8 de marzo de 2014, el vuelo MH370 de Malaysian Airlines desaparece con 239 personas a bordo. La búsqueda a nivel mundial se detiene 3 años después pero surgen nuevos interrogantes tras confirmarse que alguien a propósito cortó toda comunicación con el exterior desde el interior de la aeronave. Se cumplen 3 años hoy de aquel suceso…
Bienvenidos de nuevo a mi sección de Misterios Aéreos en Informe Insólito, amigos del misterio. Últimamente el trabajo diario no me deja muchos huecos para estar con vosotros y compartir nuevas e intrigantes entregas de los mejores y más enigmáticos episodios ocurridos en nuestros cielos pero no por eso os tengo olvidados.
Siempre os he prometido que en esta sección vamos a teneros informados hasta en la última gota de actualidad que nos deje el ya tan famoso y desgraciado caso de la desaparición del vuelo MH370 de Malaysian Airlines, en aquella trágica madrugada del 8 de marzo del año 2014. Hoy hace 3 años de la desaparición. En estas últimas semanas, e incluso horas, nos llueven de nuevo datos sobre la investigación y búsqueda que hasta ahora se realizaba a nivel mundial. Y digo se realizaba porque oficialmente la búsqueda del avión comercial de pasajeros desaparecido más famoso de la historia de la aviación comercial se ha detenido por decisión de las autoridades el día 17 de Enero de este año 2017. Malasia, Australia y China cesaron la búsqueda tras peinar litro a litro 120.000 kilómetros cuadrados del Sur del Océano Índico.
Más de 1000 días desaparecido un avión, un Boeing 777-200, que tras despegar de Kuala Lumpur con destino a Pekín, desapareció sin dejar rastro junto con sus 239 ocupantes (227 pasajeros y 12 miembros de la tripulación) después de que alguien cortase a bordo, desde el interior de la aeronave, las comunicaciones con el exterior de manera totalmente voluntaria además de hacer descender al avión a una altitud tan baja que fue imposible que los radares civiles rastreasen su trayectoria, volviéndolo prácticamente invisible. Pero solo los radares civiles. Tras ese suceso a bordo, el B-777 corrigió su rumbo y, según fuentes oficiales, se dirigió volando hacia el Sur. Como bien sabéis, en otros artículos en los que os he dado información al respecto, no estoy de acuerdo en absoluto con ese rumbo final del avión y lo más probable es que volase con rumbo Oeste y jamás con rumbo Sur.
Las informaciones oficiales apuntan a que el avión terminó impactando contra el agua en algún punto del Océano Índico, a unos 1.700 Km de la costa de Australia, después de agotar su combustible tras volar aproximadamente unas 7 horas. En estos últimos meses, diversas personas han encontrado “supuestos” restos del avión en las costas de Sudáfrica, Mozambique, Islas Mauricio, Isla Reunión e Isla Rodrigues. Y entrecomillo “supuestos” porque si queremos convencer a la opinión pública de que fue sencillamente un accidente de algún tipo o convencer a la gente de que sea lo que fuera que ocurrió el avión físicamente ha aparecido, es tan fácil como empezar a cubrir las playas con “supuestos” restos y trozos del “supuesto” vuelo MH370. Una vez más me reitero, no me lo creo.
Una de las personas que supuestamente ha hallado uno de esos fragmentos del avión de Malaysian Airlines se llama Blaine Alan Gibson y tiene 59 años. Él mismo se define como un auténtico Indiana Jones de la era moderna. Es un cazador puro y duro de enigmas, misterios y artículos u objeto desaparecidos. Según ha declarado a la prensa mundial, ha vivido muchos episodios en sus viajes pero ninguno tan emocionante como el que vivió el 27 de febrero de 2016 cuando encontró en una playa de Mozambique uno de los restos del MH370. Era un panel roto, extraño, de forma triangular que medía unos 70 cm por cada lado, fabricado de fibra de vidrio, con un interior en forma de panel de abeja. Llevaba una descripción impresa que decía “No Step” (No Pisar, en castellano). Enseguida se dio cuenta que pertenecía a un avión porque es una etiqueta común que llevan los aviones en distintas partes de su fuselaje, sensibles al peso, para advertir a los mecánicos o personal de mantenimiento que no pisen sobre ellas cuando estén trabajando sobre el avión.
Pues bien, ese resto habría viajado unos 6.000 km hacia el Oeste desde donde las versiones oficiales mantienen que el avión impactó contra el agua. En concreto la pieza es parte de un estabilizador horizontal del Boeing 777-200 perdido de Malaysian Airlines. Era el segundo supuesto resto que aparecía del supuesto avión, puesto que el supuesto primer resto fue hallado el 29 de julio de 2015 en Isla Reunión, en concreto, una parte del ala derecha del avión. Gibson, que en su trayectoria como arqueólogo ha descubierto ya dos pirámides mayas ocultas y un fuerte en plena selva, ha buscado el meteorito de Tunguska y la mismísima Arca de la Alianza en Etiopía, ha decidido continuar la búsqueda el MH370 en solitario. En esta nueva aventura, ha investigado ya el caso del MH370 en Birmania, por si el avión hubiese sobrevolado su territorio tomando rumbo Norte. Al realizar unas averiguaciones en una torre de control aéreo de Birmania, se dio cuenta del mal estado de los radares aéreos birmanos; o no funcionaban o directamente estaban apagados. Si el MH370 hubiera sobrevolado su territorio, probablemente ningún controlador lo habría detectado con muchas garantías.
Tras abandonar Birmania, voló directamente a las Islas Maldivas para entrevistar a los pescadores que habitan el Atolón de Kunahandhoo. ¿Por qué razón quería hablar con ellos? Estos pescadores dijeron mil veces haber visto un avión blanco, de grandes dimensiones y con una raya azul y roja, sobrevolar muy bajo sus aguas. Los colores y descripción del avión coincidían. De allí saltó hacia las Islas Mauricio e Isla Rodrigues donde se entrevistó con habitantes y autoridades para continuar la búsqueda del vuelo MH370. Tras su paso por estas islas, viajó a Isla Reunión donde tuvo un encuentro con John Begue, un hombre que se dedicaba a la limpieza de costas y que había encontrado aquel primer supuesto trozo de fuselaje del MH370 el 29 de julio de 2015. Después viajó a Australia para tener un encuentro con los responsables de la búsqueda del MH370 e incluso con el Viceprimer Ministro Australiano, Warren Truss. En Australia entendió, junto a varios científicos, como viajarían los restos del avión desde aguas australianas hasta las costas de África Oriental aunque Gibson ya era experimentado en estos temas, pues también participó en expediciones a la Antártida e incluso dice haber pisado el mismísimo Polo Sur.
Gibson y los científicos australianos hablaron en concreto sobre el Canal de Mozambique y sus corrientes, situado entre la Isla de Madagascar y el propio Mozambique. Y así es como en la mañana del 27 de febrero del año 2016, Blane Ala Gibson descubrió la supuesta segunda pieza del MH370. Aquella mañana salió a las 06:45 am de un pueblo llamado Vilanculos y contrató una pequeña embarcación a un tal Suleman Junior Valy; su objetivo era llegar al banco de arena de Panuma, situado a unos 6 Km de la costa. Allí, en aquel banco de arena, según los científicos del otro lado del planeta, los australianos, embarrancaban los objetos arrastrados por el Océano desde Australia. Cuanto menos curioso, ¿verdad? Tenían poco tiempo para la búsqueda porque solo se puede acceder mientras la marea sube o baja. Si está alta o baja, ya no se puede acceder. Después de 1 hora de travesía, y llevando 30 minutos de búsqueda, vieron aquella pieza triangular varada en el banco de arena. Era aquel panel roto y triangular que medía 70 cm por cada lado, de fibra de vidrio, con un interior de panel de abeja que antes describíamos.
La pieza flotaba, por lo tanto podría haber llegado allí navegando después de atravesar el Océano Índico. Tras recuperarla, Gibson se llevó a las autoridades de la aviación civil mozambiqueña, que a su vez se la entregaron a las autoridades malayas y australianas. Gibson afirma que si verdaderamente pertenece al MH370, entiende que el avión se pulverizó al estrellarse contra el mar a muy alta velocidad. No se habrían hundido de una sola pieza por lo tanto ni habrían tratado de amerizarlo de emergencia. Y los pilotos no tenían antecedentes como para intuir que quisieran echarlo abajo. Gibson en la actualidad sigue buscando restos del MH370 y ha hallado e identificado otros posibles 9 restos del avión solamente en Madagascar. Por lo tanto, según sus hallazgos, el avión debería de buscarse con más precisión al Noroeste de su última posición conocida, teniendo en cuenta las corrientes oceánicas. Gibson se ha convertido en la última esperanza de las familias de los pasajeros del desaparecido vuelo MH370 de Malaysian Airlines.
¿Cómo es que Gibson fue directamente al Canal de Mozambique sabiendo de antemano que allí hallaría restos del B-777, que los haya encontrado además y que nadie siga rastreando la zona de manera oficial? Cuanto menos es un hecho inquietante el contemplar la pasividad o el desinterés tan grande de ciertas autoridades. ¿O es que no lo buscan porque saben que allí no está y sí saben lo que ocurrió con el vuelo desaparecido? Que cada uno valore la hipótesis que crea más certera.
Por otro lado y dejando a Gibson a un lado, el Grupo de Ciencias y tecnologías de Defensa de Australia, comandado por Ian D. Holland, ha elaborado una hipótesis de los últimos momentos del vuelo MH370 y de su impacto contra el Océano. Ya en Informe Insólito, en Misterios Aéreos, habíamos hablado de otra hipótesis similar anteriormente. Este estudio confirma también la caída en picado del B-777 y recomienda centrar la búsqueda más hacia el Oeste de la última zona de búsqueda que se estaba rastreando cerca de las costas de Perth, en Australia. Este estudio se basa en las últimas señales recogidas por un satélite INMARSAT, ya que el B-777 llevaba instalada una unidad a bordo que enviaba conversaciones de voz y datos por satélite. Esta unidad logró reconocer 2 llamadas telefónicas sin contestar que se hicieron desde tierra al avión y realizó además varias transmisiones rutinarias. Todo esto se realiza bajo un protocolo claro de comunicaciones entre satélite y avión; esta comunicación necesita una estación en tierra que reciba los datos procedentes del avión, a una hora y en una frecuencia concreta. No es una transferencia inmediata pues hay un tiempo en el que la señal viaja ida y vuelta desde el avión a tierra. A este tiempo se le llama intervalo de desfase de ráfagas y su duración depende de la distancia que recorre la señal.
El problema de la ecuación que se le plantea a los investigadores es que la distancia, que es muy fácil de calcular, define un círculo cuyo centro es el lugar que hay debajo del satélite aunque éste puede ser muy amplio y no define en qué posición se halla la aeronave. La unidad de datos del Boeing-777 desaparecido envió 7 señales. La penúltima de ellas era una solicitud de inicio de sesión, cosa que solo sucede cuando se reinicia el dispositivo tras haberse apagado (igual que sucede con nuestro PC de casa cuando lo arrancamos). Los expertos piensan que el apagado sucedió a causa de la falta de combustible en el avión y el sistema se reinició solo al activarse un generador eléctrico de emergencia que funciona con una turbina de aire de impacto que llevan casi todos los aviones comerciales. Hay que tener en cuenta que todos los aviones planean sin motor y en el planeo sin combustible del B-777 se pudieron recorrer cientos de Km de distancia sobre el mar, lo que amplía el radio de búsqueda.
Los investigadores tratan de acotar esta área de búsqueda sabiendo que la unidad de datos del satélite transmite a una determinada frecuencia, frecuencia modificada por el propio efecto Doppler que añade la propia velocidad del avión. A este fenómeno se le llama desplazamiento de frecuencia de ráfagas. Así al menos, lograrían descifrar la verdadera trayectoria del vuelo. Pero, aunque la teoría es muy bonita y precisa, en la práctica los expertos se están encontrando con un montón de variables que pueden modificar todas las teorías. Por lo tanto y en resumen, según los investigadores, si el MH370 volaba estabilizado antes de perder la señal, el avión volaba hacia el Sur. Los datos de los efectos Doppler señalan que perdió altitud a mucha velocidad, clara indicación de falta de combustible y que entró en una caída libre.
Seguiremos muy de cerca todas las informaciones que nos vayan dejando estos últimos estudios y que nos vaya ofreciendo la búsqueda que ha emprendido Gibson de manera voluntaria para encontrar los restos del MH370, si es que verdaderamente el avión está hecho añicos. Hasta el próximo vuelo del misterio, amigos de Informe Insólito…