Ferrol, 1966: Expediente OVNI en la base naval de La Graña

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Año 1966, Ría de Ferrol al Norte de Galicia. Un OVNI surca los cielos gallegos a muy baja altitud sobre los astlleros de Astano y Bazán para luego estrellarse en alta mar. Las autoridades dijeron que era un prototipo de la NASA pero la tecnología que portaba era totalmente desconocida en aquella época. Os contamos la historia…

Bienvenidos de nuevo a bordo, amigos de Informe Insólito. En esta ocasión en nuestra sección de Misterios Aéreos nos preparamos para volar rumbo a un viejo y enigmático “Expediente X” de nuestros cielos. Nos trasladamos al año 1966 en concreto, a mi tierra natal, Galicia. Vamos a recordar el extraño, y no aclarado, suceso del OVNI que fue recuperado por la Armada Española en las costas de Ferrol en el 1966.

Oficialmente se trató este caso como un accidente de un nuevo prototipo UAV (Unmanned Aircraft Vehicle) espía de la NASA, es decir, de un vehículo aéreo no tripulado perteneciente al departamento de la Agencia Espacial Americana.
Oficialmente se trató este caso como un accidente de un nuevo prototipo UAV (Unmanned Aircraft Vehicle) espía de la NASA, es decir, de un vehículo aéreo no tripulado perteneciente al departamento de la Agencia Espacial Americana.

Para comenzar esta historia empezaremos por el final, cuando esta historia terminó de forma oficial cerrada con la conclusión de que este caso fue protagonizado en realidad por un prototipo espía de la NASA. Al menos es lo que se dijo y se concluyó de forma oficial. Ahora recordaremos en concreto los detalles de un auténtico secreto militar que ha sido silenciado durante muchos años hasta nuestros días sin que se haya contado la verdad de esta historia, que a todas luces no concuerda con lo que mantiene la versión oficial.

Se trata de un caso en concreto al que las crónicas de aquellos años, allá por finales de los 60, trataron de darle un halo de misterio, llegándolo a bautizar como “el caso OVNI de La Graña”, localidad situada en Ferrol, al Norte de Galicia, en sus costas atlánticas. Pero décadas más tarde y con el paso del tiempo, este caso se ha ido poco a poco olvidando a la vez que desmitificándose. Oficialmente se trató, en realidad, del accidente de un nuevo prototipo UAV (Unmanned Aircraft Vehicle) espía de la NASA, es decir, de un vehículo aéreo no tripulado perteneciente al departamento de la Agencia Espacial Americana. Hoy en día, nada nos haría extrañar que un avión no tripulado pudiese caer al mar sin control pero lo curioso es que hablamos del año 1966 y de que esta tecnología, al menos oficialmente, está disponible desde hace muy pocos años relativamente.

Aquel supuesto OVNI fue hallado horas más tarde en alta mar por el pesquero lugués “Reina María”, flotando e inactivo. Este buque faenaba en aquellas aguas cerca de Ferrol, en las costas gallegas. Los pescadores fueron los que recogieron los restos de aquel aparato no identificado que se había estrellado contra el mar.

Existe un testigo clave en este suceso con tantas incógnitas, se trata de un militar que dio testimonio a la opinión pública y que vivió en primera persona aquel suceso tan extraño. Según sus declaraciones a la prensa de la época, lo que se pudo divisar surcando los cielos del Ferrol en aquella fría noche de invierno gallego del año 1966, era un aparato u objeto volador no identificado, con mucha luminosidad radiada y que a su vez desprendía también luces de varios colores (rojas, verdes y amarillas que se alternaban) y que eran 100% visibles a cualquier ojo de cualquier testigo. Tras sobrevolar el objeto volador no identificado la Ría de Ferrol, los astilleros de Astano donde en ese momento había varios buques de guerra militares en construcción, el puerto militar de Ferrol, los polvorines, desapareció en dirección mar a dentro hacia la desembocadura de la ría sin dejar rastro visible en el cielo.

Hay que tener en cuenta que la zona es de alto interés estratégico militar por la construcción de buques de guerra. Desde el año 1966 y hasta 1970, en los astilleros de Astano y Bazán se construyeron buques de guerra para varios países árabes, en aquel entonces en conflicto con Israel, aliado histórico de EEUU y pieza fundamental para el gobierno estadounidense en territorio árabe. Supuestamente el “OVNI” o la aeronave espía estaría realizando labores de espionaje, filmando las embarcaciones que se estaban construyendo en Astano y Bazán. Pero si era una aeronave espía humana, ¿por qué usaba luces visibles en su fuselaje alrededor?

Los mandos militares más altos de la Base de Submarinos de La Graña en Ferrol exigieron mantener en secreto este incidente a todo el personal del Ejército y de la Armada que estuviera relacionado directamente con este caso tan enigmático. Se les prohibió incluso desvelar cualquier tipo de información a sus propios familiares.

Aquel supuesto OVNI, que fue uno de los muchos objetos voladores no identificados desconocidos que surcaron los cielos de Ferrol en aquellos años 60, fue hallado horas más tarde en alta mar por el pesquero lugués “Reina María”, flotando e inactivo, por unos pescadores gallegos con base en el puerto de Burela (Lugo), que faenaban en aquellas aguas cerca de Ferrol, en las costas gallegas. Los pescadores fueron los que recogieron los restos de aquel aparato no identificado que se había estrellado contra el mar. Sin pensárselo, decidieron recuperar sus restos y subirlos a bordo de la embarcación en la que faenaban. Los pescadores también afirmaron en todo momento que durante toda la operación que realizaron para rescatar los restos, estuvo presente un avión en la zona dando vueltas sobre ellos constantemente y volando muy bajo. Los restos echaban humo mientras flotaban en el mar.

Constataron y comprobaron que se trataba de una tecnología totalmente desconocida y muy poco común para la época de los años 60. Poseía muchas luces adosadas a su estructura y tenía también integrados sistemas electrónicos (así los describieron ellos) que no supieron o no pudieron identificar. Tenía forma de platillo volante. A su vuelta al puerto de Ferrol, un grupo de militares de la Armada Española estaba sobre aviso del rescate que habían realizado estos pescadores y les aguardaba en los muelles para asumir la custodia del aparato o de aquel objeto volador, tras desembarcar sus restos.

El militar testigo del que hemos hablado antes, participó en las labores de recuperación del objeto volador no identificado y de su custodia militar. Según los detalles y las declaraciones ofrecidas por este testigo militar, que hoy en día se encuentra en situación de reserva en el ejército español, los mandos militares más altos de la Base de Submarinos de La Graña en Ferrol (Galicia), exigieron mantener en secreto aquel acontecimiento a todo el personal del Ejército y de la Armada que estuviera relacionado directamente con este caso tan enigmático. Se les prohibió incluso desvelar cualquier tipo de información a sus propios familiares. No podían desvelar absolutamente nada de nada.

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Vista aérea de la base militar de La Graña, tomada en aquella época, alrededor del año 1966, año en que sucedió aquel enigmático episodio que os cuento en este artículo.

El OVNI recuperado de las costas ferrolanas bañadas por el Océano Atlántico, era un aparato del tamaño aproximado de un caza F-86 Sabre de la épocapero carecía de alas en su fuselaje y poseía una gran tobera en su parte posterior, dato que indica indudablemente que se trataba de un sistema de despegue vertical. Su material de fabricación era un extraño material de color amarillento, muy parecido y similar al que puede verse en algunos satélites o incluso en el módulo lunar Apollo, que llevó a los primeros astronautas a alunizar en la Luna. Según muchos expertos que trabajan en el sector aeroespacial, esta especie de papel de oro tan característico es un material muy, muy ligero y extremadamente resistente al calor y a las altas temperaturas. Se utiliza en aquellos aparatos cuyos motores alcanzan altísimas temperaturas.

Los militares de la Armada Española que se hicieron cargo de los restos del Objeto Volador No Identificado, y que exigieron silencio absoluto y sepulcral a los pescadores que recogieron el aparato volador en el mar, lo montaron en un transporte militar de carga del Ejército Español y éste fue escoltado por carretera por un convoy de vehículos militares y de seguridad hasta la base militar de La Graña. Allí fue recogido en uno de los grandes túneles que atraviesan el monte por su interior, donde está situada la base militar. Concretamente la recogida por parte de los militares encargados de los restos del “OVNI” se produjo en el tercero de los túneles.

Según la versión oficial, en esos momentos, a la llegada de los ingenieros militares, los otros miembros de la base encargados de la inspección, ya habían descubierto entre los restos del fuselaje, el logo grabado de la Agencia Espacial Nacional Americana, NASA, siglas impresas en su fuselaje.

En aquella época las instalaciones de la base militar de La Graña estaban ocultas bajo una montaña completamente horadada en su interior. Había silos incluso donde se guardaba toda clase de armamento pesado y unos túneles de hormigón inmensos que iban a dar a las distintas dependencias militares ocultas bajo la montaña.

Poco después de la llegada de los restos del artefacto volador, varios Ingenieros del Ejército del Aire se dirigieron, pocas horas después, hasta el lugar de custodia del “OVNI”, en la base de la Armada, con el objetivo de analizar los restos rescatados en alta mar y determinar o averiguar cuál era el objetivo o la misión del aparato recuperado. Según la versión oficial, en esos momentos, a la llegada de los ingenieros militares, los otros miembros de la base encargados de la inspección, ya habían descubierto entre los restos del fuselaje, el logo grabado de la Agencia Espacial Nacional Americana, NASA, siglas impresas en su fuselaje.

Hubo otro avistamiento similar en aquella zona. Ambos tuvieron lugar en Ferrol y desde zonas cercanas. El otro está fechado el 2 de Abril de 1966 y este que os cuento en una fecha no especificada del año 1966. Por lo tanto es muy posible que se trate del mismo caso o del mismo avistamiento.

Mantiene esta misma versión oficial que se trataba de una especie de UAV (Vehículo Aéreo No Tripulado) rudimentario para esos años, pero muchísimo más avanzado tecnológicamente que cualquier cosa que hubiera visto o les hubieran contado por aquel entonces a aquellas personas testigos del suceso. Finalmente, los ingenieros militares, oficialmente concluyeron que se trataba de algún tipo de Objeto Volador No Identificado Espía. Esta conclusión se basa en que el aparato, siempre según el ejército y su versión, volaba portando cámaras fotográficas y que estaba diseñado para un vuelo ultra-silencioso, para hacer muy poco ruido y desprender una estela térmica muy baja, casi inapreciable para cualquier sensor de la época.

La Armada Española comunicó de inmediato el hallazgo del “OVNI” en las primeras horas a la Base Militar Norteamericana de Rota, al Sur de España. Durante las horas que permaneció custodiado este “OVNI” en la base militar de Ferrol, solo pudo ser visto por apenas 12 personas en total, todos ellos militares de la base o miembros del ejército español. Un grupo de militares estadounidenses se presentó en Ferrol al poco tiempo y se llevó el Objeto Volador No Identificado a bordo de un vehículo militar. Aquí la historia oficial se finaliza, junto al misterioso “Expediente X”, protagonizado por este aparato volador desconocido. Nunca se volvió a saber nada más de su paradero, de su destino, de lo que era en realidad o lo más importante…saber si era fabricado por el hombre (y por la NASA en concreto) o realmente era de procedencia extraterrestre.

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Otro de los documentos desclasificados es este, donde se muestran las descripciones de uno de los testigos sobre el objeto que sobrevoló la Ría de Ferrol de forma tan sigilosa aquella fría noche de 1966.

Este “Expediente X” se desclasificó por el Ejército del Aire Español el 11 de Junio de 1993. Formaba parte de un conjunto de documentos desclasificados por el Mando Operativo Aéreo (MOA), organismo encargado del proceso de desclasificación de expedientes sobre OVNI’s, en poder del Ejército del Aire de España. Hubo otro avistamiento similar en aquella zona. Ambos tuvieron lugar en Ferrol y desde zonas cercanas. El otro está fechado el 2 de Abril de 1966 y este que os cuento en una fecha no especificada del año 1966. Por lo tanto es muy posible que se trate del mismo caso o del mismo avistamiento.

Seguimos como siempre, amigos de Informe Insólito, dejando abierto a la investigación cada caso que os traigo en mi sección de Misterios Aéreos, y de producirse alguna novedad os mantendremos informados con las últimas noticias siempre, con los últimos datos y con la más urgente actualidad. Y como no…hasta el próximo vuelo del misterio, amigos!!

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Iván Castro Palacios
Piloto comercial, instructor de Auxiliares de Vuelo y Piloto de Drones - RPAS e investigador de misterios aeronáuticos. Colaborador de Espacio en Blanco en RNE, de RTV Onda Azul de Málaga, de PTV Málaga Televisión, de La Noche de Andrómeda en LNDA Radio, de Otros Mundos con Javier Belmar, de Ya Te Vale FM, de Informe Enigma con Jorge Ríos, de Días Extraños con Santiago Camacho y de Misterio en Red con Esteban Palomo. Contacto: ivancpmisterio@yahoo.es

3 Comentarios

  1. Me nace un sentimiento sumamente conspiranoico al leer este artículo y ante mi sorpresa, empiezo a atar algunos cabos sueltos de antaño ya que no tenía conocimiento de este caso.

    1996 fue el año que juré bandera para mi posterior cumplimiento del entonces Servicio Militar Obligatorio y es así como este malacitano fue a parar con sus huesos al Arsenal la Graña o A Granha como era nombrado por mis queridos hermanos gallegos. Recuerdo una zona llamada Poniente en la cual tuve que «chupar» bastantes guardias que guardaba esta, celosamente bajo llave y cien candados, algunas bodegas que me eran sospechosas por el emplazamiento que tenían y por lo desolado de aquel sector en si. Pensaba yo en alguna de mis guardias bajo la generosa lluvia gallega que no había nada que vigilar ya que encontraba practicamente inespugnables cualquiera de aquellos edificios. En la zona también habían barracones abandonados que habían sido puestos allí por el US Navy según supe, los cuales, teníamos prohibido el acceso bajo severo castigo.

    Quizás no aporto nada nuevo a este artículo pero poniéndome a pensar, quizás en ese momento se guardaban restos de aquel suceso.

    • Toda información, por muy poco interesante que os parezca, para mí siempre es importante. Muchísimas gracias por tu aporte y por contarnos tu experiencia, Ángel. Un fuerte abrazo…..

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