En 2001 vimos en el cine “Tras la línea enemiga”, de los actores Owen Wilson y Gene Hackman, donde un caza americano es derribado sobre Yugoslavia cuando descubre en una zona desmilitarizada fuerzas hostiles que lo atacan. El 19 de Junio de 2008, un helicóptero español de la EUFOR se estrella en Bosnia Herzegovina, sin motivo aparente. De los restos del helicóptero desapareció algo demasiado valioso. Esta es su historia…
Bienvenidos una semana más, dentro de este nuevo año 2017, a mi sección de Misterios Aéreos en Informe Insólito. Después de recabar durante muchos meses datos y más datos sobre esta historia, he conseguido realizar (creo que lo es) un resumen bastante ordenado de los hechos que protagonizan el trágico episodio que os voy a contar, protagonizado por dos patriotas españoles y dos oficiales alemanes. Y para ello viajaremos al año 2008, cuando la misión de la EUFOR en los Balcanes intentaba mantener la seguridad de la población después de una cruel y sanguinaria guerra que provocó la huida de muchos criminales de guerra.
Como contaba en la introducción, el 19 de Junio de 2008, en el monte Jasen, en la República Srpska en Bosnia Herzegovina, se estrellaba un helicóptero militar Bolkow BO-105 con matrícula HA 15-56 (ET 325), de las Fuerzas Aeromóviles del Ejército de Tierra de España perteneciente al BHELA I (Batallón de Helicópteros de Ataque), que tiene su base en Almagro (Ciudad Real) después de despegar a las 11:30 am, media hora antes de la base Camp Butmir. El helicóptero era de fabricación alemana y como éste, había dos aparatos más volando en la EUFOR, en aquella misión de la Unión Europea en Bosnia desde el año 2007. A bordo, dos oficiales alemanes y dos pilotos españoles, el Teniente Santiago Hormigo Ledesma y el Sargento Joaquín López Moreno. Ambos, los pilotos del Bolkow. Todos fallecieron en el accidente. A simple vista, un desgraciado y fortuito accidente en una Misión de Paz que se cobraba la vida de 4 militares; cuando la investigación comenzó, se descubrió que se trataba de cualquier cosa menos de un simple hecho fortuito, hecho lleno de misterio, ocultación y preguntas sin respuesta.
El helicóptero se había estrellado a 20 Km al Norte de Travnik, anunciaba Kerry Corkett, portavoz de la misión de la Unión Europea en Bosnia, en una zona minada y dos helicópteros más de la EUFOR y 50 soldados intentaban llegar al lugar del siniestro. El Bolkow volaba “oficialmente” en una misión de reconocimiento y, según nuestro Ministerio de Defensa, solamente se usaba para tareas de transporte de personal y enlace. El Bolkow siniestrado volaba junto a otro helicóptero español que lo seguía, pero jamás vieron sus tripulantes el accidente. Solamente observaron la enorme columna de humo que los restos dejaban tras la colisión. Automáticamente el Ministerio de Defensa de España enviaba al lugar a la CITAAM (Comisión de Investigación Técnica de Accidentes de Aeronaves Militares) para estudiar las causas del siniestro y averiguar lo sucedido.
En Bosnia había antecedentes trágicos de este tipo ya que en el año 1997, 12 diplomáticos de las Naciones Unidas murieron también en accidente aéreo. Al Sargento Moreno se le ofició un funeral en Colmenar Viejo y al Teniente Hormigo se le velaría en la más estricta intimidad familiar. Antes de llegar a España los dos cuerpos, fueron identificados en el hospital de Sarajevo y despedidos en un funeral por sus compañeros de base Camp Butmir en el mismo Aeropuerto de Sarajevo, donde se les impuso a título póstumo la medalla de la “Operación Althea” de la Unión Europea. Allí estuvo presente, incluso, el Embajador Español en Bosnia Herzegovina, Jose María Castroviejo. A su llegada a España, el Secretario de Estado de Defensa de España, Constantino Méndez, les otorgó la Cruz al Mérito Militar con Distintivo Amarillo.
Tras recibir en España los cuerpos de los pilotos fallecidos, Elena Valenciano, Secretaria de Relaciones Internacionales del Gobierno socialista declaraba lo siguiente: “Mi pesar por el fallecimiento de los militares que han sacrificado sus vidas en una de las misiones más nobles que puede desempeñar el ser humano: trabajar por y para la paz. Es momento de rendir homenaje a todos los miembros del Ejército Español que luchan cada día, en los 5 continentes, por la paz, que trabajan en la reconstrucción de sociedades asoladas por la guerra o por catástrofes naturales y que, en definitiva, dedican sus vidas a ayudar a los que más sufren”. Tras estas declaraciones, comenzaron los misterios y los problemas para las familias de los fallecidos. La familia del Teniente Hormigo denunció un trato denigrante tras solicitar los restos del Teniente, renunció al funeral de Estado pero sus restos no se entregaban. Su familia, tras recibir los restos por fin, se enfrentó en el mismo lugar con el Coronel Méndez de Mingo, superior del Teniente Hormigo, pues los familiares apenas pudieron ver el féretro de Hormigo.
Ambos fallecidos fueron llevados de inmediato a realizar las autopsias pertinentes y cuando las familias llegaron de nuevo a recoger los cuerpos, una vez terminadas las autopsias, se les negó de nuevo el derecho. Un oficial del Ejército les comunicó que sin orden judicial no podían mover un cuerpo de una comunidad a otra. Al día siguiente, cuando llegó la orden, se les volvió a impedir retirar el cuerpo hasta que terminó el funeral de Estado del Sargento López Moreno. Por fin, una vez concluido, pudieron llevarse los cuerpos ambas familias pero la familia del Teniente Hormigo apenas pudo velar sus restos, hecho denunciado por la AUME (Asociación Unificada de Militares Españoles) que exigió responsabilidades por tan denigrante trato. Todo esto en cuanto al trato personal y funerales de los fallecidos. Sorprendente…
Veamos ahora la parte técnica de esta terrible historia, donde nacen los indicios más oscuros y secretos de este suceso. El informe de la CITAAM, que se envía al juez militar, concluye con lo siguiente: “Fallo en el motor izquierdo, causa del accidente del Bolkow BO-105”. El informe ASEGURA que “no se encuentra una causa raíz” y que no hay “certeza absoluta” del origen del fallo. El informe expone: “…el viraje del helicóptero hacia un claro en el bosque, en conjunción con la probable asimetría de potencia del aparato, son indicios de alguna anomalía, como la pérdida de compresor en el motor izquierdo que pudo ocasionar el impacto fatídico contra un árbol que provocó las muertes”. Por lo tanto, el informe descarta un ataque o un fallo humano. Tras conocerse el informe la AUME exigió al Ministerio de Defensa, del que depende la CITAAM, que explicara las decisiones a tomar dado que el Bolkow Bo-105 era un aparato muy antiguo y había tenido 18 incidentes desde el año 1996. El Ministerio de Defensa confirmó que el Bolkow pasó su última revisión dos semanas antes del accidente y se le renovó su certificado de aeronavegabilidad cuatro meses antes.
La AUME denunció públicamente la falta de sensibilidad de Defensa con las familias de los pilotos españoles ya que no les comunicó las conclusiones del informe de la CITAAM. También expuso públicamente la incógnita de cuál era el verdadero motivo de la misión del Bolkow aquella mañana, pues las familias seguían sin ser informadas de nada absolutamente. ¿Qué llevo a los militares españoles y alemanes a volar aquella mañana? Pronto surgió a la luz un testimonio salido de Camp Butmir, un secreto a voces. El Bolkow realizaba una misión de reconocimiento aquella mañana, dato que sí coincida con el Ministerio de Defensa, pero lo que jamás contó nuestro Ministerio de Defensa era que los dos oficiales alemanes, que viajaban a bordo del Bolkow, eran dos oficiales del espionaje militar alemán en misión para el TPIY (Tribunal Penal Internacional en la antigua Yugoslavia) y que su objetivo era el seguimiento a una red que apoyaba a los criminales de guerra serbobosnios huidos más buscados, entre ellos Ratko Mladic, Jefe del Estado Mayor del Ejército de la República Srpska durante la Guerra de Bosnia entre 1992 y 1995. Dicha red prestaba apoyo logístico y económico a los huidos.
Todos estos datos están en manos del juez militar que investigaba el caso del accidente del Bolkow. En concreto, los dos militares alemanes espía pertenecían a la Célula Nacional de Inteligencia Germana, NIC (National Intelligence Cell). Momentos antes del accidente del Bolkow, éste y el otro helicóptero español estaban tomando fotografías de puntos clave de esta red de apoyo a criminales huidos. Minutos antes habían sobrevolado una zona próxima a Banja Luka, zona considerada refugio de los miembros de esta red, tomando fotografías del lugar hallado. Tras ese hallazgo, el helicóptero español se vino abajo. La operación aérea estaba siendo realizada bajo un secreto absoluto, tan y como le ordenaba el TPIY a los cuerpos de la EUFOR. Tras conocerse estos datos por filtraciones de los propios militares de Camp Butmir, surgen cuestiones claras como que si el helicóptero rozó las copas de los árboles al realizar fotografías a muy baja altura o si alguien disparó algún tipo de armas contra ellos. En la zona aun había militares que habían participado en la guerra, armados con RPG, M-57 y M-80, que guardaban en sus propias casas. Militares que habían conseguido esquivar las “Operaciones Cosecha”, operaciones con las que la EUFOR había logrado desarmar a muchos (no a todos) ex militares.
Lo cierto, al igual que comentaba en la introducción del artículo, como sucede en la película “Tras la línea enemiga”, el piloto americano de combate Owen Wilson y su compañero, detectan tropas enemigas camufladas en una zona desmilitarizada incumpliendo acuerdos internacionales cuando no deberían de estar allí. Tras ser fotografiadas invadiendo estas zonas, el avión es derribado, uno de los pilotos es asesinado y comienza la caza del otro piloto fugitivo. El 12 de Febrero de 2009, comparecen en rueda de prensa las viudas de los pilotos españoles denunciando esta misión secreta que jamás dio a conocer el Ministerio de Defensa tras la muerte de sus maridos y culpando directamente a la Ministra de Defensa socialista, Carmen Chacón y al propio Ministerio. Ésta les prometió llegar al final del caso y descubrir las causas del accidente, pero jamás volvieron a saber de ella. Tuvieron todo el apoyo del mundo por parte de la propia AUME. Finalmente las dos viudas se personaron en la causa en el Juzgado Togado Militar Territorial Nº 11 de Madrid y descubrieron entonces muchos datos preocupantes.
Descubrieron que ningún juez militar jamás estuvo encargado de la investigación de este caso. Fue directamente investigado por el Ministerio de Defensa. El juez era de Defensa, el médico era de Defensa, la CITAAM depende de Defensa y nadie independiente investigó el siniestro del Bolkow. En el lugar del siniestro, se recogieron los restos del helicóptero sin garantía alguna para su estudio, se repartieron en tres lugares diferentes sin ninguna autorización, desaparecieron el GPS del Bolkow y los equipos fotográficos y seguía la sociedad sin saber qué tipo de misión realizaban en aquella zona, aunque las familias ya conocían la versión secreta, la historia real. Gracias a una denuncia de ambas viudas, consiguieron precintar restos del helicóptero llevados a Madrid a través de la Policía Judicial el 23 de Diciembre de 2008, pero el Ejército se las ingenió para seguir diseminando los restos del helicóptero. Lo consiguieron repartir entre el MAESMA (Maestranza Aérea de Madrid), el INTA (Instituto de Técnica Aeroespacial) y el ITP (empresa de mantenimiento aéreo especialista en motores de aviación). Los dos primeros pertenecen a Defensa. La Policía Judicial solamente consiguió precintar los restos del ITP. Así era imposible realizar una investigación exhaustiva del “accidente” del Bolkow, al estar los restos tan esparcidos.
Cuando la Policía Judicial española llegó al ITP para precintar los restos, su responsable declaró que ya no estaban todos allí. Les dijo que parte de la transmisión entre el motor y el helicóptero había sido enviada al INTA por orden expresa de Francisco Perandones, Coronel del Ejército del Aire. Allí en el ITP, los técnicos habían detectado una avería en las transmisiones de AMBOS MOTORES. La CITAAM, en su informe oficial, averiguó que había una diferencia en la forma de rotura de los ejes de las transmisiones de los dos motores pero quedaba descartada como causa del accidente. El día del accidente, además, era de buenas condiciones meteorológicas, cielos despejados y visibilidad ilimitada. La tripulación del otro helicóptero afirmó que no hubo ningún problema durante el vuelo hasta aquel instante. La CITAAM siempre dijo en su informe que los restos de la aeronave estaban al completo en las instalaciones de ITP, totalmente mentira como podemos observar.
Toda esta situación se resume en que una investigación que debería de estar dirigida por un juzgado, un fiscal y por las partes, era dirigida por el propio Ministerio de Defensa. De la Ministra de Defensa, Carmen Chacón, las viudas no supieron nada más excepto porque recibieron un marco de plata en recuerdo de los pilotos, rechazándolo obviamente. Cuando esta historia parecida ya sentenciada bajo el absoluto secretismo y oscurantismo, acompañado de la pésima gestión, del Ministerio de Defensa socialista de España, se produjo un hallazgo sorprendente. Se descubre, ni más ni menos, nueve meses después de comenzar la investigación, que la CITAAM tiene en su poder dos PDA’s dañadas, rescatadas de entre los restos del helicóptero, que podrían contener información muy útil. El 10 de Marzo de 2009 la CITAAM se lo comunica al Juzgado Militar Territorial Nº 11 de Madrid y el 18 de Marzo le comunica que una de las dos PDA’s puede contener información muy útil para la investigación de la catástrofe del Bolkow y que solicita autorización para enviarlo a un centro especializado para abrir la memoria interna y obtener dicha información.
Días antes, el 5 de Marzo de 2009, el General y Presidente de la CITAAM declara en rueda de prensa que la presunta existencia de esas PDA’s es falsa, que no existen y que no hay ningún material desaparecido ni oculto. Alguien tendría, por lo tanto, que comenzar a darnos bastantes explicaciones. El abogado de las viudas se lo preguntó públicamente y el General dijo que era totalmente falso y que no existían. El 10 de Marzo no solo aparece una PDA, aparecen dos. Estas PDA’s son pequeños ordenadores de bolsillo que la tripulación del Bolkow llevaba a bordo como parte del material de misión secreta para el Tribunal Penal Internacional que buscaba a criminales de guerra serbios. Contendría la misión a realizar, las rutas a seguir, etc. Había dos a bordo.
El 24 de Junio de 2013 la AUME y una de las viudas solicitan la reapertura de una investigación que había terminado sin aclarar las causas del siniestro. Incluso reclamaron un nuevo informe a Eurocopter, fabricante del helicóptero. Pero las familias de los fallecidos quedaron desamparadas y olvidadas en esta causa, quedando atrás en nuestras memorias. A día de hoy las familias continúan reclamando la verdad y reclamando justicia en este caso, para que sus pilotos y patriotas españoles fallecidos en este terrible siniestro no caigan jamás en el olvido, ni ellos ni su honor. ¿Fueron derribados? ¿Descubrieron algo que les costó la vida? ¿Fue un fallo mecánico? Demasiadas incógnitas…
Y con esta historia tan secreta y desconocida comenzamos el nuevo año 2017, que vendrá cargado de nuevas y enigmáticas lecturas. Mi más sincero pésame a las viudas de los pilotos fallecidos en el accidente del Bolkow, a las viudas de ambos agentes de inteligencia alemanes y, sirva este artículo, para denunciar las constantes manipulaciones y mentiras que los Ministerios, Gobiernos y Agencias realizan para que siempre nos sea un poco más difícil descubrir la verdad. Será más difícil pero nunca llegarán a conseguir que sea imposible. En Informe Insólito, trabajamos para ello.
En un mundo lleno de mentiras, contar la verdad es un acto revolucionario. Hasta el próximo vuelo del misterio, amigos….
Al final, por experiencia propia, no merece la pena enfrentarse a los «grandes», también por una cuestión de higiene mental ya que intentas luchar y es hacerlo contra un muro. Yo molestaba en un momento dado en estas mismas instituciones y de la noche a la mañana apoyandose en el cuadro médico de exclusiones, sin coherencia, me quitaron mi habilitación. Todavía tienes que poner buena cara cuando un Tte General te esta diciendo..¡No te preocupes si te va a quedar una buena jubilación¡ Y tu pensando por dentro…-Tu eres un sinvergüenza que quieres seguir haciendo lo que te de la gana en tu cortijo y te molesto y no mi amigo, no en la vida todo es dinero, mucho menos con 30 años…
Agradezco un montón la exposición de tu caso personal Jorge, muchas gracias por leernos. Un abrazo.