Dos noches “calientes” a lo largo del año marcan esta tradición, la noche de Todos los Santos y la Noche de San Juan. Si la ves, corre, No mires atrás hasta llegar a un lugar de protección, un Cruceiro o un círculo en el terreno hecho con una rama de olivo. O vagarás eternamente junto a la más famosa procesión espectral de todos los tiempos…
Queridos amigos de Informe Insólito, bienvenidos de nuevo una vez más a nuestra nueva sección de Religión donde me he lanzado a escribir de vez en cuando, dejando descansar el avión entre misterio aéreo y misterio aéreo. Sois siempre bienvenidos a nuestra nueva web que espero que estéis ya disfrutando al máximo. Comienzo con una pregunta directamente:
¿Qué haríamos o como reaccionaríamos si encontrásemos una procesión espectral llamando de repente en medio de la noche a la puerta de tu vecino? Hay muchas versiones pero según numerosos testimonios, esto es lo que ocurre realmente cuando la muerte acecha a una persona a la que le espera como único destino dejar definitivamente este plano terrenal donde vivimos. Hablamos de la figura de la famosa “Santa Compaña”, con este nombre así conocida cuando se aparece en tierras gallegas y asturianas.
Pero a lo largo de la Península, tenemos numerosos avistamientos y testimonios, no solamente en el antiguo Reino de Galicia o en la inconquistable Asturias. En León, Zamora y Salamanca a este fenómeno espectral se le conoce como la “Huéspeda”. Se dice que en estas zonas de España esta aparición se vuelve visible en forma de mujer que vaga de noche por las zonas más solitarias cerca de las poblaciones, se muestra sin rostro y huele inconfundiblemente a humedad. En lugares como Extremadura y Castilla se le conoce con el nombre de la “Estantigua”. A los testigos que la han presenciado se les ha manifestado en forma de dos jinetes completamente fantasmales. Y en las tierras de Asturias, como antes dijimos, tiene la denominación de “Santa Compaña” pero también se le ha bautizado con otros nombres como por ejemplo “Hoste” o “Genti de Muerti”.
La “Santa Compaña”, según numerosos testigos, se trataría de una procesión compuesta por dos hileras de ocho espectros en cada una, que son almas en pena también, y que va encabezada por una figura también espectral, la “Estadea”, que es el espectro mayor que va presidiendo el desfile mortuorio. Suelen ir vestidas de túnicas blancas o con sudarios que portan una capucha; van descalzas además. Siempre se aparece cuando ya han pasado las 00:00 de la media noche. Portan en sus manos un hueso con el extremo encendido, que funciona a modo de vela.
Especialmente, como dije en la introducción de este artículo, hay dos noches “calientes” a lo largo del año en las que más se aparece o más posibilidad hay de que alguien tenga mala suerte de cruzársela después de media noche. Una es la noche en la que celebramos la festividad de Todos los Santos (noche entre el 31 de Octubre y el 1 de Noviembre) y la otra sería la noche de la festividad de San Juan (del 23 al 24 de Junio, la noche más corta del año). Puede sentirse su presencia donde se le vaya a ver por la llegada de un frío viento y el olor muy característico a vela ardiendo que inunda las calles o los caminos que recorre la procesión, olor a cera. Los animales huyen cuando la perciben, desaparecen de la zona pero antes aúllan ante su inminente presencia, lo que en ocasiones es respondido precisamente mediante el tintineo de una campanilla por parte de la propia Santa Compaña.
Una persona viva, que puede ser hombre o mujer siempre dependiendo de si el patrón de la parroquia es un Santo o una Santa, será el portador de una cruz y un caldero de agua bendita, y comandará la fúnebre peregrinación, guiando a estas ánimas por los caminos de la comunidad y siendo obligado a acompañar a la comitiva hasta que se produzca la muerte u otra persona viva caiga en el error y contemple a la Santa Compaña, momento en el cual pasará a ocupar el lugar de ese vivo, el cual verá debilitada su salud a medida que vayan pasando los días a la cabeza de esta espectral procesión. La persona viva elegida, es curioso como durante el día no recuerda nada de lo sucedido y durante la noche vaga presidiendo el desfile. Ese “sin descanso o sin dormir” es el que acaba matando a esa persona viva que ha caído en este fatídico e irremediable destino.
La misión de esta fúnebre comitiva es precisamente anunciar una defunción de alguna persona que viva en las casas próximas. Esta persona morirá en los próximos días. También vienen a recordar a los “todavía vivos” algún error vital que hayan cometido a lo largo de su vida, el cual lo tendrán que pagar con la propia muerte. La muerte se produce en el plazo máximo de un año, según los testimonios y casos que se han recogido.
Si caminas por las tierras o lugares donde la “Santa Compaña” tiene la costumbre de aparecerse, especialmente cuando te encuentras cerca o en un cruce de caminos (o incluso ante un Cruceiro), y escuchas el tintineo o el silencio absoluto (depende de los distintos relatos y testimonios) y el olor a vela se apodera de tus sentidos, procura no mirar alrededor ya que, según la leyenda y los casos que se conocen, cuando eres testigo del paso de la “Santa Compaña”, ésta te entrega un cirio blanco y arrastra tu alma al mundo de los muertos o bien te convierte en el nuevo “comandante” de la peregrinación. Quizá ya has sido o eres el acompañante de la legendaria comitiva ya que, normalmente, quien porta la cruz y aun está en el mundo de los vivos, no lo logra recordar.
Se habla de distintos orígenes de esta aparición milenaria. Pero el que más pesa es el siguiente que aquí os comento. Puede tener sus raíces en las diversas creencias celtas que creían mucho en los espíritus nocturnos. El Noroeste de la Península Ibérica, especialmente la comunidad de Galicia, fue lugar de asentamiento del pueblo celta. Muchas de sus tradiciones han sido recogidas en estas zonas gallegas. Pero a lo largo de los siglos un día llegó y se implantó el Cristianismo como religión y como creencia. De esta forma la Iglesia, al no poder erradicar estas creencias populares tan arraigadas ya en la población, se limitó a cristianizar costumbres y relatos de origen pagano sobre el culto a los muertos. Así surgió de esta manera la conocido idea y creencia del Purgatorio en la actual tradición católica.
Comienzan de esta manera a conocerse las famosas historias de las procesiones de los muertos penitentes. La leyenda de la “Santa Compaña” cobró forma como un relato de muertos que perecieron en pecado y que, tras su muerte, deben penar por un período de tiempo indefinido, vagando por los caminos junto a la “Santa Compaña” para alcanzar así el Cielo de forma eterna.
Si no quieres formar parte de la “Santa Compaña” de forma indefinida ni engrosar sus hileras espectrales mientras vagan por las zonas donde frecuentan, os doy una serie de consejos y precauciones para protegeros de esta aparición en el caso de que a algún desafortunado de vosotros viva este acontecimiento tan fúnebre y se de con ellos de morros. Serían los siguientes puntos los más importantes a tener en cuenta. Atención y tomad nota:
El círculo es una buena protección, por ejemplo. Sobre todo si ese círculo conseguimos dibujarlo con una rama de olivo (aunque no siempre se lleve a mano). Hecho de esta manera, su poder aumenta con si le dibujamos el famoso Sello de Salomón, es decir, si también dibujamos la estrella de seis puntas en su interior. Sería la mejor protección.
También es bueno comer algo y no andar con el estómago vacío cuando estamos por ciertos lugares propensos a sufrir este tipo de apariciones. Es bueno llenar el estómago con algún alimento que llevemos encima y nunca debemos de comer nada ofrecido por nadie del desfile fantasmal. Eso podría unirnos con ellos desgraciadamente….
Tenderse boca abajo es algo más que aconsejable. Lo tendríamos que hacer dentro del propio círculo que hemos trazado y rezar, rezar, rezar y rezar ahogando de esta manera las fantasmales voces de la “Santa Compaña”.
Jamás deberéis de aceptar nunca una vela. Si te la tiende o te la ofrece un difunto de la comitiva espectral y caes en el error de tomarla, este gesto te condenaría a formar parte de ella en su camino sin fin…
Y lo más importante, como antes os dije. Debéis de buscar un Cruceiro. En último caso, podríais echar a correr muy rápido y conseguir llegar a uno los peldaños o escalones de algún cruceiro, que como todos sabéis, son esas famosas cruces de piedra levantadas sobre varios escalones en los cruces de caminos en Galicia, sobre todo. Quién piense que solo están por decoración, se equivoca y mucho y esta es una de las verdaderas razones de su existencia a lo largo de Galicia.
El tema de la “Santa Compaña” es una historia (para muchos también un mito) que reúne todas las características clásicas de los populares fantasmas, a pesar de verse influida por otros aspectos del folklore gallego, como puede ser la vida después de la muerte, la herencia de los pueblos neolíticos y las culturas heréticas asentadas previamente en estas tierras. Según el Centro de Investigaciones Psico-biofísicas de Vigo, el número de casos de aparición de la “Santa Compaña” ha disminuido de manera notable en los últimos tiempos, lo que para los investigadores es un hecho provocado por el aumento de la iluminación en las aldeas y de la llegada de la corriente eléctrica a muchas zonas pobladas donde antes no se podía disfrutar de ella, lo cual ha permitido una mejor distinción de la realidad que la gente observa durante la noche. Muchas de estas visiones podrían deberse a confusiones con contrabandistas o bandidos que deambulasen a altas horas de la noche por estos territorios, acompañados de alguna antorcha para iluminarse en la oscuridad de la noche. Para otros, sencillamente, hay una explicación más religiosa que sería que la disminución de este tipo de casos se debe a un aumento del rezo a los difuntos.
Hay un escritor que se llama Elisardo Becoña Iglesias, que en una de sus obras estudió este tipo de apariciones. Publicó una obra llamada “La Santa Compaña, El Urco y Los Muertos”. En esta obra nos explica cómo, según la tradición, tan sólo ciertas personas “dotadas” de alguna manera, poseen la facultad para poder ver la aparición espectral de la famosa “Santa Compaña”. Por ejemplo, ese tipo de casos se daría con los niños a los que el sacerdote, por error, bautiza usando el óleo de los difuntos. Éstos, de mayores, poseerán como adultos la facultad de ver la aparición. Otros, “con menos dote o sexto sentido” podrán tan solo sentirla cerca o intuirla de alguna manera sin que consigan llegar a verla.
En otras versiones de esta historia o leyenda (según lo que cada uno crea) se cuenta que la funesta y lúgubre procesión transporta un ataúd en el cual hay una persona dentro, la cual puede ser incluso la persona que sufre la aparición, siendo su cuerpo astral el que está en el ataúd. Se dice que van exclamando y gritando además una expresión que nadie olvida: «Andad de día que la noche es mía».
Y así, amigos de Informe Insólito, terminamos este año hablando en época de difuntos de una historia que considero diez mil veces más importante, y con más repercusión en nuestra sociedad, que la celebración de un “Halloween” traído de otras culturas ajenas a la nuestra propia. No nos falta de nada en España, ni tan siquiera los verdaderos desfiles de muertos que vagan por tierras españolas durante las inhóspitas noches de Difuntos y San Juan. Y ojo, que si alguien tiene una experiencia de este tipo, os esperamos en Informe Insólito para saberla y para que nos la contéis! Un abrazo espectral, amigos del misterio…