Las ruedas fosforescentes son unos de los misterios más conocidos y debatidos procedentes de las profundidades de los océanos, un fenómeno que es observado desde hace siglos por barcos y que a día de hoy sigue siendo una incógnita. Difícil de ver, si no vas navegando.
Aunque se conoce probablemente el origen, los mecanismos que lo provocan no están claros del todo. Tema de debate entre científicos, investigadores, hidrógrafos y expertos navegantes. Avistado y confirmado por barcos. Círculos que aparecen rodeados o encima del conocido como mar lechoso (milky sea) o agua blanca (white water), mencionado en la novela de «Veinte mil leguas de viaje submarino» del visionario escritor Julio Verne.
Estos extraños círculos o ruedas fosforescentes emiten haces de luz, brillan en la oscuridad. Suelen presentar un centelleo periódico. Se sabe que hay organismos marinos unicelulares con esta capacidad, bien agrupados en grandes colonias o algas. Estos círculos tienen un radio de entre 1,2 metros hasta 15 metros. La longitud de estas manchas o grupos que forman podría alcanzar decenas de kilómetros. Se han detectado sobre todo en aguas poco profundas de entre 15 y 200 metros. Se mueven a gran velocidad ayudado por las olas y con ciertas condiciones meteorológicas. Se las ha visto girando, rotando en sentido opuesto.
Estas figuras están formadas por radios de luz, como si se tratara de una rueda de bicicleta, o por líneas paralelas y concéntricas. Han sido localizadas en ciertos mares y océanos del planeta navegando por la superficie o cruzando por debajo de los barcos.
Según los datos obtenidos por los informes de los buques, la zona de mayor actividad es el Golfo Pérsico, el Estrecho de Ormuz, Estrecho de Malaca, Golfo de Omán, Golfo de Adén, Mar de China, sudeste asiático.
Cientos de barcos han observado este fenómeno desde hace varios siglos. En concreto el primer avistamiento fue realizado por el barco HMS Vulture en mayo de 1879. Fue el primer registro conocido, cuando el barco se encontraba realizando su travesía por el Golfo Pérsico. Curiosamente es el único barco construido de madera que ha divisado este fenómeno. Los posteriores han sido notificados por buques de hierro o acero. Tampoco existen testimonios procedentes de barcos pequeños, ni pesqueros, todos han sido buques grandes. El Vulture, barco de guerra armado con cañones y propulsado por vapor, pertenecía a la Royal Navy. Divisó una serie de olas brillantes que emitían una luz o centelleo azul verdoso con una cierta frecuencia mientras se movían a gran velocidad. Según su capitán se veían círculos girando en distintos sentidos , como si se trataran de ruedas.
A partir de entonces han sido más de 270 buques los testigos directos de este misterioso fenómeno.
Buque Deucalion, navegando por el Estrecho de la Sonda en Indonesia, vieron como varios rayos de luz aparecían desde la superficie del mar, atravesando al barco de costado a costado y a una frecuencia de parpadeo de medio segundo. La dirección de los haces cambiaba a los minutos.
Buque City of Khios, a las afueras de Karachi, parecían desplazarse varios centímetros por encima de la superficie y paralelas entre sí, precedidas por multitud de parpadeos.
Buque Tokyo Bay, surcando el Mar de China observó centelleos de luz procedentes del agua a una frecuencia de 2 por segundo. Todo seguido de movimientos rápidos de unas bandas de luz y círculos que giraban desde el centro al exterior y en ambos sentidos.
Buque British Patrol, en travesía por el Golfo de Omán reportó olas luminosas que se movían muy despacio. Aparecieron cuatro ruedas, dos a proa, una por costado (amuras) y dos a popa. Duró pocos minutos y se desplazaban paralelas al rumbo que llevaba el barco.
Buque Wiltshire, en el Golfo de Adén, descubrieron una masa bioluminscente alrededor del barco, iluminándolo por encima de la línea de flotación. Reportaron una gran rueda de 15 metros de diámetro y otras más pequeñas. Circulaban de un costado a otro girando en sentido horario. Se encontraban rodeadas de un color lechoso blanco.
Buque Valentijn, circulando por el Mar de China se encontró con grandes manchas luminosas. Al atravesarlas con la proa del barco se rompían en puntos. Éstos formaban unas bandas de líneas de luces que se balanceaban con las olas y que llegaban hasta el horizonte.
Estos barcos son solo unos pocos ejemplos. Pero ¿cuáles son las causas de esta luminosidad masiva?, y sobretodo, ¿que provoca esas formas circulares y sus movimientos?.
La explicación oficial, más sencilla y generalizada es que estas ruedas o manchas bioluminiscentes están provocadas por organismos luminosos. Se trataría de un tipo de fitoplancton que emite luz en ciertas condiciones, como una floración o una respuesta de defensa. Podrían ser organismos unicelulares como la dinoflagellata (noctiluca) o el cocolitóforo. Organismos que producirían este tipo de resplandor, pero en muy densas concentraciones.
Además de los datos obtenidos por los buques, se tienen datos procedentes de las observaciones por satélites polares, como las realizadas por el OLS (Operational Linescan System). El OLS es utilizado para detectar luz en condiciones de muy baja visibilidad. Utilizado para monitorizar fuegos, zonas pobladas y ciudades.
Para el doctor Steven Miller de la NRL (Laboratorio Naval de Monterey) en Canadá, la percepción del observador, con un movimiento relativo puede distorsionar el fenómeno. El movimiento de las ruedas sería como un efecto óptico, no habría giro, podría ser como el conocido efecto Moiré.
Pero existen más explicaciones por si no nos convence mucho la oficial.
Estimulación, producido por pequeños peces o calamares que se encuentren en el interior de las manchas o círculos de estos organismos celulares. Los movimientos de estos peces o pequeños seres marinos provocarían el giro y la luminiscencia por estímulos.
Movimientos sísmicos, los seísmos marinos provocarían una emisión de ondas o vibraciones que perturbarían a estos organismos estimulándolos y provocando la luminiscencia. Estos círculos serían interferencias causadas por múltiples reflexiones.
Fenómeno magnético, ocasionado por la combinación o interacción del campo magnético de la Tierra y el originado por el casco del buque. Afectaría a estos organismos y dependiendo de su polaridad rotarían en un sentido u el otro.
Revoluciones de las máquinas, otra increíble teoría postula que la frecuencia de parpadeo de la luz de estos misteriosos círculos coincide con la frecuencia de las revoluciones de las máquinas de los barcos. Las cuales oscilan entre 0,5 y 3 Hz. Estas vibraciones estimularían de alguna manera periódica a estos organismos, sincronizando las repeticiones o vibraciones así como su giro y desplazamiento.
Una de las imágenes más increíbles fue tomada durante varios días en el 2005. Fue capturada sobre el Océano Índico. Se puede ver una gran mancha de luz de unos 300 km de longitud, a poco más de 280 km de la costa somalí. Tan grande solo podría ser posible si estuviera adherida a algún tipo de sustrato o masa de algas.
Según ciertos folclores polinesios, la visión de estas manchas brillantes informaba de donde terminaba la costa, al igual que su velocidad de parpadeo de luz indicaba la distancia a la que se encontraba.
Hola, en mi tierra se llama ardentía y no es ningún misterio, son organismos unicelulares que brillan… xD conspiranoicos!
Gracias Maria , el misterio está en la formación de los círculos y su giro y en qué condiciones aparecen. Si lo sabes compartelo. Muchas gracias!!
Gran muestra de algunos de los organismos que producen bioluminiscencia. Los dinoflagelados contienen en su mayoria dos flagelos, uno se denomina cingulo y el otro sulcus y la combinacion de vibraciones producida por ambos flagelos produce el movimiento de estos protozoos. Es posible que al unirse, el movimiento conjugado de millones de estos microorgranismos produzca esta morfologia de las colonias.
Algunos peces tambien producen biolumniscencia, aunque se trata sobre todo de aquellos que habitan los fondos marinos.
Excelente articulo, JASS !!