Desde tiempos inmemoriales, los animales han seguido al hombre en las guerras. No podemos imaginar las guerras por ejemplo de la Edad Media y las Conquistas de unos reinos llevadas a cabo por ejércitos de otros reinos, sin los caballos que acompañaban a esos soldados. Les servían de montura, y en ocasiones de hambruna, de sustento.
No son pocos ademas, los casos de animales concretos que han pasado a la historia, como si de soldados se tratase. Sin embargo, no hay que viajar siglos atrás para comprobar como los animales han sido utilizados en las guerras. Y no solo en tierra firme.
Los cetáceos, y especialmente los delfines, son inteligentes y veloces. Se desenvuelven perfectamente en el medio acuático que les sirve de hogar. Pues bien, en las últimas décadas, los ejércitos de algunos países los usaron como arma. En concreto fueron el ejercito de Los Estados Unidos y la ya desaparecida Unión Soviética. Eran entrenados militarmente para detectar minas enemigas, o como espías para comprobar la presencia de embarcaciones o buzos enemigos, a los que mas tarde podían también atacar como parte de su entrenamiento. Incluso tenían su propia unidad dentro del ejercito, la llamada «Unidad de Mamíferos Marinos».
En el Golfo Pérsico, los delfines son adiestrados para el dragado de minas y la detección de buceadores. Se los entrena para que coloquen minas magnéticas en los cascos de las embarcaciones enemigas. No se trata sin embargo, de una labor suicida, ya que el delfín huye tras la colocación de la bomba y puede ser empleado en trabajos posteriores.
Este tipo de entrenamientos también se ha realizados con otras especies de mamíferos marinos como focas o leones marinos.
En 2013 se produjo una noticia cuanto menos insólita. En Ucrania, un grupo de delfines que habían sido entrenados militarmente se escapo de una base de la armada del país en el Mar Negro. Ocurrió en Sebastopol, en la Península de Crimea. Un grupo de cinco delfines machos que estaban siendo entrenados (y probablemente portaban armas en sus cuerpos), se escaparon al perseguir a una hembra por la zona. Se dio mucha importancia al hecho de recuperar a esos delfines cuanto antes. Incluso se pidieron barcos extra y maquinaria de sonar para intentar localizarlos. El gobierno del país intento sin embargo, disimular al máximo posible la noticia, llegando incluso a decir que se trataba solo de información malintencionada tratando de interferir con el inicio de la temporada turística en la región.
Los entrenadores y militares dejaron claro que durante la época de celo los delfines dejaban automáticamente de obedecer, y solían perseguir a las hembras. El hecho ocurrió ademas en pleno inicio de la época de celo para estos animales.
La convenciones internacionales prohíben desde hace décadas el uso de delfines, ballenas pequeñas u otros mamíferos marinos en maniobras militares. Sin embargo, en el mundo aun quedan dos centros donde se entrena militarmente a los delfines. Uno de ellos es el ya mencionado en Sebatopol, Ucrania. El otro esta en San Diego, California.
