Después de los lamentables y terroríficos atentados por parte del Estado Islámico en París, existe un temor y un grave riesgo que tiene a los franceses, así como al resto de europeos, preocupados, y es la posibilidad de un ataque con armas biológicas y químicas por parte de los terroristas.
El Estado Islámico ha utilizado en alguna ocasión armas químicas -como en Iraq-, aunque las primeras bombas que fueron utilizadas por estos terroristas no eran precisamente químicas, fueron las bombas escorpión, quizás sean las bombas más antiguas que existen, nos podríamos remontar al año 200 a.C. Estos islamistas llenaban recipientes o macetas de escorpiones y se lanzaban o catapultaban a la población. Los utilizaban ya que eran seres vivos muy resistentes y de picadura mortal, aunque más bien su función era psicológica, era la de sembrar el pánico.
Se sabe que han empleado gas mostaza contra combatientes kurdos en Iraq y Siria, ya que se encontraron trazas del agente sulfuro de mostaza en algunos sitios al norte de Iraq. Producto químico también conocido como iperita. Puede causar heridas en la piel y mucosas así como la muerte por asfixia. Otro posible tipo de bomba sería la que permitiera esparcir, por ejemplo la peste bubónica, utilizarían a animales infectados para lanzarlos contra la población. El cloro seria otro de los elementos que podría ser utilizado en bombas por estos terroristas, que también ha sido empleado ya en alguna contienda -como en Siria- provocando inflamaciones y quemaduras a la población.
Es conocido por los servicios de inteligencia de algunos países que el Estado Islámico posee un grupo dedicado a estudiar y desarrollar armamento biológico y químico. Tienen reclutados algunos fisicoquímicos procedentes de varios lugares como Iraq, Siria y Chechenia. Uno de ellos seria Muhammad S. fisicoquímico, o el iraquí Kefah Ibrahim al-Jabouri con máster en química o el físico Adel Mahmoud al-Abadi. Todos ellos con experiencias en armas de este tipo.
Se cree que el Estado Islámico ha podido confiscar material nuclear de Siria, en concreto unas 50 toneladas de Uranio natural, que con una tecnología e instalaciones apropiadas podrían conllevar a la fabricación de 3 o 4 bombas atómicas. Ellos no tienen medios para hacerlo, pero si pueden crear lo que se llama una bomba sucia. Bomba de poca potencia que podría generar el pánico en la población con una contaminación ambiental radioactiva. Consistiría en envolver el material radioactivo en una cobertura explosiva y poder activarlo remotamente o en actos suicidas.
En Iraq, cuando cayó el régimen de Sadam Husein, aparecieron algunos búnkeres con material químico industrial altamente dañino y peligroso, no se descarta que miembros yihadistas tuvieran acceso, de hecho uno de los científicos encargados de la custodia de esos almacenes se cree que está bajo el dominio del Estado Islámico.
Aunque no tengan unidades aéreas para bombardear, pueden hacer que este tipo de armas afecten a la población de muchas de maneras, como por ejemplo arrojarlas por los conductos de ventilación o a través del aire acondicionado, vertiendo productos tóxicos en depósitos o embalses de agua potable o en actos suicidas portando la carga encima.
Como dijo una vez un líder del Estado Islámico llamado Sameer al-Khalifaway, las armas químicas aseguran una victoria rápida y aterrorizan a nuestros enemigos.