La crisis aeronáutica más famosa ya de toda la historia de la aviación y sin precedentes, continúa en la casa del fabricante aeronáutico Boeing. El constructor ha vuelto a detectar nuevos fallos a bordo de sus aviones Boeing 737 MAX, lo cual, complica muchísimo el regreso a nuestros cielos de dicho modelo. Comienza a ser la crónica de una muerte anunciada.
Bienvenidos a bordo de mi blog de actualidad de «Misterios Aéreos», amigos y amantes de los enigmas. En las últimas horas, tras una revisión técnica de unos cuantos Boeing 737 MAX en la casa del fabricante y durante este último fin de semana, (todo esto en su planta de fabricación de Iowa, EEUU) se han encontrado nuevos errores en las aeronaves relacionados con la actualización de los software instalados a bordo de los cockpits de los modelos Boeing 737 MAX. Se han hallado problemas en los sistemas del avión, algo que podría retrasar aún más el regreso de los MAX de nuevo al servicio activo.
Venimos, en las últimas semanas, de una situación en la que se ha suspendido la producción de los Boeing 737 MAX, se ha despedido a su CEO (Dennis Muilenburg) y se han presentado una serie de informes económicos del gigante aeronáutico que muestran unas preocupantes referentes al número de entregas y pedidos del constructor aeronáutico americano. Por primera vez en la historia de Boeing, la empresa presenta unos números con más cancelaciones de ventas de aviones que nuevos pedidos.
Uno de los nuevos problemas hallados, según la propia Boeing, no estaría relacionado con las recientes revisiones de software del MAX, revisiones que se hicieron para solucionar la causa que llevó a dos aparatos Boeing 737 MAX a dos tragedias con 346 muertos en total, el de Lion Air y el de Ethiopian Airlines. Por lo tanto se trataría de un nuevo fallo detectado no relacionado con los problemas hallados hasta la fecha. Un problema que no está resuelto.
El problema que ahora tratamos se centra en la monitorización del encendido del software del avión. Este sistema de puesta en marcha del software comprueba si hay anomalías al encender las computadoras de vuelo del avión. Los pasos que sigue este sistema son similares a los pasos que realiza cualquier ordenador que tengamos en casa o en la oficina cuando se enciende por primera vez. La «ventaja» esta vez (por ser un poco positivos y no llamarla desventaja), es que este proceso y su malfunción descubierta ahora sucede cuando el avión está en tierra y no está en vuelo, es decir, cuando los pilotos se preparan para arrancar el avión y todos sus sistemas de vuelo antes de salir a volar mientras los pasajeros puedan estar embarcando.
Según el portavoz de Boeing y según sus palabras, que cito textualmente, la factoría y sus expertos ya trabajan en la solución: «-Estamos haciendo las actualizaciones necesarias y trabajando con la FAA en la presentación de este cambio y mantenemos informados a nuestros clientes y proveedores. Nuestra mayor prioridad es asegurar que el Boeing 737 MAX sea seguro y que cumpla con todos los requisitos legales antes de que vuelva a estar en servicio».
Otro grave problema que se acaba de detectar es que se han hallado en varios modelos Boeing 737 MAX estacionados en las fábricas de Boeing (y que se supone que ya estaban revisados para entregar en breve de nuevo a sus propietarios) objetos extraños en sus depósitos de combustible donde se aloja el fuel. En concreto, se han hallado trapos, telas, paños y herramientas olvidadas, algo extremadamente grave que provocaría, sin lugar a dudas, muchos problemas en futuros vuelos a esos aviones. El Director General de Boeing para el programa Boeing 737 MAX, Mark Jenks, emitió una circular a sus empleados, a la que han tenido acceso numerosos medios de comunicación, en la que cataloga de «absolutamente inaceptable» el último hallazgo de estos objetos extraños en el interior de los depósitos de combustible de los aviones.
Los objetos fueron descubiertos durante el trabajo de mantenimiento en algunos de los centenares de aviones Boeing 737 MAX almacenados. Ahora sabemos públicamente que hace unos meses en la cultura empresarial de Boeing primaba la velocidad sobre la calidad y que los trabajadores recibían presiones para sacar el trabajo a tiempo dejando de lado algunas salvedades y preocupaciones planteadas. Es por eso que no se tomaban ciertas medidas de seguridad tan básicas como el recoger la herramienta usada en las labores de mantenimiento y recontarla antes de salir de los interiores del avión. También se han publicado decenas de quejas descubiertas de empleados, relativas a la seguridad que conllevaba problemas como producción defectuosa o que recibían presiones para no informar sobre violaciones de los protocolos. Y esto es SUMAMENTE GRAVE. MUY GRAVE.
La merma pública de la imagen de Boeing es tan elevada que comienza a entrar en una situación sin retorno de seguir con esta deriva de problemas y fallos descubiertos a bordo de la familia de los Boeing 737 MAX. Os seguiré informando de cualquier novedad. Un fuerte abrazo, amigos del misterio…