El 18 de Julio de 1981, en plena Guerra Fría entre el comunismo y el capitalismo, un avión civil argentino de transporte de carga fue derribado por la Unión Soviética tras violar su espacio aéreo. Algunas fuentes dijeron que fue una colisión aérea, otras aseguran que fue un derribo en toda regla. Estos días hemos vivido el episodio del derribo de un avión militar ruso sobre Turquía, pero los rusos siempre han estado involucrados en incidentes aéreos que han terminado con víctimas mortales después de numerosos derribos de aviones NO MILITARES.
Bienvenidos una vez más a bordo, amigos de Informe Insólito. Vivimos días totalmente convulsos después del incidente del derribo del avión militar ruso sobre espacio aéreo turco, supuestamente. La tensión internacional ha aumentado hasta tal punto que una hipotética tercera guerra mundial estaría más cerca que nunca, según muchos expertos. El episodio trágico que ha sufrido ese avión militar turco ha desencadenado una ola de apoyos internaciones a la Rusia de Putin pero lo cierto es que Rusia carga a sus espaldas una lista bastante larga de derribos de aviones civiles, ya no militares, sobre su espacio aéreo. Derribos injustificados de aeronaves civiles que posiblemente habrían errado su rumbo por fallos en la navegación. Ni Rusia es muy buena ni otros estados son tan malos.
En el año 1981, concretamente un 18 de Julio corría ese año, un avión carguero argentino de la empresa Transportes Aéreo Rioplatense, entró por error en el espacio aéreo de la antigua Unión Soviética (URSS) y fue directamente derribado. Los detalles de esta historia nos hacen recordarnos de las semejanzas que tiene el caso con el derribo del Boeing 777 de Malaysian Airlines sobre Ucrania. Aunque no fue sobre espacio aéreo ruso sino craniano, caso del que además hablamos aquí en nuestra sección de Misterios Aéreos, la investigación liderada por Holanda demostró que un misil ruso derribo el vuelo MH17 de Malaysian Airlines.
Viajamos atrás en el tiempo de nuevo al caso que nos ocupa. A principios de los años 80, el mundo no era para nada el que vivimos hoy en nuestros días. En plena Guerra Fría, existían zonas completamente prohibidas para el sobrevuelo de los aviones occidentales sobre territorio soviético, como lo eran los cielos de las Repúblicas que formaban la ya hoy en día extinta URSS. En ese contexto, existía un segundo escenario a la sombra que mantenía viva la propia Guerra Fría, la calentaba, escenario dónde se probaban las armas, las nuevas técnicas de combate y se comercializaban miles de toneladas de material bélico por si la Guerra Fría llegaba a estallar o a ponerse más “caliente”. He aquí donde entra en juego el papel de una compañía aérea argentina de transporte aéreo, Transportes Aéreo Rioplatense, que se encargaba del traslado de todo tipo de carga, incluido el armamento.
Esta empresa era una firma dedicada exclusivamente al transporte de carga por vía aérea. En su flota se contaba con un modelo de avión, el Canadair CL-44, un modelo de avión esbelto y fornido y que estaba propulsado por 4 motores turbohélices. En la recta final de la vida de la empresa que nos ocupa, se cambió este modelo para introducir los nuevos (en aquellos tiempos) Boeing 707, ya cerca del final de la década de los 80. En el año 1981, la empresa fue contratada para realizar vuelos de traslado de carga entre Israel e Irán. La situación en aquella zona era de una guerra absoluta entre Irak e Irán. La carga que había que transportar en los CL-44, era armamento que formaba parte del apoyo que ofrecían Israel y los Estados Unidos de Norteamérica a la lucha de Irán contra su vecino Irak.
La compañía argentina tenía como misión realizar 12 viajes transportando armamento, pero sólo logró completar 2 viajes enteros. Y aquí es cuando llega el fatídico momento. El 18 de Julio de 1981, uno de sus aviones CL-44, con matrícula LV-JTN, que regresaba de Teherán a Tel Aviv y que había realizado una escala en Chipre tras atravesar el cielo de Turquía, se desvió de su rumbo y realizó por error una incursión no autorizada en el espacio aéreo de la Unión Soviética, exactamente sobre la República de Azerbaiyán. El destino inmediato del avión fue un “accidente”; se estrelló en Armenia después de sufrir un impacto en la cola del aparato que lo tiró abajo sin posibilidad de maniobrar. El avión se desvió de su ruta con rumbo 300° acercándose a la frontera de Turquía, viraron luego rumbo 240° directo a Chipre, pero invadieron espacio aéreo soviético en la zona de Azerbaiyan (Armenia). El avión volaba 125 millas dentro del espacio aéreo de Turquía cuando fue interceptado y obligado a ingresar en territorio de la URSS donde fue derribado.
Pero los motivos de aquel “accidente” fueron más bien oscuros y secretos. Se dieron muchas versiones de lo sucedido. Fueron muchas, de muchas fuentes e involucraron misiles, disparos, un caza interceptor de defensa soviético modelo Sukhoi-15 (SU-15) y, además, una colisión en el aire. La versión oficial de la Unión Soviética dijo que cuando se detectó el avión violando el espacio aéreo de la URSS, se enviaron aviones tipo SU-15 para interceptarlo. El avión ruso habría disparado un misil contra el CL-44 de Transportes Aéreo Rioplatense pero no lo consiguieron alcanzar. El piloto soviético incluso declaró en ciertos informes que dirigió su propio avión contra el carguero argentino para impactarlo, derribarlo y luego eyectarse. Esa es una técnica soviética de combate aéreo denominada “TARÁN” (en ruso significa “ariete”), una maniobra desesperada utilizada por los pilotos soviéticos durante la Segunda Guerra Mundial al quedarse sin munición o atascarse el sistema de armas.
Según el piloto soviético, la aeronave argentina no respondió a la advertencia e instrucciones dadas por los militares soviéticos e inició un viraje tratando de escapar. Lo siguiente fue el derribo ya en espacio aéreo soviético.
El Canadair CL-44 de Transportes Aéreos Rioplatenses se precipitó a tierra a 50 kilómetros de la ciudad armenia de Ereván. Los 3 pilotos que completaban la tripulación de vuelo eran Héctor Cordero, Hermette Boasso y José Butragueño, además de un pasajero, el escocés Mc Cafferty que era el encargado del tráfico de armas en esta operación de transporte, murieron en el derribo. El traficante de armas escocés de 38 años de edad, llamado Stuart Allan Mac Cafferty viajó en Junio de 1981 a Buenos Aires y persuadió a los directivos de Transporte Aéreo Rioplatense con una oferta de 175.000 libras esterlinas para realizar 15 vuelos chárter transportando “productos farmacéuticos” de Israel a Irán. Mac Cafferty había ofertado antes el trabajo a empresas cargo de EEUU, pero ninguna de ellas había aceptado.
El caso fue conocido como la “Colisión Aérea de Armenia”, pero nunca se resolvió ni juzgó a los culpables de este vil acto de un puro asesinato de civiles inocentes. En plena Guerra Fría la Unión Soviética no se sentía obligada a pedirle disculpas a nadie por derribar un avión civil que violó sus fronteras, como tampoco se resolvió en este asunto la legalidad de la venta y el traslado de armamento a bordo de aeronaves civiles de terceros países.
La administración Reagan violó el embargo de armas que el mismo gobierno de los EEUU había impuesto a Irán por lo que se desató un auténtico escándalo político conocido como “Irán-Gate”. Israel negó estar involucrado en la venta de suministros bélicos a Irán. Nunca pudo saberse si el gobierno militar argentino estuvo al tanto o fue parte de la operación. El gobierno soviético, ante la consulta en la Embajada Argentina en Moscú respecto a si podían inspeccionar el lugar del “accidente”, se limitó a no hacer comentarios sobre el origen de la aeronave derribada. Sencillamente se calló.
Así que, amigos de Informe Insólito, aquí desvelamos un nuevo caso, como ya hicimos con el MH17 de Malaysian Airlines derribado en Ucrania, de un exceso ruso que termina con víctimas civiles. Ni los buenos son tan buenos ni Míster Putin es el salvador de nadie en nombre de Rusia. En nuestra sección de Misterios Aéreos seguiremos desvelando la verdad sobre este tipo de casos, nada conocidos hoy en día y que marcaron la trayectoria de la negra lista de derribos aéreos de aviones civiles con inocentes a bordo. Hasta el próximo vuelo del misterio, amigos…
Correción: Los E.U (ignoró si Israel) apoyaban a Irak en la Guerra contra Irán, pues la Revolución Islámica de 1979, expulsó a los E.U y al Sha, a instancias del Ayatollah Jomeini.
Por otro lado, el supuesto apoyo de Israel y E.U. a Irán, en lo que respecta a la venta de armamento, fue para allegarse de dinero para poder financiar la guerra contra los sandinistas, estaban a favor de los CONTRAS, pero los E.U…. y no en sí como apoyo a Irán, utilizaron a Israel para «puentear» las armas made in usa y que la versión oficial fuera que Israel le había vendido las armas, sin embargo se descubrió toda la verdad, pues fue una venta ilegal de armas, pues de acuerdo a la legislación en la materia, cuando hay una venta de armamento por parte del gobierno de E.U. tiene que darse un permiso por parte del Congreso, y como en aquellos años estaba relativamente fresca la humillación de E.U. ante los «ayatollas», y como necesitaban con urgencia el dinero, pues hicieron esta «movida» que final de cuentas fue descubierta…
Gracias por tu opinión, Osvaldo.
Che, inocente,
te olvidaste de los pilotos, no eran civiles,
eran (ex?) Capitán de Corbeta de la Armada y dos Tenientes.
No me llamo Che ni soy Che. Mi nombre es Iván Castro Palacios. Un saludo.