La tecnología discurre a una velocidad vertiginosa, cada vez somos más dependientes de los nuevos avances que condicionan nuestra manera de vivir, nuestra calidad de vida. Pero, ¿hacia dónde nos lleva la ciencia?, ¿cómo estaremos de influenciados por las nuevas tecnologías en un plazo de 10 o 15 años?, pues seguramente mucho más lejos de lo que creemos o imaginamos. Posiblemente nos espera un futuro de implantes artificiales, de instalación de pequeños dispositivos en nuestro cuerpo, contaminando nuestra evolución biológica con objetos artificiales y electrónicos. Seremos lo que ya hace muchos años científicos visionarios e inventores locos presagiaban experimentando y conectando robots o máquinas a cabezas de animales, o inventando prótesis robóticas y así poder convertirlos en seres Ciborg o CYBORG (CYBernetic ORGanisms) , ¿será éste el futuro inmediato de la humanidad?
Los países más avanzados se encuentran desarrollando proyectos de adaptación de la tecnología actual más evolucionada al cuerpo humano, con grandes financiaciones, las investigaciones están orientadas al mundo militar, quieren fabricar soldados casi invencibles, inmortales, soldados que sean capaces de efectuar misiones increíbles , superhombres que luchen en condiciones extremas, y todo gracias al implante de microchips o nanotecnología e incluso modificando genéticamente el ADN .
Pronto conseguirán que sus soldados sean los más rápidos, utilizando prótesis o exoesqueletos con aleaciones súper resistentes y ligeras, serán capaces de soportar días sin comer, se alimentarán de píldoras o comidas energéticas o incluso bajo inyección intravenosa del alimento en el torrente sanguíneo. Tomarán cócteles de vitaminas y proteínas sintéticas que le aportarán una fuerza descomunal. Podrán ser ordenados o comandados para misiones imposibles telepáticamente, recibirán sus órdenes directamente en el cerebro, sin equipos de comunicaciones radio de por medio que puedan ser fácilmente detectables.
Pero no solo estos avances están al alcance de unos pocos o bajo desarrollo en proyectos militares secretos o espaciales, aunque parezca increíble existen a la venta hoy en día productos que pueden formar parte de nuestro cuerpo. Hay empresas que ya están empezando a ver filón de este negocio «futurista» pero cercano, tecnologías al alcance de todos que pueden colaborar en el desarrollo del ser humano.
Existe un movimiento llamado transhumanismo, un movimiento filosófico, cultural e intelectual que quiere transformar la condición humana con tecnologías que mejoren las capacidades actuales, mentales y físicas, movimiento futurista germinado por el filósofo británico Max More, fundador del Instituto de “Extropía”. Los “extropianos” creen que los avances de la ciencia y la tecnología lograrán que la gente viva para siempre. Buscan mejorar la vida gracias al avance, confiando en la informática, la ingeniería genética, la nanotecnología.
Existen muchas personas que siguen este pensamiento cultural e intelectual y que deciden por ellos mismo practicar con la tecnología y la biología de estar por casa, en laboratorios domésticos, nos referimos al Biohacking. Los que la practican son conocidos como biohackers o grinders. Con la ayuda de organizaciones y asociaciones se intenta multiplicar y desarrollar las capacidades del ser humano. También pueden mejorar otro tipo de cosas que nos rodean, por ejemplo producir células fluorescentes para iluminación, creación de levaduras con distintos olores, modificación de ciertas bacterias, por ejemplo para el cultivo de cuero, ingeniería de tejidos, crecimiento de productos cárnicos.
Crear ADN personalizado con técnicas más baratas, mediante campos eléctricos que controlan la producción de proteínas. El «silenciamiento» génico proceso por el cual se controla el material genético externo para evitar que causen daños a las células, aplicado por ejemplo a las frutas y verduras para que no se oxiden y estropeen al ser cortados, buscar alternativas a la resistencia a los antibióticos, fomentar y enseñar la auto diagnosis con conocimientos, etc.
El biohacking consiste en explorar y explotar conocimientos científicos y tecnológicos aplicados a las personas e incluso a la naturaleza y para esto se intenta gestionar la propia biología incorporando dispositivos electrónicos o cibernéticos ayudados por fármacos, como los nootrópicos o drogas inteligentes, potenciadores cognitivos que ayudan a desarrollar nuestras capacidades mentales y memorísticas así como el aprendizaje y la concentración.
Entre los numerosos grupos y organizaciones que apoyan una biología sintética combinada podemos encontrar, Hackteria, red de personas interesadas por el arte, diseño y cooperación interdisciplinaria que practican la biología DIY (Do it your self), Biotweaking, laboratorio centrado en ayudar y educar a los ciudadanos para que puedan innovar para beneficio de la humanidad (diwo – Do it with others). Grupos de Open Science, como Genomes Unzipped que publican secuencias individuales de genomas, dejando a disposición de sus usuarios herramientas gratuitas, pudiendo cualquiera extraer y secuenciar un fragmento de ADN de cualquier organismo, y todo sin laboratorios. La fundación Biobricks creada en la Universidad Harvard y Stanford, que ayuda sin ánimo de lucro al desarrollo abierto de esta biología sintética, y un largo etcétera.
Para los más atrevidos se puede encontrar un amplio catálogo de kits y dispositivos de pequeño tamaño fácilmente implantables en nuestro cuerpo, con ayuda de un técnico sanitario o tatuador experimentado en piercings. Uno de los más utilizados y más de moda entre los biohackers consiste en un juego de luces LED que se colocan debajo de la piel que hará que el brazo brille en la oscuridad aportando un aspecto futurista.
Hay una serie de microchips que se pueden comunicar con ordenadores, teléfonos móviles y tabletas. A la hora de transmitir estos datos se pueden diferenciar dos tipos de protocolos para el intercambio de información inalámbrica. El primero sería por RFID (Radio Frequency IDentification), permitiendo identificar objetos mediante ondas de radiofrecuencia. Usa dispositivos como tarjetas, etiquetas, transpondedores con un número de serie. El segundo tipo es el estándar NFC (Near Field Communication), de campo cercano o de corto alcance y altas frecuencias. Se comunican mediante inducción en un campo magnético, en concreto en la frecuencia de 13,56 MHz. Estos pueden ser pasivos, donde uno de los dispositivos tiene la fuente de energía propia o activo donde los dos dispositivos están equipados con fuentes energéticas.
No solo existen dispositivos con aplicaciones estéticas, sino que hay infinidad de utilidades y posibilidades. Las principales funciones que podemos encontrar actualmente con el implante de estos chips domésticos pueden ser, entrar en casa sin llaves, abrir la puerta del garaje sin mando, identificarse en el ordenador, desbloquear el móvil, y todo aproximando nuestro brazo o mano a un lector.
¿Qué nos podemos encontrar en el mercado o en desarrollo?, el Circadia (Proyecto HELEDD), dispositivo subcutáneo que se implanta y es capaz de leer los datos biomédicos. Transmite los datos por internet vía bluetooth. Este aparato irá recopilando datos semanal y mensualmente para generar reportes y gráficas con las constantes vitales manejados desde un smartphone. El software que se utiliza puede normalmente ser descargado y modificado por el usuario dependiendo de sus necesidades, incluso se le puede hacer mejoras ya que se encuentra en código abierto. Mediante LEDs indica advertencias o señales de alarmas debajo de la piel.
Imanes de neodimio o implantes magnéticos, elemento químico que posee un campo magnético permanente, está hecho de una aleación de neodimio, hierro y boro. Se implanta entre los dedos de las manos o yemas para poder sentir sensaciones únicas al aproximar la mano a campos magnéticos, se sienten sensaciones extrañas cerca de los microondas, debajo de un tendido de líneas de alta tensión. Se puede utilizar para detectar cosas de metal u otros objetos con aplicación en las personas invidentes, como localizadores.
Eyeborg, cámara montada en la cabeza que traduce los colores en vibraciones y sonidos que van directo al cerebro, permitiendo a personas con problemas de visión poder sortear obstáculos o incluso poder leer.
Visión nocturna, algunos se han tratado los ojos con cloro e6 o Ce6, sustancia química que se encuentra en algunos peces abisales, sirve para ver en la oscuridad aunque es peligroso por los daños que puede causar en la retina.
Implante de imanes en los oídos, Headphone Implant 1.0, especie de auriculares que le permiten al biohacker procesar el sonido con más calidad.
Según el científico, escritor Raymond Kurzweil, todo una eminencia en ciencias de la computación e inteligencia artificial, piensa que en 15 o 20 años se alcanzará la inmortalidad, ya que se re-programaran los cuerpos para dejar de envejecer incluso volver hacia atrás. Todos esos pequeños dispositivos realizaran mucho mejor las funciones de nuestras células vitales.
La idea del ciborg no es nueva, fue concebida por dos señores el doctor Nathan Kline, psiquiatra, precursor de la psicofarmacología, y el ingeniero informático Manfred Clynes, creador de CAT (Computer of Average Transients), ordenador que promediaba eventos, señales recibidas de organismos biológicos que se repetían en presencia de ruido. Publicaron el concepto de Ciborg en 1960 poniendo sus miras en la exploración espacial. Según ellos, los ciborgs no llevarán trajes espaciales, sino trajes ceñidos y sellados y viajaran en cabinas expuestas al vacío del espacio. A estas presiones la sangre herviría y los pulmones explotarían, pero los ciborgs tendrían parte de los pulmones desinflados y la sangre sería enfriada. Sus bocas estarán selladas e inutilizadas. Los alimentos serían canalizados directamente al estómago o torrente sanguíneo o los residuos se reutilizarían de nuevo como comida. Partes de sistemas vitales serían reemplazados por ayudas mecánicas.
Hay avances orientados a otros campos como el proyecto de la Rosa Ciborg, en la cual investigadores de la Universidad sueca de Linkoping han cultivado rosas insertando circuitos electrónicos en su sistema vascular y utilizando el polímero PEDOT-S: H, captando así la energía generada por la planta en la fotosíntesis, y poder utilizarla como fuente de energía incluso tener funciones de antena.
Debemos controlar la tecnología de una manera racional ya que seguramente con el tiempo se irán sustituyendo las células biológicas, órganos y sangre por la nanotecnología, aunque salvará y mejorará vidas, sin duda iremos quizás perdiendo condiciones humanas, y evolucionaremos hacia una nueva especie. Nos volveremos seres inmortales androides y la naturaleza ya no será nuestra guía, nos habremos emancipado de ella, seremos los “dueños” de nuestro destino y todo esto como dice el futurólogo Ian Pearson en los próximos 30-40 años, estáis avisados…
