¿Vas a viajar en los próximos días? ¿Sabes qué número de vuelo ha asignado ya tu compañía al viaje que vas a realizar? Lo cierto es que, a lo largo de la historia de la aviación, existen casualidades dantescas que han hecho que diversos vuelos, en diferentes épocas, hayan llevado asignado el mismo número o código de vuelo y, por lo tanto, hayan sufrido el mismo trágico destino. Os cuento esta terrible coincidencia hoy en Misterios Aéreos en Informe Insólito.
Bienvenidos a bordo una semana más, amigos de Informe Insólito. Esta semana, repasando mis archivos de los enigmas que guardan nuestros cielos planetarios, he logrado visualizar una terrible coincidencia. De repente, surgen entre ellos, diversos casos de catástrofes aéreas en las que las todas coinciden en un punto a lo largo de su estudio. Su código de vuelo, el número que la compañía aérea asigna a cada viaje de cada avión suyo para poder así diferenciarlos en los billetes de los pasajeros. Se trata, misteriosamente, de los vuelos con código 191. No importa la compañía aérea ni su nombre, pues sencillamente, todos coinciden en que eran el vuelo 191.
Viajamos a la primera reseña que existe en nuestros archivos de catástrofes aéreas con ese mismo código, el vuelo 191. El primero que encontramos cronológicamente se refiere al vuelo 191 que se estrelló el 15 de Noviembre del año 1967 en los EEUU. El malogrado avión que volaba con ese código de vuelo precisamente no era un vuelo comercial (así que podemos comprobar que esta curiosa maldición no solo afecta a aeronaves civiles) sino un avión militar experimental tipo X-15. Fue el único modelo X-15 norteamericano que sufrió un accidente y se cobró la vida de su piloto de pruebas, Michael Adams, que en aquel momento realizaba el test aéreo a bordo.
La aeronave experimental se rompió literalmente en vuelo, debido a diversos fallos técnicos. La fallida misión de prueba duró 10 minutos de vuelo y 35 segundos. Alcanzó la altitud de 266.000 pies (unos 81.000 metros de altitud) y estaba siendo seguido desde los puestos de control de la NASA. Se estrelló en Rundsburg, California. El primer vuelo 191 de la historia de la aviación que protagonizó una catástrofe aérea.
Viajamos ahora buscando la siguiente fatídica casualidad. Nos encontramos en el 24 de Junio del año 1972. A bordo del vuelo de PRINAIR 191 (Puerto Rico International Airlines), que va a realizar la ruta entre el Aeropuerto Internacional de Luís Muñoz Marín de San Juan y el Aeropuerto de Mercedita en Ponce, también en Puerto Rico, se encuentran 18 pasajeros y 2 pilotos. El vuelo despega a las 11:15 horas locales, operado por un avión tipo De Havilland DH-114 Heron 2B, pilotado por el Comandante Donal Price (3000 horas voladas en el avión) y el Primer Oficial Gary Belejeu (102 horas voladas en este modelo de avión).
Cuando el avión se aproximaba a su destino en el aeropuerto de Mercedita, la torre de control había dejado de dar autorizaciones debido al horario. El vuelo llegaba muy tarde y esa torre de control por las noches cerraba. La decisión de aterrizar era exclusiva de la tripulación, la cual intentó la toma sin éxito, dado que el avión llegó a tocar pista pero ante la niebla tan espesa y sin ver el final de la pista, los pilotos decidieron irse al aire por seguridad. El accidente se produjo en ese aterrizaje frustrado, cuando frustraban y se iban al aire, a causa de que el avión sobre rotó en despegue con muy poca velocidad y entró en pérdida cayéndose al suelo sin remedio. Murieron ambos pilotos y 3 pasajeros. Se especuló que los pilotos podrían haber visto algún vehículo invadiendo la pista y por eso se fueron al aire, aunque finalmente se descartó.
Viajamos ahora al 25 de Mayo del año 1979. De repente, sucede el accidente aéreo más trágico de la historia de los Estados Unidos de América. Un accidente totalmente evitable, desencadenado por un malísimo procedimiento de mantenimiento en la compañía American Airlines. Era el vuelo 191 de American Airlines, que iba a cubrir la ruta entre Chicago y Los Ángeles, el cual se llega a estrellar después de su despegue ante los ojos de todo el mundo en el Aeropuerto Internacional Chicago O´Hare. La fotografía del instante fatídico (tomada por una persona desde una de las terrazas del aeropuerto) se hizo famosa y dio la vuelta al mundo y fue la clave para que los investigadores del accidente dieran con la solución que desencadenó esta terrible tragedia.
Murieron todos a bordo, los 258 pasajeros y los 13 miembros de la tripulación. El vuelo era operado por un DC-10 McDonnell Douglas y al mando iba el Comandante Walter Lux, de 53 años, su Primer Oficial era James Dillard, de 49 y también iba en cabina el ingeniero de vuelo Alfred Udovich, de 56. El motor número uno, el de la izquierda, se desprendió en pleno despegue, cortando el fluido hidráulico de los principales mandos de control del avión, condenando al aparato a estrellarse sin remedio contra tierra. Uno de los mecánicos no hizo un buen mantenimiento con los pernos de sujeción del motor, el cual se separó del ala, nada más elevarse el avión en el aire. La tripulación jamás pensó que hubiera perdido literalmente el motor en vuelo, sencillamente pensaban que volaban con un fallo de motor. Lucharon hasta el último segundo.
Uno de los accidentes aéreos que cambió el rumbo de la seguridad aérea, dentro del mundo de la aviación comercial, fue el que protagonizó el vuelo 191 de Delta Airlines el 2 de Agosto de 1985 en el Aeropuerto Internacional de Dallas Fort Worth. El vuelo 191 de Delta cubría la ruta entre Florida y Los Ángeles con escala en Dallas y era operado por un enorme Lockheed Tristar L-1011. El avión impactó contra el suelo en su aproximación a la pista 17L (17 izquierda) del Aeropuerto de Dallas, llevándose un coche por delante y estrellándose contra dos enormes depósitos de agua del aeropuerto. Murieron en un solo instante 136 personas, más el conductor del vehículo en tierra de una carretera que cruzaba por la senda de descenso de los aviones a la pista. 128 pasajeros fallecidos en el acto más 8 miembros de la tripulación.
El accidente, en los primeros momentos, parecía inexplicable pues aunque se sabía de vientos fuertes ese día, nada hacía esperar una catástrofe de estas dimensiones. Se descubrió, según avanzaba la investigación, que un fenómeno llamado “micro ráfagas” fue el causante de que el avión se fuese al suelo en los últimos metros de aproximación a la pista. Literalmente, vientos racheados, fuertes, ascendentes y descendentes tiraron el L-1011 abajo. A partir de este momento estas turbulencias severas, llamadas cizalladuras, fueron consideradas dentro del entrenamiento de futuras tripulaciones. Su Comandante era Edward Connors, de 57 años, y su Primer Oficial Rudolph Price, de 42 años. El vuelo 191 de Delta Airlines llevaba como auxiliares de vuelo a Frances Alford, Jenny Amatulli, Freida Artz, Vicki Chavis, Diane Johnson, Alyson Lee, Joan Modzelewski, y Wendy Robinson. De todos ellos solamente Amatulli, Chavis y Robinson sobrevivieron.
En esta horrible lista de casualidades, quiero comentar como penúltimo caso el terrible accidente aéreo que protagonizó el vuelo 5191 de Comair el 27 de Agosto del año 2006. Es cierto que el código de vuelo es 5191 pero su terminación, como podéis observar, claramente coincide con las extrañas casualidades de este listado. El avión, un CRJ-100ER, cubría la ruta desde Lexington (Kentucky, EEUU) hasta Atlanta (Georgia) y a bordo viajaban 47 pasajeros y 3 miembros de la tripulación. Indirectamente, en otro de mis artículos sobre los elegidos y protegidos en accidentes aéreos (esas únicas personas que sobreviven a una catástrofe aérea mientras que mueren todos a su alrededor) ya hemos hablado de este caso, pues su copiloto o primer oficial, James Polehinke, fue el único superviviente. El aeropuerto de Blue Grass, en Lexington, contaba con dos pistas para el despegue, una mucho más corta que la otra. Al CRJ-100ER de Comair se le autorizó a despegar por la pista 22 mientras que los pilotos se equivocaron al alinear en cabecera y se posicionaron para despegue en la pista 26. Eso los llevó directamente a la tragedia. Cuando efectuaron el despegue se dieron cuenta de que la pista era mucho más corta y no tuvieron tiempo para alzar el vuelo, chocando irremediablemente al final de pista contra las arboledas y verjas que delimitaban el recinto aeroportuario. El avión se destruyó por completo y su copiloto logró sobrevivir mientras todos perecieron a su alrededor. Jamás logró recordar lo que sucedió aquel día.
Para terminar hoy con las terribles casualidades que unen los vuelos con código 191, vamos a recordar el caso del Jet Blue Airways, sucedido el 27 de Marzo del año 2012. La aeronave era un Airbus A-320, cubría la ruta desde el Aeropuerto JFK de New York hasta el Aeropuerto McCarran de las Vegas, en Nevada. Su Comandante era Clyton Osbon, su Primer Oficial era Jason Dowd y viajaban con 135 personas a bordo. De repente, en medio de la ruta en vuelo de crucero, el Comandante Osbon sufrió un desorden mental y un brote psicótico, dándose cuenta su copiloto cuando Osbon comenzó a hablarle a los pasajeros sobre la imposibilidad de llegar a Las Vegas, sobre Jesús de Nazaret y Alqaeda, etc…un sinfín de palabras sin sentido que demostraban que la salud mental de Osbon se había roto por completo. Con ayuda del resto de los auxiliares de vuelo y de varios pasajeros, el copiloto Dowd pudo evacuar de la cabina al Comandante Osbon y guiar el avión seguro a tierra. El Comandante estaba sufriendo un ataque de pánico en toda regla. El vuelo terminó de forma segura pero, sin duda, siendo el vuelo 191 de Jet Blue Airways, es digno de mención por la casualidad del código de vuelo y que, además, sufriera este incidente a bordo. El avión aterrizó de emergencia en el Aeropuerto de Amarillo, en Texas. El Comandante fue sancionado con 12 años de empleo y sueldo.
Si ahora viajases de vacaciones y te tocase el vuelo 191 con destino a tu lugar vacacional, ¿estarías dispuesto a embarcar sin problema y no pensar en ello? Algunas compañías aéreas supersticiosas han eliminado ya de sus vuelos el código 191. Eso ya solo es una decisión vuestra, así que hasta el próximo vuelo del misterio amigos de Informe Insólito….
Muy buen articulo. Un abrazo.
Muchísimas gracias Don José Antonio. Muy agradecido de que haya tenido tiempo de pararse a leer mi artículo. Gracias de corazón. Un fuerte abrazo.
Ahora tendre en cuenta ese numero!
Gracias por tu comentario y por leernos, Wendy!