Hoy veremos uno de esos casos que reúne un poco de todo, misterio, «conspiranoias», evidencias reales, NASA y todo para tratar sobre el desconocido objeto llamado como El Caballero Negro. Aunque bien es cierto que parece el nombre de una película medieval, pero no lo es, no vamos a opinar sobre ninguna película, aunque sí podría valer como guión para hacer una, pues es una buena historia.
El Caballero Negro o Black Knight es el nombre que se le dio a un objeto no identificado, una especie de satélite el cual fue localizado orbitando polarmente durante varios días hace varias décadas. Lo curioso es que cuando fue avistado, corría un año en el que no existía ningún satélite artificial, los primeros serían en el año 1957 con el lanzamiento de los satélites Sputnik 1 y 2 por parte del gobierno ruso. Los primeros avistamientos fueron en el año 1953. En el 1954 se publicaron varios artículos en prensa norteamericana relatando los hechos y alguno especulando de que se trataba de un satélite espía ruso.
Un militar jubilado, el Mayor Donald Keyhoe, aviador naval, daba testimonio de la existencia de al menos dos satélites no identificados orbitando a una altura de entre 700 y 1.000 kilómetros. Este mismo señor informó de la existencia de un proyecto secreto de la armada americana, liderada por el astrónomo Clyde Tombaugh, descubridor de Plutón, dedicado exclusivamente al estudio de estos dos objetos.
Los primeros avistamientos hablaban de la posibilidad de la existencia de dos, no solo de uno. De todas formas los posteriores testimonios solo hablaban de un objeto. Nunca se supieron los resultados del estudio secreto del objeto, ni consta que haya sido desclasificado. Sobre esos años el gobierno británico experimentaba con una serie de misiles de medio alcance para usarlos como cohetes propulsores, muy rápidos y pesados, cuyo fin era poner en órbita satélites, a los cuales curiosamente los llamaban “The Black Knight BK02 “ , “Black Prince” y “Black Arrow”.
Antes de continuar con la cronología sobre los principales avistamientos del objeto oscuro destacaremos que durante la década de los años veinte, un grupo de radioaficionados detectaron unas señales de radio tipo LDE (Long Delayed Echo), unas señales radio con retardos de larga duración, que para aquella época eran todo un misterio. Actualmente hay estudios sobre posibles causas, reflexiones en la ionosfera, reflexiones de ondas solares en las nubes, interferencias en las banda UHF/VHF.
Algunas de estas señales serían estudiadas mas adelante en los años setenta por el astrónomo y escritor de ficción Duncan Lunan (apellido que le viene al pelo) ya que se publicó en la revista Spaceflight (1973), su «lunática» teoría en la cual el mensaje describía un mapa estelar trazado desde la tierra con una antigüedad de 13.000 años. Este mapa estelar se encontraba centrado en la constelación de Bootes. Este mensaje contenía una invitación de los habitantes de la estrella “Izar”, Epsilon Bootis, que realmente eran dos, porque es una estrella binaria. Según Lunan, el mensaje decía:
Comience aquí. Nuestra casa se encuentra en Boötes, en una estrella doble. Vivimos en el sexto planeta de siete, del mayor de los dos soles. El sexto planeta tiene una luna. Nuestro cuarto planeta tiene tres. Nuestro primer y tercer planetas, una cada uno. Nuestra prueba se encuentra en la posición de Arturo, según nuestros mapas.
Algunos ufólogos y pseudos científicos aprovecharon este «hallazgo» y lo relacionaron con la presencia del negro satélite. Incluso fueron más allá al comparar al objeto con la nave Pakal. Nave maya del rey Pakal (Escudo Solar), también conocido como el astronauta de Palenque. Que se encuentra actualmente grabada en la tumba del mismo rey donde se le ve conduciendo una supuesta nave la cual muchos encuentran similitud con el caballero negro. Pero esa es otra historia …
Más adelante en 1960 fue avistado por una de las estaciones terrestres que formaban parte de un proyecto de defensa aérea militar. Lo detectaron realizando dos pases orbitales gracias al radar de defensa aéreo «Dark Fence» que funcionaba por triangulación con estas estaciones. Estimaron que tenía una longitud de unos 6 metros, metro y medio de diámetro y unas sorprendentes 15 toneladas. Además de ir a una velocidad tres veces la normal de los satélites de la época incluso actuales ya que completaba las órbitas entre 30-40 minutos.
Según la versión de la NASA aquel objeto era una parte del cohete que puso en órbita al satélite Discoverer, del programa Corona, el cual se encargaría de hacer mapas y cartografías. Este cohete tuvo un fallo y la capsula cayó a la atmósfera, desapareciendo por completo. Sin embargo la supuesta cápsula no llegaba al metro de longitud y poco más de medio metro de ancho. No coincidía con los datos que habían sido proporcionados en la detección del radar Dark Fence sobre el artefacto.
Años más tarde en 1963 se lanzó una misión a bordo del Mercuri Atlas 9, ocupado por el astronauta Gordon Cooper. Durante esta misión sentó un récord al pasar más tiempo en el espacio. Fue el primer astronauta estadounidense que durmió en el espacio. En su ultima órbita por recorrer de 22, dijo haber visto una nave de forma alargada, de color verde y brillante, justo por delante de su cápsula. Pero la órbita no coincidía con la conocida del caballero, esta vez era de E a W. Este objeto fue también localizado por una estación de seguimiento en tierra en Australia. La versión oficial explicaba la razón de la visión de Cooper. Hubo un problema eléctrico que produjo una pérdida de dióxido de carbono provocando alucinaciones al piloto. El viaje del astronauta fue reportado por la NBC y a los periodistas se les prohibió preguntar por el avistamiento en su aterrizaje, quedándose zanjada la noticia.
En el año 1998 durante la misión del transbordador Endeavour en el vuelo el STS-88, el cuál fue su primer vuelo a la ISS, se fotografió un objeto similar al caballero negro. Son las fotografías que más circulan en relación al caballero negro, sin embargo la NASA una vez más informó que eran partes desechables del transbordador, que era un panel térmico que se había desprendido y que cayó a la atmósfera. Las fotografías fueron realizadas por los astronautas de dicha misión, y publicadas abiertamente en la página de la NASA. Pero más tarde desaparecieron y volvieron a aparecer detallando que eran trozos de chatarra espacial. Las últimas fotografías existentes son desde la ISS donde aparece una nave oscura.
La existencia de tantos testimonios y de fotografías de un extraño objeto durante muchos años nos hace pensar de que quizás si existió algo extraño ahí arriba, orbitando y vigilando al planeta azul durante décadas o siglos o milenios, de origen desconocido, construido por alguna civilización avanzada. Esperemos que algún día no muy lejano la NASA revele al mundo sus estudios sobre este objeto de origen desconocido. Aunque antes nos deberíamos preguntar si la humanidad está preparada para asimilar la existencia de vida alienígena y sino deberíamos de empezar a prepararnos porque más tarde o más temprano creo que será una realidad…