¿Fueron los hermanos Wright realmente los primeros en volar sobre un aeroplano? Nuestros más remotos antecesores, como no cabe duda ninguna, contaron con una tecnología mucho más avanzada de lo que nos imaginamos. Pero esa tecnología incorporaba máquinas voladoras y quizá, fueron realmente los primeros aviones que hizo volar la humanidad…
Bienvenidos de nuevo a bordo una semana más, amigos de Informe Insólito. En esta ocasión viajamos y emprendemos, en nuestra aeronave del misterio, un vuelo hacia tiempos lejanos, muy lejanos, como es la época que comprende la historia de la América precolombina.
En el programa de Enigmas e Historias Asombrosas que hacía yo para PTV Málaga Televisión, os hablé anteriormente de los restos y pruebas que se hallaron en el Antiguo Egipto, sobre maquetas, proyectos o planos que esta civilización poseía sobre verdaderos artilugios voladores. Podéis ver el vídeo en Youtube, titulado “Aviones en el Antiguo Egipto”, a partir del minuto 14:57.
Muchos de los hallazgos descubiertos en la antigüedad no han encontrado aún una respuesta a sus enigmas. Pero podríamos plantearnos la siguiente cuestión, referente siempre al mundo aeronáutico. ¿Acaso fueron los hermanos Wright realmente los primeros en volar sobre lo que hoy conocemos como un avión por rudimentario que fuese? Hemos visto el ejemplo de las pruebas en Egipto. Ahora….volemos al otro lado del planeta. Despegamos rumbo a América del Sur.
El escepticismo que la mayoría de las personas expresaban respecto a la idea de la existencia de antiguos aeronautas (posiblemente tan chocante como la idea de los antiguos astronautas) sufrió un duro golpe cuando se descubrió que también en América, es decir, en el otro lado del mundo conocido, se habían hallado modelos aéreos pertenecientes al primer milenio después de Cristo. Los supuestos modelos de aviones que han salido a la luz son una serie de pequeños objetos ornamentales de oro, encontrados en países como Colombia, Costa Rica, Venezuela y Perú. Un ejemplar, por ejemplo, fue descubierto en una colección de objetos de arte antiguos, en Colombia, por Iván T. Sanderson, que es el jefe de la Sociedad para la Investigación de lo Inexplicado, en Estados Unidos.
Se trataba, en concreto, de un colgante de 5 cm de longitud. Los arqueólogos colombianos lo han clasificado dentro del tipo “zoomorfo”, es decir, con forma de animal. Sin embargo, se parece mucho más a un avión de combate actual, de reacción y con alas en forma de delta, que a cualquier tipo de animal o pájaro. Posee unos apéndices triangulares que se parecen muchísimo a las alas de varios tipos de aviones modernos supersónicos de hoy en día, una cola pequeña y vertical, un plano de deriva, y a un lado de éste, hay incluso lo que parece ser un emblema.
Quizá podríamos hablar de una clase de polilla de un grupo llamado “esfíngidos”, a los que se les suele llamar «avioncitos» y existen en esta zona de América, pero podemos ver en alguna imagen, como ejemplo, que hay significativas diferencias, especialmente en detalles muy importantes de la cola que sólo muestran los aviones. Cuando se observan otros objetos que representan animales de estas mismas culturas y características, se puede ver algo muy obvio: los otros animales son reconocibles a la perfección, pues los detalles fueron trabajados con gran precisión y atendiendo a un gran realismo. Hay diversos tipos de animales que vuelan, como pájaros, insectos y diversos mamíferos, como el caso de los murciélagos, y algunos planeadores, como las ardillas voladoras, y también algunos lagartos que pueden planear; incluso hay peces que planean en el aire sobre el agua por cortos períodos de tiempo. Hay también animales acuáticos que al desplazarse parecen estar volando, como las rayas por ejemplo.
Sin embargo, los objetos que se ven en las imágenes, no son similares a ninguna de estas cosas, ni siquiera peces que podrían tener aletas en la cola, ya que además de tenerlas parecen exhibir detalles explícitamente mecánicos. Las estructuras que se ven delante de la cola provocan un recuerdo perfecto de algo llamado «elevones» (es una combinación de alerones y elevadores en algunas aeronaves) con una ligera curva frontal, pero están unidas al fuselaje y no a las alas. En todo caso, se ven más como partes de un aeroplano que como aletas de un pez. Se supone que las dos espirales que se observan en las alas serían unas versiones estilizadas de los ojos de una raya, aunque en ese caso, ¿qué representarían los dos objetos globulares que están ubicados en la cabeza? Para complicar aún más la identificación, las espirales en las alas tienen copias similares ubicadas en la nariz del objeto, en dirección opuesta. Si se observan los objetos de perfil, la diferencia con cualquier cosa del mundo animal es aún mayor. Las pruebas son las pruebas y todos podemos verlo.
Si se desea sostener la explicación zoomorfa como algunos expertos mantienen: ¿Por qué entonces, el artista hizo una especie de corte detrás de la cabeza, que parece la abertura en la que se ubicaría el piloto de una aeronave?. ¿Y por qué la nariz es rectangular y el corte tiene un borde inclinado hacia adelante, con unos ojos ubicados a cada lado, si en los peces, usualmente, están cercanos a una línea media ubicada por el centro del cuerpo y alejados de la parte frontal de la cabeza? ¿Por qué esos rebordes semicirculares dentro del corte que hay tras la cabeza?. ¿Qué es esa especie de rueda debajo de la cabeza? No es el lugar para ensamblarlo en un collar por ejemplo, porque no tiene perforación.
Hay una forma rectangular, ubicada justo en el centro de gravedad, debajo del «fuselaje». Las alas, cuando se las ve de lado, son perfectamente horizontales, pero si se las observa desde el frente se las ve curvadas hacia abajo. Los elevadores que hay detrás de las alas están ubicados en un plano horizontal superior y no terminan en punta, sino en una forma rectangular apenas redondeada. Arriba de ellos hay otra forma rectangular, similar a como sería un soporte y control para los elevadores. La cola es intrigante: ningún pez tiene una única aleta perpendicular ubicada hacia arriba. El aspecto es idéntico al del alerón de un avión moderno. Hay algunas marcas en la cola que son difíciles de identificar, que no parecen representar nada relacionado con un animal. El objeto no se ve como una representación de un animal conocido, increíblemente similar a una aeronave.
Existen muchas fotos y dibujos ampliados de los objetos que fueron presentados a diversas personas del campo de la aerodinámica para que los analizaran. Uno de ellos fue Arthur Young, un diseñador de los helicópteros Bell y otras aeronaves. Su análisis confirma que el objeto contiene varias características que caben en la hipótesis de que representa un avión, aunque hay algunas que no encajan en el escenario. Las alas parecen estar en un lugar errado, pues la base trasera del triángulo debería estar más o menos a un cuarto de su tamaño del centro de gravedad. La nariz no es como la de ningún avión. O sea que, si bien el objeto sugiere un avión, algunas características no dan soporte a la hipótesis, según Young.
Pero todavía incluso existen más posibilidades. Imaginemos que la separación ubicada detrás de lo que parece un «parabrisas» no es el espacio de pilotaje, sino que quien controla la nave está ubicado en algún lugar del cuerpo del fuselaje y que lo que parece ser la «nariz» es algo diferente. Asumamos que la nariz es, en realidad, un mecanismo que desprende un chorro como si fuera un jet a reacción. Si la máquina necesita frenar, el chorro surge hacia delante, oponiéndose al avance. ¿Pero cómo dirigimos el chorro en la dirección opuesta? Si imaginamos que la nariz es móvil, capaz de girar sobre el punto donde se une con el fuselaje, entonces se puede mover la nariz de modo que quede debajo de éste y apuntando hacia atrás. En esta posición sería capaz de dar el empuje que necesitamos para avanzar. Esta nueva configuración reajusta el centro de gravedad de las alas y lo ubica justo en el lugar correcto para un potente vuelo.
Encontramos otro problema, y es que la parte trasera de la nariz, al girarse, queda bastante plana, lo que no le da al aeroplano un perfil muy aerodinámico. Sin embargo, otros varios «aviones» hallados muestran el posible lugar de pivote de la nariz ubicado más hacia adelante, lo cual le daría a la nave un mejor ángulo frontal y favorecería su aerodinámica. El objeto parecería ser algún tipo de nave convertible, con dos configuraciones posibles: una para ascender y otra para descender, dependiendo de la posición de la nariz. Un asunto que no hemos resuelto hasta ahora son las espirales en las alas y en la nariz. De acuerdo a la iconografía amerindia, las espirales representan «ascenso» y «descenso», dependiendo de si están orientadas hacia la derecha o hacia la izquierda. Como las espirales están en las alas, y en la nariz, parecen ofrecer un significado obvio: ambas estructuras están involucradas en el ascenso y en el descenso. Hay otras culturas que mencionan vehículos voladores de un tipo u otro. El caso más conocido es en la épica de la India, especialmente el Mahábhárata.
No obstante, este objeto ornamental se atribuye a los SINU, un pueblo preincaico que vivió desde el siglo V hasta el siglo VIII d. C. La Biblia también contiene ejemplos. Otra fuente es el Libro de Enoch, en particular en la versión eslava, donde no sólo se describe el vuelo aéreo sino que también incluso hace referencia al vuelo en el espacio exterior: Enoch pasa varios días en la nave voladora, pero cuando retorna a la Tierra han pasado siglos.
Sólo como curiosidad, en Youtube podéis ver la prueba física de que estos modelos de aviones hallados pueden volar al ser construidos a escala. Canal de Historia hizo referencia a este caso y nos enseño cómo al construirlos de manera exacta al modelo original, lograban levantar el vuelo como cualquier aeronave. Podéis verlo en el siguiente enlace, muy recomendable: “Aviones precolombinos, aeromodelismo hace 1000 años».
Estimados amigos de Informe Insólito. Llegamos una semana más a nuestro destino y espero que hayáis disfrutado enormemente de este vuelo a lo largo de la historia de otras culturas milenarias y de sus secretos aeronáuticos. Hasta el próximo misterio…
Si..la idea del «avion» es muy romántica y hasta fácil de justificar..pero si se conoce el arte de los indígenas precolombinos, como elaboraban se acuerdo con lo que veían, ahi se entiende que son estilizaciones de formas de vida…y la idea del avion simplemente no se mantiene a la luz de la razón…
Siento discrepar contigo Frank, pero precisamente lo que no se mantiene a la luz de la razón como tú dices es que sean representaciones de insectos o animales. Cuando distorsionas la forma de un ser vivo, como tú dices, para estilizarlo mejor, es imposible que cuadre con un perfil que sustenta, es decir, que vuela. Quiero decir que si los «estilizaron» variando su morfología sería milagroso que ese nuevo «modelo» surcase los aires sin ningún tipo de problema. Sabemos que vuelan porque se han recreado a escala y han volado perfectamente y planean. Un abrazo