Bienvenidos de nuevo a bordo, amigos de Informe Insólito. Existen muchos casos en que los aviones de vigilancia, o aviones de fotografía para trabajos cartográficos, son los involucrados en los casos OVNI. Precisamente estos detectan el fenómeno, ofreciéndonos fotografías o filmaciones de objetos voladores no identificados.
Existe un caso muy famoso, la inexplicable foto de un OVNI del 4 de Septiembre de 1971 en Costa Rica. La imagen del “platillo volante” se ha sometido a los expertos más críticos, definiéndola como “imagen OVNI de alta calidad”. Es la imagen de portada del famoso libro “Expedientes Insólitos”. Hasta el momento no se ha podido explicar el origen de la imagen. Richard Haines fue uno de los expertos que la estudió. Es la mayor autoridad mundial en los casos OVNI protagonizados por pilotos. Es uno de los pocos casos en el que el Gobierno de un país es el que la muestra, y además es una fotografía de gran calidad.
A las 08:25 del 4 de Septiembre de 1971, un avión cartográfico del gobierno de Costa Rica sacaba fotografías aéreas en la zona del Lago Cote. Las fotografías se realizaban con una cámara R-M-K 15/23 a intervalos de 20 segundos. Pero una de ellas mostró una sorpresa que no se descubrió hasta 8 años más tarde y por casualidad.
Alguien solicitó al archivo oficial una foto de la zona y, en ese momento, se dieron cuenta de que allí había un objeto desconocido. Su forma era cónica y achatada y parecía flotar sobre el agua del lago. El objeto presentaba un aspecto metálico brillante y no aparecía ni en la toma anterior ni en la posterior de la secuencia. Primero se decantaron por una supuesta mancha en el negativo. Se comprobó el negativo original guardado y no tenía ninguna mancha.
En Mayo de 1979, un colaborador del Departamento de Fotografía del Instituto Geográfico de Costa Rica llamó a Ricardo Vilchez, que era fotógrafo y analista del fenómeno OVNI. Comprobó la fotografía. La cámara con la que se realizó estaba montada en un pequeño avión que volaba a 3000 metros de altitud. Se hizo automática por profesionales. La falsificación se descartó. A finales de Mayo, Vilchez la envió a EEUU para su análisis digital. Tenía aspectos extraños que se veían a simple vista.
- A la hora a la que la fotografía fue tomada, el sol se encontraba a 16º sobre el horizonte.
- El detalle de la zona del objeto orientada hacia el norte tiene una definición mayor que el resto de objetos del suelo.
- El objeto parece estar saliendo del agua, teniendo todavía sumergida la parte orientada hacia el Oeste (la de arriba).
- El objeto tiene aspecto metálico, pero los brillos están invertidos. La parte que está dirigida hacia el Sol es la que aparece más oscura. La parte que debería quedar ensombrecida (más aún si el objeto está inclinado) aparece brillante.
- No se aprecia sombra en el agua, aunque debería. El objeto debía de tener unos 210 metros de diámetro.
- Analizando las sombras del suelo, el avión se encontraba girando y la cámara no apuntaba perpendicularmente al suelo.
En 1989, el experto Richard Haines publicó en el Journal of Scientific Exploration un análisis de la foto en la que no consiguió llegar a ninguna conclusión sobre el origen de ese objeto. El negativo fue impreso en película aérea de Kodak Safety, tipo 3665.
A bordo del avión estaban 4 hombres:
-Sergio L.V. especialista en fotografía aérea.
-Omar A. el piloto del avión.
-Juan B.C. Geógrafo.
-Francisco R., Topógrafo.
Las conclusiones del caso serían las siguientes. La foto del OVNI muestra unos efectos de luz y sombra típicos de un objeto tridimensional, el cual es iluminado por luz solar. En este momento y localización del acimut del sol estaba a 85.4 grados (en el sentido de las agujas del reloj desde el norte) y la altitud era 16.7 grados.
La región triangular que aparece oscura en el objeto no puede ser una sombra solar. Las zonas deben de tener esa tonalidad originalmente. La sección cónica del objeto acaba en una zona más gruesa. La parte orientada al Oeste aparece difuminada y la orientada al Norte muy, muy bien definida. La nitidez de la imagen apunta a que el objeto no se estaba moviendo en el momento del disparo.
Haines, de nuevo en 1990, publicó un nuevo artículo titulado: «Photo Analysis of an Aerial Disc Over Costa Rica: New Evidence». Comenta que el análisis del negativo original confirma la sospecha inicial de que la imagen del OVNI no es el resultado de una doble exposición, una reflexión, un montaje o cualquier otro tipo de falsificación. No existe tampoco alteración en la superficie del agua.
La famosa fotografía en cuestión ha aparecido desde entones en miles de informes, y sigue siendo hoy en día un caso abierto sin explicación. Los resultados de todos los análisis apuntan a que se trata de un artefacto de la fotografía (un objeto que aunque aparece impresionado, no es real), pero nadie ha encontrado su origen.
Continúa pues, el misterio en torno al caso del OVNI del Lago Cote en Costa Rica… Hasta el próximo vuelo del misterio, amigos de Informe Insólito.