Hacía tiempo que no escribía un artículo sobre algo acontecido en primera persona. Creo que ya va siendo hora de dar a conocer una serie de fenómenos los cuales califico como mínimo de curiosos. Llevo ya varios años dedicando mis ratos libres, que son pocos, a la observación y a la caza de objetos extraños, de objetos aparentemente no identificables. El detonante que me ha animado a empezar a escribir una serie de artículos sobre mis experiencias ha sido la última captura que he podido realizar hace tan solo unas semanas. Se trataba de un objeto muy extraño, que como en otras observaciones se desplazaba despacio y sigiloso, como vigilante de un valle, esta vez en plena Sierra de Cádiz.
Desde pequeño me ha llamado la atención siempre el cielo, sobre todo el cielo nocturno. Me quedaba como poseído contemplando a las estrellas, a los planetas, a las constelaciones, y sobre todo a la Luna. Muchas son las horas que he podido pasar al relente de las noches con mi equipo fotográfico y con mi visor nocturno casero. Siempre he sido muy curioso y observador y he querido o intentado dar respuesta a aquello que resultaba extraño o inexplicable a simple vista.
Durante mis observaciones he podido contemplar estrellas centelleantes, planetas del sistema solar, satélites orbitales y geoestacionarios, estaciones espaciales como la ISS o la Tiangong-1, globos o farolillos chinos, fenómenos meteorológicos y el archiconocido dron y comodín para cualquier avistamiento fuera de lo normal.
Soy un apasionado de la Ufología aunque sea considerada en los círculos científicos y modélicos como una farsa o patraña. Muchos son los divulgadores que desacreditan toda la fenomenología por carecer de modelos y de rigor en los análisis. Piensan que estos objetos que son observados casi a diario en todo el mundo son invenciones de los medios digitales, de investigadores falsos de salón, o que se tratan de prototipos con tecnología secreta militar, aunque se expongan públicamente. Otros investigadores intentan aportar ideas nuevas o más desarrolladas desde el prisma de la sociología, la psicología o la psiquiatría. La mayoría de ufólogos intentan dar respuesta al origen de estos objetos. Algunos teorizan de que estos visitantes proceden de los confines del cosmos y que quizás se materializan a través de puertas dimensionales, de vórtices o de agujeros de gusano. Otros piensan que se encuentran entre nosotros desde hace milenios, escondidos en sus bases submarinas o subterráneas. Los más innovadores teorizan con la interacción de un agente externo que condiciona de alguna manera al testigo provocando proyecciones del objeto e incluso son capaces de materializarlo.
Lo cierto es que existe una gran mayoría de imágenes y vídeos de estos objetos que son publicados en medios digitales y redes sociales que son totalmente falsos. Consiguen desacreditar, a propósito o no, al otro pequeño porcentaje, al que es misterioso e inexplicable. También existen medios e investigadores que se aprovechan e inventan teorías y mentiras sobre estos extraordinarios hallazgos. Son unos expertos en modelar la información a su conveniencia para conseguir miles y miles de «likes».
Para mí muchos de los avistamientos OVNI tienen su explicación utilizando estos argumentos. Basándome en una serie de herramientas y conocimientos básicos, logro en la mayoría de las veces identificarlos y averiguar la verdad. Bajo mi humilde opinión creo que hay fenómenos realmente extraños cuyo origen podría no ser conocido.
A mi favor comentar que tengo una formación académica superior. Soy ingeniero electrónico y trabajo como ingeniero de sistemas. He trabajado en empresas especializadas en sistemas de defensa y aeroespacial. Por tanto creo que poseo algunos conocimientos de tecnología militar y de sistemas tácticos. Sin embargo también tengo una parte dentro de mí, un tipo de instinto que me transmite sensaciones únicas e inquietantes cuando tengo delante algo que se escapa a la razón, o a lo cotidiano. Creo que es necesario dar a conocer toda la información que poseo a aquellos interesados en el fenómeno y que entre todos podamos obtener respuestas.
Entorno
En esta ocasión nos desplazaremos a un lugar mágico e increíble, un lugar que fue habitado en épocas megalíticas, por donde pasaron romanos, musulmanes e incluso bandoleros. Un lugar entrañable conocido como el balcón de los Pueblos Blancos, un lugar en la Sierra de Cádiz limítrofe con la Serranía de Ronda, se trata del pueblo de El Gastor. Sin llegar a dos mil sus habitantes, se encuentra este municipio enclavado en un bello paraje rodeado de valles y montañas como el Pico Lagarín. Lugar bellísimo que te atrapa desde que lo visitas por primera vez.
He de contaros que no es la primera vez que recojo fenómenos en este lugar. Hace justo un año. Estuve dos días de observaciones pudiendo obtener dos vídeos de un objeto que surcó los valles colindantes. Más adelante publicaré un artículo describiendo esta observación, aportando datos e información relevante.
Esta vez todo comenzó desde una casa rural situada en una loma, conocida como La Colina. Es una casa que se puede alquilar para pasar unos días en familia en donde reina una calma embriagadora que se rompe a veces por ladridos lejanos de perros.
Equipos
Cuando atardece empiezo a desplegar todo mi aparataje. Consiste de una cámara de fotos bridge Lumix FZ-72 provista de zoom óptico de 65x, la cual me acompaña siempre en todas mis salidas. Una cámara réflex Canon 1300 D con dos objetivos para fotografías el cielo nocturno. También monto un visor nocturno hecho con un tubo intensificador P8079HP. Le acoplo una cámara de video Sony hdr CX-240E. Y mi última gran adquisición y con el que espero tener muchas alegrías, una cámara Nikon P-1000, la reina de los aumentos, una máquina increíble capaz de alcanzar los 125x de zoom óptico con unas características excepcionales.
Por desgracia soplaba viento del suroeste durante casi todo los días interrumpido a veces por viento del norte y de poniente. El cielo se cubrió de nubes bajas, las cuales se desplazaban a gran velocidad lo que provocó que las estrellas y planetas no se dejaran ver como yo deseaba. Pese a esto no decliné de dejar de observar el cielo y el paraje que me rodeaba. A parte del equipo de fotografía y de visión nocturna suelo llevar un prismáticos astronómicos Celestron de 25×70 mm y un visor nocturno más manejable para la observación rápida, un Yukon NV 5×60.
Observación
Mi modus operandi consiste en seleccionar una zona del cielo y dejar grabando vídeo con el visor nocturno de tubo intensificador. Suelo dirigirlo hacia zonas donde el cielo está más despejado, en este caso en dirección Norte (con la estrella Polaris o Polar como referencia). Aun así voy variando cada cierto tiempo la dirección donde apunto. A la vez tengo montadas las cámaras de foto listas para disparar en pocos segundos por si observo algo de interés. La duración de mis observaciones suelen estar comprendidas de entre 4 a 5 horas seguidas. Voy equipado con baterías de respeto y varias tarjetas de memoria.
Durante las primeras horas del día primero, la noche del 17 y madrugada del 18 de mayo, no veo nada anómalo que no pueda tener explicación. Como de costumbre con visión nocturna suelo grabar numerosos objetos cruzando el cielo. Algunos más inquietantes que otros aunque la mayoría podrían son satélites de comunicaciones, aviones, aves y con suerte ver algún bólido. Este primer día lo di por concluido a eso de las 3:30 horas de la mañana sin haber visto en directo nada que me llamara especialmente la atención.
Durante la segunda noche, día 18 y madrugada del 19 realizo la misma programación. Grabo con el visor nocturno hacia ciertas direcciones que considero de mejor visibilidad. Hay que decir que estuve todo el fin de semana alumbrado por una preciosa luna gibosa creciente. Me provocaba una iluminación extra a las noches de observación afectando negativamente a la grabación de visión nocturna.
Durante estos años he podido comprobar que los objetos de interés o anomalías suelen presentarse cuando uno no está vigilante, cuando estoy ocupado con otros quehaceres, cuando menos te lo esperas. Es algo increíble pero cierto, ya me ha ocurrido en numerosas ocasiones.
Esta vez ocurrió de nuevo cuando estaba ya dando por terminada mi última jornada de observación del fin de semana y ayudado por un nublado casi total del cielo. Tenía todos los aparatos guardados y me disponía a concluir. No había visto ningún fenómeno destacable. El visor nocturno es el último que apago siempre y lo dejo grabando unos minutos de regalo. Debido al nublado del cielo grabé durante muchos minutos al valle que tenía delante. Nunca se sabe lo que te puedes encontrar cuando revisas las horas y horas de grabaciones.
Eran las 02:10 de la mañana y veo de casualidad y con el rabillo del ojo la presencia de un objeto que a primera vista me pareció un avión o un helicóptero. Sin embargo me llamó la atención su vuelo, era a baja cota por en medio de un valle rodeado de montañas. Este vehículo no parecía estar siguiendo ninguna aerovía aérea comercial. Tampoco emitió en ningún momento ruido de motores o turbinas, ni antes ni durante ni después, por eso estuve a punto de ni verlo.
Al fijarme más en las características observo que en aquel objeto había algo extraño. Lo que primero que me llama la atención es que no tenia luces de navegación convencionales fijas. No poseía luz verde de estribor, en su lado derecho, que es el que veía yo.
No tuve mucho tiempo de observarlo, todo fue cuestión de segundos. Corrí hacia una de las cámaras que tenia guardada, en concreto la Nikon P1000. La cogí y enfoqué directo al objeto utilizando un poco de zoom óptico. Tan solo pude disparar dos fotografías antes de que desapareciera de mi campo de visión.
Poseía una luz roja anaranjada que parpadeaba delante y detrás del objeto y alternativamente, estimando más de un segundo de duración en cada lado. Era una luz y parpadeo diferente, parecía estar formada por varias luces, no era la típica luz o piloto que llevan helicópteros o aviones, siempre encendidas. Si os fijáis en la primera fotografía la luz naranja aparece en un lado y en la segunda en otro.
En medio del objeto se apreciaban también una serie de luces blancas que no pude apreciar con detalle debido al poco tiempo que le pude dedicar. Los aviones llevan luces blancas parecidas, una luz trasera blanca en la cola, dos luces blancas conocidas como Landing, que pueden ir en la panza, en las alas o en el morro, y sirven para iluminar la pista tanto en el despegue como en el aterrizaje. También blancas llevan las Taxi que se instalan en el tren delantero para iluminar al avión después del despegue o antes del aterrizaje. Por último llevan una luz potente estroboscópica en algún lugar o dos en las puntas de las alas. que parpadean. Espero no haberme equivocado, de todas formas tengo al gran compañero y piloto Iván Castro para rectificarme. Bajo mi opinión creo que de haber sido un avión se hubieran provocado varias estelas con origen en las luces.
La cámara en modo automático disparó en modo RAW y con un tiempo de exposición de 1 segundo. Por esto pienso que el objeto en realidad era de menos longitud de como sale en las fotografías. Al entrar más luz en la cámara se produce un efecto de movimiento, un efecto llamado trepidación. Sin embargo se ve definido el contorno del objeto y algunos detalles, y no aparenta estar muy movida. Después de la segunda fotografía desapareció de mi vista ya que una colina me impedía su seguimiento.
No soy experto en fotografía pero os pongo a continuación los principales detalles de ambas fotografías:
Apertura | Tiempo exp | ISO | Distancia focal | Formato | Tamaño | |
Fotografia 1 | f/4 | 1 s | 1600 | 24 mm | RAW | 25.2 Mb |
Fotografia 2 | f/4.5 | 1 s | 1600 | 54 mm | RAW | 25.2 Mb |
La velocidad que llevaba no era mucha, estimo 30-40 nudos ya que pese a verlo casi justo antes de desaparecer pude ir en busca de la cámara y hacerle dos fotografías. Su altura tampoco era mucha, teniendo en consideración el ángulo de elevación desde mi posición, y la distancia a la base de la montaña que está detrás del objeto al pasar por el valle. Estimo una altura de unos 5.000 pies. Su trayectoria era desde el Este hacia el Sudoeste, en sentido contrario al viento del sudoeste que soplaba. Iba en dirección a un enorme embalse en frente del precioso pueblo de Zahara de la Sierra.
Conclusiones
No sé de qué objeto se trataba, no aprecié ningún ala ni alerón y su tamaño era grande para pensar en un dron. Parecía como si se moviera sigiloso, sin querer levantar sospechas. Podría ser una avioneta de contrabando pero tendría que ir planeando sin motor, además si quisiera pasar completamente desapercibido no llevaría ningún tipo de iluminación. El lugar es una zona tranquila y rodeado de montañas en pleno parque natural, no es un sitio de maniobras militares … que sepamos claro. Hasta que no conozcamos de que se puede tratar lo consideraremos un objeto no identificado, un OVNI de libro.
Lo que si podemos afirmar es que la provincia de Cádiz es una zona caliente de avistamientos de objetos. Algodonales, Arcos de la Frontera, Benamahoma en la Sierra, Conil, Barbate, el Puerto de Santa Maria, la Bahía de Cádiz, Puerto Real. Han sido durante décadas lugares de cientos de avistamientos de estos extraños vehículos, esferas, luminarias.
Seguiré publicando más observaciones, tan curiosas y misteriosas como esta. Espero que os haya gustado y os emplazo hasta la próxima.
En el siguiente enlace podéis también ver un vídeo montaje del avistamiento.
Impresionante, a parte, tan bien narrada que parecia que estaba alli.
Muchas gracias Nacho.