Los extraños accidentes de los destructores USS Fitzgerald y USS John S. McCain

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En lo que llevamos de año han ocurrido una serie de accidentes marítimos donde se han visto involucrados buques de guerra de la Marina de EE.UU., en concreto han sido buques de la Séptima Flota desplegados en Asia contra buques mercantes. Lamentablemente algunos de estos accidentes han tenido como consecuencia la pérdida de vidas. Lo grave del asunto es que no han sido uno ni dos accidentes sino cuatro en un año en la misma  zona caliente. Por esto han saltado las alarmas y se ha empezado a dudar sobre la fiabilidad de los equipos y sistemas de navegación de estos buques. Algunos creen que han podido sufrir un algún tipo de interceptación o interferencias en las  señales de posicionamiento GPS. En este artículo intentaremos analizar cuáles podrían ser las posibles explicaciones, ciberataque y piratas informáticos, «jamming», «spoofing», errores humanos, falta de preparación, equipos obsoletos, los extraños accidentes de los destructores USS Fitzgerald y USS John S McCain.

La tecnología militar avanza a pasos increíbles al igual que los tipos de guerra están cambiando, la ciberguerra, defensa en guerra asimétrica, la creación de cuerpos espaciales, satélites espía cuánticos. En el entorno marítimo también ocurre lo mismo, los sistemas de navegación y de vigilancia son cada vez más modernos y están más informatizados. Los programas maliciosos software se pueden propagar rápidamente por un sistema informático desde un puerto USB no capado al actualizar algún equipo. Casi todo a bordo de los buques está interconectado mediante redes y conectado al exterior, todo aquello que tenga una dirección IP es idóneo para  ser «hackeado». El control de la sala de máquinas, de las hélices, de las bombas de lastres de los tanques, de los sistemas de navegación, de los sistemas de comunicaciones satelitales,  todo puede sufrir ataques informáticos  pudiendo provocar situaciones realmente alarmantes y catastróficas.

Imagen del golpe que sufrió el casco del USS Fitzgerald. Varios dispositivos salieron dañados al igual que las antenas Array del Radar de vigilancia aéreo SPY.

Hace unos meses una de las navieras más importantes del mundo en el tráfico marítimo de contenedores, la danesa  Maersk, sufrió el ataque informático de correos electrónicos en su departamento financiero. Los piratas lograron suplantar la cuenta bancaria y consiguiendo que todos los ingresos de proveedores acabaran en esta cuenta. En total más de  300 millones de dólares desaparecieron. Este ataque provocó el cierre de algunas terminales portuarias y como consecuencia el desvío de barcos a otros puertos. Fue por el conocido rasmnware NotPetya el cual  afectó a multitud de equipos informáticos de importantes multinacionales.

Los buques mercantes y privados son mucho mas fáciles de hackear que los buques de guerra, son más vulnerables ya que sus equipos son comerciales y no disponen de encriptación de señales. Los equipos de comunicaciones y de navegación militares son más son más difíciles de interferir, aunque no es imposible.

El destructor USS Fitzgerald (DDG-62) colisionó con un buque portacontenedores de bandera filipina llamado ACX Crystal  a unas 60 millas de las costas de Japón el 17 de junio de este año. En el choque murieron 7 marineros  y 7 sufrieron importantes heridas. Ocurrió sobre la 01:30 AM cuando el buque mercante enfiló con su proa el costado de estribor del destructor a la altura del camarote del comandante. Nadie a bordo vio como se acercaba el buque mercante, ni radarista, ni oficiales de cubierta ni vigías.  Las reparaciones costarán más de 200 millones de dólares, ya que no solo fueron daños en el casco sino en equipos electrónicos y antenas. De inmediato dos oficiales del destructor fueron relevado de sus funciones al igual que el Comandante Jefe de la Séptima Flota.

Extrañamente, la guardia costera japonesa en el inicio de sus investigaciones anotó en los informes que el accidente ocurrió sobre las 02:20 horas AM. Sin embargo la Armada americana confirmó que ocurrió sobre la 01:30 horas, es decir había una hora de diferencia entre ambos informes.

El destructor USS John S McCain (DDG-56) colisionó el 21 de agosto a las 05:24 AM horas con el buque mercante de bandera liberiana llamado Ainic MC al este del estrecho de Malaca mientras el destructor ponía rumbo a su base en Singapur, en Changi. El barco sufrió un fuerte golpe en la aleta de babor produciéndose  grandes daños en la sala de máquina, algunos compartimentos de la tripulación y la sala de comunicaciones radio. En total murieron 10 marineros y otros cinco resultaron heridos.

Sin embargo no han sido los únicos accidentes, el crucero USS Lake Champlain (CG-57) también colisionó contra un pesquero surcoreano pequeño por su costado de babor, el día 9 del mes de mayo mientras realizaba una navegación rutinaria. Otro extraño caso fue lo que le ocurrió al crucero USS Antietam (CG-54) mientras se encontraba fondeado en la bahía de Yokosuka en Japón, en enero de este año. Supuestamente debido a fuertes viento y ayudado por la marea su ancla garrearía y no se fijaría bien al fondo. Como consecuencia sus hélices quedaron dañadas y se vertió al mar más de 4.000 litros de aceite hidráulico.

Imagen del agujero que dejó la colisión en el destructor USS John S. McCain justo debajo de los tubos lanzadores de misiles superficie – superfice.

Todos estos accidentes y en concreto los dos últimos no son muy usuales. Todos han ocurrido en la misma zona del pacífico y sus implicados han sido buques de la Armada de EE.UU.. Unidades que  se suponen estar preparados para vigilar con sus modernos sensores y equipos de ayuda a la navegación y sobre todo estar listos para combatir en muy corto tiempo de respuesta. Son auténticas máquinas de guerra con multitud de puestos vigilantes ante supuestas amenazas terroristas de cualquier tipo y en una zona caliente que requiere una atención especial. Por esto hay sospechas de que los accidentes no fueron casualidad ni coincidencia.

Mapa de las últimas colisiones donde varios buques de la Marina de EE.UU se ha visto involucarados.

El Pentágono no se termina de mojar y las primeras conclusiones de los informes exculpan a los buques propios y sus tripulaciones. Tampoco  comparten las sospechas de que los sistemas de navegación pudieran haber sido interceptados. Algunos de estos informes se han hecho públicos con numerosas partes tachadas y eliminadas. Para callar boca han destituido a algunos comandantes y se llevarán a cabo investigaciones para revisar algunos procedimientos y operaciones navales.

Interferencias o interceptación de señales

La primera posible explicación que salió a la luz fue la del ciber ataque. La posibilidad de que alguna señal desde un lugar en tierra interceptara los sistemas de posicionamiento de los buques. No es una idea descabellada ya que existen maneras de perturbar los sistemas de posicionamiento GPS de los barcos. Existen dos técnicas principalmente, «jamming» y «spoofing». Con la primera se interfiere o se bloquea al receptor GPS para que no sea capaz de recibir las señales correctas y poder posicionarse. Con el «spoofing» se engaña al sistema, se envía una señal que no levante sospechas pero con información errónea, todo el sistema de navegación cree que está en una posición determinada. Todos los sensores y armas serían alimentados por esta señal cuya posición, rumbo o velocidad son completamente falsos.

El 22 de junio de este año a las 07:10 horas en el mar Negro una veintena de barcos en una zona determinada sufrieron la manipulación de sus señales GPS. Estos barcos estuvieron en situación de riesgo ya que sus equipos no funcionaron correctamente. Sus señales fueron suplantadas mostrando una ubicación inexacta. Según sus receptores GPS se encontraban unas 20 millas tierra adentro, cerca de un aeropuerto. Este ha sido uno de los primeros casos de «spoofing» que se conoce y se sospecha que la señal procedió del algún lugar del continente ruso.

Los sistema de navegación en buques militares llevan antenas anti-spoofing y anti-jamming.

Según algunos especialistas, hacerse con un equipo capaz de realizar «spoofing» no es tarea difícil. Se puede emplear un ordenador normal con hardware comercial y un software accesible. Los equipos de navegación de los buques mercantes son mas fáciles de interceptar e interferir que los buques de guerra. En 2013 un equipo de estudiantes liderado por el profesor Todd Humphreys de la Universidad de Texas en Austin y experto en navegación por satélite,  lograron engañar la señal GPS de un yate en el mediterráneo. Lo dirigió a su antojo  a cientos de metros sin que el sistema de a bordo lo detectara. Lo hicieron posible gracias a la ayuda de un drone aéreo que pasó por encima de la embarcación y alimentó al GPS del yate con señales falsas. El rumbo y destino del yate quedó en manos del grupo de estudiantes, incluso lo pusieron en rumbo de colisión contra otra embarcación.

En aguas de Corea del Sur el año pasado cientos de pesqueros tuvieron que regresar a sus puertos ya que el GPS reportaba datos extraños y poco fiables. Todo indicaba que las señales hubieran sido interferidas posiblemente desde el  enemigo país vecino Corea del Norte.

Interceptar a los buques de guerra es más difícil ya que utilizan canales exclusivos y con señales encriptadas. Haría falta un potente equipo de guerra electrónica para poder hacerlo. Es conocido por  informes de inteligencia que China y Rusia están muy avanzados en los sistemas de tratamiento de señales electrónicas, posiblemente más que los norteamericanos. Estos países han invertido mucho dinero y años de investigación en este área. Rusia tiene una red masiva para provocar interferencias del GPS en la red de telefonía celular. La han desarrollado como contramedida para defenderse de posibles ataques de misiles guiados por navegación GPS.

En el 2014 el destructor americano USS Donald Cook (DDG-75) y el caza ruso SU-24 tuvieron un incidente en el mar Negro. Este caza sobrevoló al destructor unas doce veces a muy baja cota con aproximaciones provocadoras. Se llamó por radio al caza sin conseguir respuesta alguna. Al parecer el caza llevaba a bordo un sistema de guerra electrónica conocido como Khibiny capaz de perturbar los equipos del destructor. Según un informe de la oficina militar de la Army Foreign, el radar de vigilancia aéreo SPY-1D y el sistema de combate Aegis sufrieron un apagón. Como si lo hubieran desconectado desde un interruptor remoto. Se cuenta en el informe que aprovecharon los rusos para hacer un ejercicio de entrenamiento de ataque al destructor el cual tenía todo su sistema de combate reiniciándose. Aunque hay quien opina que el equipo Khibiny va montado en los aviones SU-30, SU-34 y SU-35.

Imagen del contenedor con forma de torpedo donde se ubica el equipo Khibiny.

Hay expertos que opinan  que fueron los buques mercantes involucrados en las colisiones los objetivos de un posible ciber ataque, ya que puede hacerse «spoofing» al barco mercante enviándoles posiciones erróneas y orientarlo en rumbo de colisión. Al mismo tiempo se puede hacer «jamming» al destructor interfiriendo en sus sistemas de vigilancia radar.

Error humano

Otra posible explicación apunta al factor humano, ya que se culpa al personal en el puente que se encontraba de guardia durante la colisión que por cierto, no son pocos… Días después de las colisiones  salieron publicados algunos comentarios de tripulantes de estos destructores expresando la falta de sueño de calidad a bordo de estos barcos. Según un estudio del 2012 realizado por una corporación que se dedica al desarrollo e investigación para la planificación militar (RAND), casi un 40% de las tripulaciones de estos buques no duermen lo suficiente. No se reponen bien durante las horas de sueños. Esta falta de sueño afecta a sus trabajos, provocando falta de atención, fatiga, somnolencia diurna e incluso pesadillas. Estos marineros que normalmente trabajan a turnos de guardias  de 3 o 4 horas, pueden llegar a perder a la semana de 5 a 9 horas de sueño. El promedio de horas de sueño en horas nocturnas al día según un comentario escrito en un foro por un tripulante del destructor McCain es de tres horas. Las tripulaciones están extremadamente cansadas si las navegaciones y maniobras son largas. Estas personas para resistir suelen abusar de bebidas excitantes, creándoles ansiedad, insomnio y alucinaciones. Sus cuerpos terminan acostumbrándose a dormir pocas horas, cronificándose y afectando a sus vidas en tierra.

Imagen de personal de guardia en el puente de mando de un buque de guerra norteamericano.
Falta de entrenamiento

En estos días se ha conocido que estos destructores americanos tienen pendiente la aprobación de una serie de certificaciones, falta de entrenamiento, conocimiento y destreza en ciertas áreas operativas. Ambos, McCain y Fitzgerald poseen las peores calificaciones que la media de la flota despegada en el Pacífico. Solamente tienen en vigencia la mitad de las certificaciones requeridas. Les faltan aproximadamente una decena en varias aéreas, en vigilancia, guerra antiaérea, defensa de misiles balísticos, guerra electrónica, fuego naval, marinería, guerra antisubmarina y guerra de superficie.

Aunque la Armada lo desmiente, la tripulación podría no haber sabido reaccionar correctamente y sin conocimiento suficiente para evitar la trayectoria de colisión con los buques mercantes se que aproximaron. Se ha conocido que el 73% de los barcos de desplegados en el pacifico tiene pendientes pasar estas certificaciones. La falta de tiempo en entrenamiento afecta sobre todo a barcos desplegados en  zonas lejanas y con bases en puertos extranjeros.

Diseño del buque autónomo porta-contenedores Yara Birkeland.

Próximamente navegará el primer barco autónomo del mundo, sin tripulación alguna. El año que viene, el portacontenedores noruego Yara Birkeland será el primero en poder ser controlado remotamente y se desplazará sin  necesidad de combustible. El pero es que dependerán todos sus sensores y sistema de  señales GPS.

Hay países que están apostando de nuevo por el antiguo sistema Loran C (Long Range Navigaton,1957) eliminado por muchos países como Francia, Noruega. Un sistema que te permite saber la posición y la hora por relojes atómicos. El equipo lo hace calculando la diferencia de tiempos en recibir señales por tren de pulsos desde estaciones transmisoras en tierra. Su versión moderna está en desarrollo, el  E-Loran cuya precisión es de 8 a 20 metros. Este sistema de posicionamiento tiene la ventaja de que puede detectar si lo perturban y  filtrarlo. Corea del Sur está haciendo grandes inversiones en tener una red de transmisores debido a sus continuos ataques en señales GPS.

Cualquiera de las posibles explicaciones asusta,  ya que si un individuo, grupo de personas o país pueden hacerse con el control de un arma tan potente y destructiva como lo es un buque de guerra norteamericano las consecuencias podrían ser más que nefastas. Por otro lado el control y manejo de estos buques por personal bajo estrés y con mal calidad de vida tampoco es muy alentador

 

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JASS
Ingeniero de sistemas navales, seguidor del misterio, del fenómeno OVNI y de lo paranormal. Skywatcher, astronauta de salón, y sobre todo cadista. Le gusta escribir sobre historias de barcos. Colaborador en Informe Enigma. Cofundador y miembro del Grupo Zpectrum Cádiz Contacto: joseasanchezs72@gmail.com

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