich del Partido Nacionalsocialista y jefe del Frente Alemán del Trabajo), Ernst Kaltenbrunner (jefe de la Oficina Central de Seguridad del Reich) y Herman Goering (jefe supremo de la Luftwaffe), entre otros. Pero estos nombres solamente son la cúspide de una pirámide que se extiende, hasta llegar a los más de cinco millares de integrantes del Werewolf que llegaron a integrar el movimiento de resistencia (en su mayoría de las SS y las Juventudes Hitlerianas), desde jefes regionales del NSDAP hasta alcaldes de pueblos y ciudades ocupadas (o a punto de serlo) y otros escalafones intermedios, sin olvidar algunos cuantos civiles de corte fanático que también se sumaron al Werewolf.

Miembros de las juventudes hitlerianas, aquellos que más tarde conformarían las filas de los Werewolf

No conviene dejar en el olvido que, durante la fase de preparación de todo el entramado de Werewolf, también se contó con nutrido elenco de historiadores, sociólogos, psicólogos, expertos en contrainteligencia y expertos en la lucha contra los movimientos antialemanes clandestinos con la intención de conformar una organización lo más sólida posible.

Muchos de los miembros que formaron parte del Werewolf hubieron de asistir a un curso especializado en las siniestras artes del sabotaje y el asesinato. Incluso se llegó a implicar a personajes como Erich von dem Bach-Zelewski, experto en la lucha antipartisana, para que, en compañía de otros especialistas, se elaborase uno o varios manuales formativos. El que finalmente vio la luz fue el “Werewolf: Consejos para las unidades especiales”. Los asistentes a estos cursos acudieron a centros especializados como, entre otros, los de Kloster Tiefentahl, Neusterlitz, Unter den Eichen, Wallrabenstein, Passau, Bresden o Koleschowitz (este último situado en Checoslovaquia). A lo largo de las jornadas formativas, los alumnos eran instruidos en el uso de armas convencionales, explosivos, técnicas de sabotaje e infiltración, lucha cuerpo a cuerpo, manejo y mantenimiento de equipos de radio, empleo de venenos, así como cualquier otra formación útil para llevar a cabo con la máxima eficiencia los encargos asignados. También se les grababa a fuego algunos lemas como: “Las órdenes han de acatarse a cualquier precio” y “En caso de desobediencia, el infractor será asesinado por sus propios compañeros”. Una vez completada la formación, los nuevos miembros del Werewolf elegían el lugar de Alemania donde preferían “trabajar” y, jornadas después, se les enviaba hasta allí para sumarse a grupos que ya operaban en el destino seleccionado por el alumno.

Llegados a este punto, se puede definir el movimiento Werewolf como una agrupación de individuos organizada que, con mayor o menor grado de adoctrinamiento a sus espaldas, pretendía causar el desorden, la confusión y el mayor daño posible a las tropas de ocupación (durante y después de la guerra), así como el ajusticiamiento de aquellos individuos que colaborasen con el enemigo o manifestasen su oposición abierta al régimen de Adolf Hitler.

A lo largo de su actuación, el Werewolf actuó contra objetivos como depósitos de material, alimentos o combustible enemigos, vehículos, e incluso se flirteó con la posibilidad de hundir barcos, pero también contra individuos concretos, como fue el caso del alcalde de Aquisgrán, asesinado a sangre fría por “uno o varios desconocidos”. Algunas veces lo hacían de forma planificada, con antelación suficiente, pero en otras ocasiones lo hacían, según estableció Radio Werewolf, “siempre que surgiese una oportunidad, propiciada por cualquier método posible”. Para llevar a término sus acciones, los miembros del Werewolf contaron con diversos puestos de abastecimiento, ocultos en distintas localizaciones de Alemania, en lugares apartados, bosques, etc., donde se almacenaban explosivos (como el célebre Nipolit), materiales para construir trampas incendiarias o explosivas, armas, detonadores, minas, munición y alimentos.

El final oficial del Werewolf se produjo por dos razones de peso. La primera, la limitada respuesta de los potenciales voluntarios para engrosar las filas del Werewolf y, la segunda, tal vez la más importante, la carencia de aprecio del gran almirante Karl Dönitz (sucesor de Hitler como líder de Alemania), que le impulsaron a radiar una nota durante las primeras horas del 6 de Mayo de 1945: “En virtud de la tregua proclamada (Alemania estaba a punto de rendirse a los aliados), pido a todos los hombres y mujeres alemanes que se abstengan de llevar a cabo cualquier actividad guerrillera clandestina (ilegal), ya sea en el Werewolf o en cualquier otra organización, en los territorios occidentales ocupados por el enemigo (no se hizo alusión a los ocupados por la URSS), puesto que tales actividades sólo pueden ir en detrimento de nuestro pueblo”. Esta segunda razón es la que nos impulsa a creer, con motivos de gran calado, que Dönitz quería que las negociaciones de paz con los países vencedores de la Segunda Guerra Mundial llegasen a buen puerto, y el movimiento Werewolf podría ponerlas en peligro. Albert Speer, el que fuese arquitecto predilecto de Hitler y Ministro de Armamento, apeló en aquellas confusas jornadas de comienzos de Mayo a generar un clima de paz y orden; ya que tampoco era partidario de este tipo de acciones clandestinas ahora que la guerra estaba a punto de concluir. Así que, muchos integrantes de Werewolf poco comprometidos con la causa o dubitativos, tras escuchar las palabras de Dönitz, desertaron de sus filas a pesar del riesgo que se cernía sobre ellos: una muerte más que segura por parte de los más fanáticos o de las fuerzas convencionales de la URSS, Estados Unidos o Gran Bretaña ante quienes, en un intento desesperado por sobrevivir, se entregaron y confesaron su pertenencia al Werewolf.

Himmler, fiel al credo Nacionalsocialista hasta la fecha en la que se suicidó (23 de Mayo de 1945), dejó patente que cualquiera dentro del Werewolf que se mostrase “blando” en sus cometidos o flirteara con la capitulación, debía ser automáticamente “apartado”. En el caso de aquellos integrantes a los que se les hubiese confiado el mando de varios individuos, que mostrasen los mismos “síntomas”, se les relevaría del mando y serían sustituidos por otros hombres dispuestos a mantener la lucha. Por lo tanto, la puerta quedó abierta para que los sujetos más fieles al agonizante régimen de Hitler pudiesen continuar la particular lucha contra el enemigo.

Desde el año 1944 hasta el año 1947, en atención a lo recogido en documentación oficial y obras de diversos autores, es cuando se puede fijar el periodo de actuación del Werewolf “oficial”, es decir, las acciones desarrolladas por miembros o grupos que actuaban bajo el paraguas de la organización. Más allá de 1947, hasta finales de la década, se contabilizaron numerosos casos donde individuos en solitario perpetraron sus “trabajos” con clara influencia de las técnicas y procedimientos “made in” Werewolf.

Debe tenerse en cuenta que el movimiento Werewolf fue una fuente de inspiración para individuos que, bien en solitario o bien en grupo, atentaron con posterioridad contra objetivos considerados enemigos. A fecha actual se calcula que, desde 1944, el Werewolf causó la muerte de miles de personas, causaron daños materiales que hoy en día podrían contabilizarse por millones de euros / dólares y sembraron el terror allí donde se extendía la sombra de la organización Werewolf, que en determinadas partes de Alemania, los miembros de algunos grupúsculos se autodenominaron con nombres que, como el ejemplo aludido, son capaces de erizar el vello: Unternehmen Sterben (Operación Muerte).

En la actualidad existen casos documentados de acciones de clara inspiración Werewolf que han acontecido a lo largo de las distintas décadas que han transcurrido desde la conclusión de la Segunda Guerra Mundial hasta bien entrado el siglo XXI, no sólo en Alemania, sino también en otros puntos del planeta. Detenciones en los años 50 y 60 del siglo XX de antiguos miembros Werewolf que garabateaban consignas en lugares públicos con el propósito de alentar a otros a la lucha, mediante el subterfugio, contra el enemigo. Sujetos radicales hartos de la opresión ejercida por la RDA en la patria a lo largo de los años 70, 80 y 90, desarrollaron acciones subversivas que se tradujeron en actos violentos y asesinatos. E incluso con la proliferación de Internet, a finales de los 90 y comienzos de 2000, se llegaron a emplazar en algunos sitios web listas negras de objetivos que debían atacarse, con el fin de resucitar el añejo movimiento Werewolf.

Este movimiento, el Werewolf de origen alemán, también tuvo sus homólogos en otras naciones con ciertas similitudes a lo largo de la historia. Pero si algo ha quedado patente hasta nuestros días, es que sí puede considerarse como uno de los gérmenes impulsores o inspiradores, junto con otros movimientos similares, de organizaciones como la red “Stay Behind”, cuyos efectos han quedado patentes a lo largo de otra guerra, la denominada Guerra Fría, y que contaron entre sus filas con antiguos miembros del NSDAP y del Werewolf expertos en la lucha anticomunista.

El ejército secreto de la OTAN, la Red Saty Behin y la operación Gladio

Recién finalizada la Segunda Guerra Mundial, inmediatamente da comienzo otro conflicto bélico no armado y que perduraría hasta el año 1991. Esta contienda bélica sería conocida como la “Guerra Fría”, un enfrentamiento político, militar, social, económico e informativo que enfrento al bloque Occidente (occidental-capitalista) liderado por Estados Unidos, y al bloque del Este (orienta-comunista) liderado por la Unión Soviética. Sin embargo, mucho antes de que diera comienzo esta página de la historia militar, el primero ministro de reino unido Winston Churchill ya dio la voz de alarma en diversas ocasiones manifestando abiertamente que los ejércitos del este liderados por el dictador soviético Iósif Vissariónovich Dzhugashvili, más conocido como Iósif Stalin, pretendían tarde o temprano invadir Europa. Al parecer, no solo tenía razón, sino que sus palabras no quedaron en saco roto.

El 4 de abril de 1949, en Whasinton, se crea una alianza militar-intergubernamental con sede en Bruselas y que tenía como objetivo defender a cualquiera de los estados miembros de un ataque proveniente de una potencia externa. Esta coalición es conocida como: La Organización del Tratado del Atlántico Norte (en inglés:North Atlantic Treaty Organization, NATO; en francés: Organisation du Traité de l’Atlantique Nord, OTAN), o también denominada la Alianza Atlántica. En ese momento, se pone en marcha toda una maquinaria militar, propagandística, de espionaje y terrorismo sin precedentes. Por un lado, la OTAN para combatir y derribar el bloque comunista durante la guerra fría, reparte por medio mundo, estaciones de radio que se supuestamente tenían como objetivo inundar los países que se encontraban más allá del telón de acero con propaganda anticomunista. Las invisibles guerras de las ondas se caracterizan especialmente por su increíble naturaleza ofensiva: si tratas de silenciar mi emisión me moveré a otra frecuencia mientras trato de interceptar tus retransmisiones propagandísticas. Por otro lado, la Organización del Tratado del Atlántico Norte, despliega lo que a posterior sería conocido como El ejército secreto de la OTAN, la Red Stay Behind o la Operación Gladio, cuya existencia fue reconocida por el Primer Ministro italiano Giulio Andreotti, el 24 de octubre de 1990, y que estaban financiadas por la CIA y el M16.

Emblemas «Operación Gladio» (arriba) y la «Red Stay Behind» (abajo).

Este operativo fue puesto en marcha por organizaciones secretas de varios países de la alianza Atlántica, listas para actuar en caso de que un enemigo atacara su territorio. En este caso, los movimientos de partisanos y de la resistencia, cuyos miembros en su gran mayoría habían pertenecido al partido Nazi o a las temidas SS y que no fueron juzgados, pero si reclutados y reasignados a nuevas tareas después de la operación “Paperclip” (20 de julio de 1945), fueron repartidos por todo el bloque del Este a la espera de nuevas órdenes. Tenían la labor de actuar como espías detrás de las líneas enemigas e incluso, ir mucho más allá. Las operaciones podían cubrir pequeñas zonas o tener capacidad de poder reaccionar ante la conquista de todo un país y estaban dirigidas desde la OTAN por Reinhard Gehlen, general de la Wehrmacht de Adolf Hitler durante la Segunda Guerra Mundial, con el puesto de jefe de contra-inteligencia en el Frente Oriental.

Reinhard Gehlen

Estos soldados clandestinos, listos para actuar, eran activados mediante mensajes de radio encriptados. Los Estados Unidos volvían a seguir la misma táctica que habían utilizado durante el “Desembarco de Normandía”. A través de sus servicios especiales, la BBC radia al continente mensajes regulares para alertar a la resistencia francesa acerca del día exacto del desembarco. Uno de aquellos versos, cuya autoría se acuña al célebre poeta Paul Verlaine, fue emitido el 1 de junio:


Les sanglots longs des violons de l’automne…”

Los franceses, miembros de la resistencia que reconocieron en el acto la “Chanson d’automne” (Canción de otoño), contuvieron el aliento. ¡La liberación de Francia se presume próxima! La segunda parte de ese esperado mensaje tuvo que esperar hasta pasadas las 21:00 horas del 5 de junio de 1944. ¡La invasión está a punto de comenzar!

“…Versen (Blessent en el original) mon cœur d’une langueur monotone”.

¡Quién lo iba a decir! ¡Un simple fragmento de un poema simbolizaba el inicio de la invasión! Tras escuchar el mensaje en clave, centenares de miembros de la resistencia francesa, en el área de Normandía, desempolvan sus armas y abandonan sus escondrijos para dar comienzo a una amplia operación de sabotaje. Cualquier instalación relevante o red de comunicación alemana debe ser hostigada o puesta fuera de servicio lo antes posible para facilitar la labor a las tropas angloamericanas que, en cuestión de horas, llegarán a Francia.

En este caso los mensajes de radio y camuflados en simples programas de economía, deporte, política, música o ocio, solo podían llegar de una emisora que no pudiera ser interceptada. Situada en un lugar estratégico, lejos de las líneas enemigas, bajo protección de un gobierno altamente anticomunista y que tenía en su territorio bajo su mando a la mayor de las redes Gladios. Un lugar que albergará suficiente potencia y con la pantalla del mar de fondo para permitir que los rebotes en el agua de la señal de onda corta traspasarán el telón de acero y así alcanzar mejor los territorios soviéticos. Tan solo había un transmisor que cumpliera con estas características. La emisora anticomunista más importante del mundo: Radio Liberty de Pals.

Desembarco de Normandía.

España, centro de operaciones de Gladio

Supervisada por El National Committee for a Free Europe (Comité Nacional para la Europa Libre) fundado en 1949 en la ciudad de Nueva York, y subvencionada por el Congreso de los Estados Unidos, la CIA y fondos privados (en diversas ocasiones la emisora negó su conexión con la CIA- una acusación que se haría en más ocasiones- y aseguraba que su labor era meramente «informativa y cultural»), Radio Liberty en un primer momento debía ser emplazada en las islas Azores. Sin embargo, el gobierno de Portugal pedía una gran cantidad de dinero por los terrenos y finalmente las negociaciones no llegaron a buen puerto. Es en este momento cuando el primer ministro británico, Winston Churchill vuelve a interceder en esta operación. En este caso, insta al presidente de Estados Unidos y ex general de la II Guerra Mundial, Dwight Eisenhower para negocie con el gobierno del jefe nacional católico español y que este acceda a cederle no solo protección sino, además, un lugar idílico y lejos de cualquier peligro para poder construir la mega estructura que sería el corazón de la Operación Gladio. El lugar elegido fueron unos terrenos de más de 300,000 cuadrados que los americanos compraron y después cedieron al Gobierno español en la playa de Pals. A cambio, el gobierno norteamericano accedió acordando en 1953 a gobernar conjuntamente con su régimen fascista, a cambio de unas migajas de tecnología, su entrada en la UNESCO, ayuda económica, misiles y mediante la implantación de bases militares en territorio español, como la base “LORAN” situada en el Estartit o la base de vigilancia aérea “Eva4”, situada en Rosas y que tenía contacto directo con la base de Torrejón de Ardoz. Ambas, a escasos km de Radio Liberty, con lo cual se aseguraban que la punta de lanza de estas redes clandestinas más allá del telón de acero estuviera protegida y custodiada en todo momento. Sin embargo, había un trasfondo más oscuro.

El escritor Daniele Ganser refiere esta idílica relación entre la España fascista de Franco y las democracias “avanzadas” occidentales en su libro”Los Ejércitos Secretos de la OTAN”, en concreto en su capítulo 8 llamado La Guerra Secreta en España: Whashington y Londres, que no habían tenido el menor escrúpulo en permitir que el general Franco acabara con la República Española, tampoco tuvieron el menor reparo en establecer un alianza con el Caudillo, haciendo borrón y cuenta nueva con la dictadura. Sin embargo, hay que entender que después de la Segunda Guerra Mundial, el único país de Europa que no había sucumbido al comunismo era la España de Franco. Por este motivo empiezan las negociaciones con él. Pero, ¿porque tomarse tantas molestias para una simple emisora de propaganda?

Imagen actual de como ven los países del Este a Radio Liberty.

Las confesiones de un miembro del servicio militar secreto belga, André Moyen, pusieron de relieve que agentes españoles de la inteligencia militar franquista habían estado implicados totalmente en el manejo de la red española de Gladio. Siendo Carrero Blanco quién crea vínculos con los ejércitos terroristas de Gladio y los utilizó como una suerte de experimento de terrorismo de Estado a baja intensidad con el objetivo de perseguir a la disidencia en las universidades españolas y en otros frentes, incluidos los sindicales. Una pieza perfecta para los objetivos e intereses de la CIA a la hora de controlar a los movimientos comunistas e izquierdistas españoles. La Red Gladio en España fue conocida como los GAL(Grupos Antiterroristas de Liberación) el CSID (Centro Superior de Información de Defensa) el SECED (Servicio Central de Documentación) y el CNI (Centro Nacional de Inteligencia). El mismo Moyen había participado directamente en la Operación Gladio y en misiones secretas contra los partidos comunistas de numerosos países.

Latidos de Libertad

Su programación era minuciosamente confeccionada y organizada en los estudios de Munich. Al estar estos cerca del telón de acero los servicios de contra-inteligencia era un activo muy valioso, sobre todo a la hora de crear el contenido que sería supervisado por Estados Unidos y a posterior reenviado a Radio Liberty para su emisión en más de 16 lenguas (siendo la rusa la única que ocupaba la franja horaria completa de 24hr). Un triángulo altamente efectivo y peligroso. Esto lo sabían los soviéticos y Radio Liberty se convirtió en un enemigo a batir. Cada párrafo, cada verso tenía que ser milimetricamente estructurado y revisado, para que aquellos que escucharán las emisiones y las tuvieran que descifrar mediante una guía de “códigos de asalto” no tuvieran ningún problema. Esto también explicaría porque Radio Liberty nunca podía dejar de emitir. Un parón en su programación equivalía a un mensaje incompleto, un mensaje incompleto equivalía a una orden que no se llevaría a cabo por falta de información.

Un claro ejemplo de lo que significaban y como actuaban los estudios de Munich, lo encontramos en la secretaria Heidrun Hofer, quién siendo trabajadora en el Departamento IV del BND (la agencia extranjera del gobierno alemán) organización vinculada con la Red Stay Behind, es reclutada por la STASI en 1970. Conocidos como los “agentes”, estos se preparaban para una invasión de los ejércitos del Pacto de Varsovia.

Documentación perteneciente a los servicios secretos polacos desclasificada en 2007 proporciona detalles excepcionalmente interesantes, como el alcance, la potencia o el número de agentes de algunas de las estaciones situadas en la Alemania Occidenal, pertenecientes al Bundesnachrichtendienst (BND), los servicios secretos de la RFA.

La Voz Oculta de Radio Liberty

Tal y como se plantea el fenómeno de los mensajes encriptados, da la impresión de que se trataba de algo muy complejo, pero como veremos era una tarea bastante simple. Siguiendo una tabla de equivalencias o códigos de asalto, el proceso de encriptación consistía en primer lugar en la asignación de una letra a una palabra de un verso concreto de un programa radiado. El agente encargado de esta tarea sabía de ante mano la programación, el día concreto y la hora exacta a la que debía estar escuchando. Una vez hubieran pasado los días y el mensaje estuviera completo, este se encargaría de escribir el contenido a máquina y hacérselo llegar al resto de células durmientes. Sin embargo, a día de hoy, los códigos exactos que engloban el proceso de Radio Liberty son del todo desconocidos.

Después de los escándalos por la distribución de documentos secretos de WikiLeaks y las revelaciones de Edward Snowden en 2009, mucha información secreta salió a la luz, entre ellas la manera de operar con máquinas de escribir y la forma de enviar mensajes codificados. Tal y como expreso el ex agente de inteligencia soviético Viktor Suvorov, en una entrevista con Boris Maksimov para la de BBC Rusia: Se escribía a máquina una única copia. Luego se le entregaba a un especialista en cifrado, él hacía una copia del documento en microfilm, que se colocaba en contenedores especiales con ácido. Esos contenedores se colocaban en valijas diplomáticas; si alguien trataba de arrebatar la valija, el correo liberaba el ácido con un botón y destruía el microfilm. Si el maletín llegaba en forma segura a la Unión Soviética, se nos avisaba y debíamos destruir el original», contó Suvorov.

Interior edificio «Diésel» (arriba) y del «Master Control» (abajo). Fotografía obtenidas de la web: http://www.radioliberty.org/

Y cabe destacar especialmente que de los casi 300 trabajadores con los que contaba la emisora en sus inicios, casi ninguno de ellos sabía de este trasfondo de Radio Liberty, aunque algunos nos han relatado que sospechaban que no era una emisora normal y corriente. Sin embargo, otros, aquellos que tenían un perfil más concreto, por lo contrario, finalmente han reconocido saber de su vinculación con Gladio y conocer existencia del contenido de los programas que se emitían. De hecho, cada espacio era minuciosamente escuchado y transcrito a máquina, y si en algún momento se mencionaba algo de España tenían una línea telefónica directa con el despacho de Franco, al cual le informaban de dicho contenido y este decidía si activaba sus ejércitos secretos GLADIO para una contraofensiva. Algo que nos hace sospechar que, quizás aquellos que tenían este cometido, eran en cierta manera miembros de Gladio y que una vez transcritos todos los programas además de mandarse por las ondas, los textos se enviaban a direcciones postales francas donde alguien debía recibirlos y desencriptarlos.

Entonces, y sabiendo que desde las instalaciones de Pals no se elaboraba ningún programa y tampoco se emitía en directo, ¿porque escoger a ciertos empleados que habían sido víctimas del comunismo o del fascismo y que supieran diversos idiomas? ¿porque no coger a simples operarios que pusieran en marcha las emisiones? Quizás esta sea la respuesta. Algo que en un principio pudiera parecer irrelevante, nos llevo a plantear ciertos interrogantes realmente curiosos, como la vida de las personas implicadas en el funcionamiento y mantenimiento de las emisoras, como el origen y pasado de aquellos que escucharon todos aquellos programas durante horas y horas.

Los perfiles de los empleados.

Sin lugar a dudas cualquier misterio con una base sólida despierta el interés inmediato de cualquier individuo que se tope casualmente con ello. Y los habitantes de la población costera de Pals no tardaron en darse cuenta de que todo aquello no era normal. Desde la adquisición de los terrenos en 1958 y desde que dieran comienzo las obras de construcción del edificio principal, de la primera carretera asfaltada que unía la población de Pals con la playa, de los gigantescos hangares que contenían los seis transmisores de onda corta de 250 kw cada uno o generadores diésel que aseguraban que las instalaciones no dejarán de funcionar nunca, la estación eléctrica que podía proporcionar electricidad a una población entera, la valla perimetral diseñada y construida por el servicio secreto israelí, o más conocido como el MOSAD o las inmensas antenas distribuidas por las 33 hectáreas de terreno de las cuales, las más pequeñas alcanzaban los 78 metros de altura, y las dos más altas, situadas en los extremos, llegaban hasta los 165 metros, Radio Liberty se convirtió en un auténtico hervidero de especulaciones y elucubraciones. Una pieza perfecta para los servicios de inteligencia de Estados Unidos. Si quieres esconder un secreto, ponlo a la vista de todos. Pero el verdadero secreto, el verdadero motor de esta emisora de libertad eran algunos de sus empleados.

Desde su primera emisión el 23 de marzo de 1959, con la mítica frase “Habla Radio Libertad” hasta la última el 25 de mayo de 2001, por las instalaciones de Pals, pasaron auténticos personajes dignos de libros de historia. Hemos podido contactar con algunos de ellos y esto fue lo que nos contaron. Hay que resaltar que ante todo vamos a salvaguardar el anonimato.

  1. El empleado número uno entro a trabajar en Radio Liberty después de la Segunda Guerra Mundial. Estuvo preso en un campo de concentración en Ucrania y una vez las tropas alemanas los liberaron lo reclutaron y sirvió durante la contienda militar en la temida fuerza aérea nazi, la Luftwaffe, comandada por Herman Göring. Una vez los aliados llegan y liberan Berlín el decide venir a España y gracias a su pasado y la gran cantidad de idiomas que sabía, entra a trabajar como interprete y traductor en Radio Liberty. El reconoció la existencia de Gladio y su vinculación con la emisora de Pals, además, aseguro que la emisora tenía una doble función. Como escudo para parar a las fuerzas invasoras y como lanza, para liberar a los pueblos oprimidos. Curiosamente el emblema de la Red Stay Behind es un escudo y una espada. ¿Nos quería revelar algo con este símil el traductor de Liberty?
    Empleado número 1 entrevistado por Jorge Ríos (arriba), abajo, una fotografía de su juventud cuando servía ne la fuerza aérea alemana.

     

  2. El empleado dos, fue otro de interpretes de Radio Liberty en sus inicios. En este caso, entre técnicos alemanes y estadounidenses. Sin embargo, tenía un pasado semejante al del empleado uno, pero sin haber llegado a combatir en la Segunda Guerra Mundial. Hijo del director de la biblioteca Nacional de Budapest, al fallecer su padre él y su familia se convierten en refugiados políticos y a la edad de siete años les ofrecen la posibilidad de venir a españa pero con la condición de que estudiara en el Colegio Alemán de Barcelona, Allí, sería adoctrinado en los ideales del nacional socialismo. Se conoce que tenía inclinaciones políticos afines con el partido terrorista croata USTASE, dirigida por Ante Pavelic, y estrechamente unido al partido NAZI. Incluso su hijo, el cual también fue trabajador de Radio Liberty, nos relato como en varias ocasiones asistía junto a su madre a reuniones que su padre mantenía con ex mienbros del partido Nazi. En su casa se recibía periódicamente la publicación USA anticomunista titulada: Common Sense. Sus familiares también nos relatan como tenía un diploma o placa en una pared donde el dirigente de la USTASE, , le agradecía sus servicios. Fue después de una visita de la policía secreta que aquella mención desapareció. Además, era íntimo amigo del director de aquel momento de la emisora. Un lujo del que no todos podían presumir. Hasta el fin de su carrera en Radio Liberty, mostró abiertamente su parte más dura contra el comunismo.

    Empleado número 2 en su juventud (abajo). Arriba, con un compañero en las antenas de Radio Liberty.

     

  3. El empleado tres, fue lo que a día de hoy se conoce como una niña de la guerra. Paso parte de su infancia en la unión soviética y ejerció en Radio Linerty como interprete y traductora debido a la gran cantidad de idiomas que sabía, y siempre se mostró a favor del comunismo. Tal es así, que el propio Santiago Carrillo venía a pasar los veranos en su casa de Palamós.
  4. El empleado cuatro entro a trabajar en las instalaciones en los últimos años de Radio Liberty como Técnico Superior en Telecomunicaciones y jefe de turno. Desde el primer momento supo que no era una radio normal y corriente, pero él se limitaba hacer su trabajo y a no hacer preguntas. Sin embargo, nunca entendió porque no podían dejar de emitir y si esto sucedía, la cantidad de problemas, informes y explicaciones que debían dar. En una ocasión en la que salvo una de las emisiones recibió una carta del propio presidente Clinton agradeciéndole tan encomiable labor. Señalo además a diversos compañeros por sus perfiles como posibles candidatos de la Red Gladio. Recuerda como cada año varios agentes del FBI le hacían una entrevista a él y otros compañeros en la cual se desvelaban secretos de su vida íntima y pasada que él nunca contó, además recuerda una frase que estos agentes solían repetir: si nos cuentas la verdad y no mientes en nada de lo que sabremos todo irá bien. Del mismo modo, recordaba otra conversación con un compañero más veterano que él en la emisora de Pals y que se encargaba de todo el mantenimiento de las antenas donde este le dijo: si te contará todo lo que sé, nos meteríamos en grabes problemas
    Acreditación acceso Radio Liberty empleado número 4.

     

  5. El empleado cinco, también entro a trabajar en las instalaciones cuando esta daba sus primeros pasos como interprete. Lo curioso de este perfil es que cada vez que llegaba un barco soviético al puerto de Palamos, sus tripulantes iban a buscarla a su casa. La pregunta es ¿quién desde los países del Este les informaban de a quién tenían que ir a busca y por qué? Recordemos que trabajaba en una emisora que intentaba derrocar el régimen comunista con lo cual, mantener conversaciones con ciertas personas podría considerarse traición.

Las Secuelas de Gladio

Muy pronto quedó evidenciado que el verdadero objetivo de las redes Gladio era mantener un estado de tensión en los países del Este, dirigido contra los movimientos de izquierda y dar las justificaciones para el establecimiento de gobiernos de derecha favorables a EE. UU. Pero pronto se extendió como una tela de araña a países que estaban fuera del conflicto bélico conocido como la Guerra Fría, llegando incluso a cruzar el Atlántico. Durante casi 60 años perpetraron autenticas masacres, algunas de las acciones insurgentes y terroristas que llevaron a cabo fueron: En Italia, las masacres de Peteano en 1972, de la Piazza Fontana en 1969, de la estación de trenes de Bolonia en 1980, y el fallido Golpe Borghese en 1970.El asesinato del Primer Ministro Aldo Moro, llevado a cabo por las Brigadas Rojas en 1978. En 1967 en Grecia, las fuerzas de Gladio estuvieron involucradas en el golpe de Estado que inició la Dictadura de los Coroneles. En Turquía, la Contraguerrilla (Counter Guerrilla), nombre de la rama turca de Gladio, se relacionó con la masacre de la plaza de Taksim, en 1977 en Estambul, y también con el golpe militar de 1980. En España, miembros de la rama italiana de la operación Gladio participaron en los Sucesos de Montejurra durante la Transición. Estuvieron profundamente infiltrados en los mecanismos de la España franquista y del conjunto de la Transición. Igualmente algunos autores indican que el Caso Scala (montaje policial-judicial desatado contra las organizaciones anarquistas españolas) en enero de 1978, y bastantes de los atentados efectuados por los grupos ultraderechistas, fueron también apoyados, cuando no orquestados, por Gladio. España tuvo núcleos en San Sebastián, Barcelona, Madrid y las Islas Canarias. Pero quizás la noticia más importante sobre estas redes clandestinas se daba a conocer el 27/04/2013 cuando la Vanguardia publicaba un artículo donde Andreas Kramer de 48 años e hijo de Johannes Kramer, un oficial de los servicios secretos alemanes (BND) que trabajaba para los grupos terroristas de la OTAN (Gladio-stay Behind), aseguraba que su padre le confeso que fue el autor no solo de la mayoría de los 24 atentados con bomba registrados en el Gran Ducado entre 1984 y 1985, sino también del más mortífero atentado terrorista de la Alemania de posguerra: el de la Oktoberfest de Munich, el 26 de septiembre de 1980, con 13 muertos y 213 heridos, una carnicería nunca aclarada con niños entre las víctimas y muchos miembros amputados.

Atentado de Bolonia perpetrado por Gladio (arriba). Abajo, atentado de Aldo Moro llevado a cabo por los ejércitos secretos de la OTAN.

Los Verdaderos Héroes

Todo lo hasta ahora expuesto sobre la naturaleza de las instalaciones de Pals, no son elucubraciones ni supuestos hechos, todo lo aquí relatado asido contrastado y corroborado por empleados de Radio Liberty y diversas fuentes informativas. Por otro lado, sería imposible detallar todos los atentados y victimas inocentes que sucumbieron a esos mensajes encriptados que llevaron a la Red Stay Behind a ser implacable, y a día de hoy muchos órganos gubernamentales niegan todas esta información. Sin embargo, más allá de todo esto, los verdaderos héroes, los verdaderos libertadores fueron aquellos que durante toda su vida se volcaron en cuerpo y alma con esta emisora anticomunista porque creían en la libertad y en una vida más justa para todos los seres humanos. Nunca debe olvidarse que fue Radio Liberty ni lo que significo para el resto de Europa, como tampoco debe olvidarse a ninguno de los empleados de que en algún momento de su vida, por breve que fuera, pasaron por las instalaciones de Pals. Europa les debe eterno agradecimiento.

Artículo escrito por: Jorge Ríos (Informe Enigma), Pau Roig (Revista del Baix Empordà), y Daniel Ortega escritor.

https://danielortegaescritor.com/

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Jorge Rios Corral
Investigador y divulgador de la temática paranormal. Es director y presentador en Informe Enigma y Enigma en la Onda en Onda Cero Menorca. Colaborador independiente en varios medios de comunicación como el último Peldaño o Rne Barcelona, en Cataluña Territori Magic. Articulista en la revista Mundo Misterioso y Delegado de la Sociedad Española de Investigaciones Parapsicológicas (SEIP) en Gerona y así como coordinador de TCI España en Cataluña. Contacto: enigma-rpa@hotmail.com

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