Enfermedades Desfigurantes I: La Lepra

Sin duda, uno de los males más conocidos entre la población es la lepra. Muchos no saben sin embargo, en que consiste esta enfermedad. Nos hablan de ella desde que somos muy jóvenes, pues aparece en libros como La Biblia. Se trata pues, de una de las enfermedades más antiguas que existen en la actualidad.

Conocida también como gafez. A pesar de su antigüedad, no fue hasta el ano 1874 cuando se aisló el microorganismo que la provoca. Se trata de una bacteria, llamada Mycobacterium leprae. En la Edad Media, los afectados por la enfermedad llevaban siempre unas tablas, que golpeaban al entrar en pueblos o caminar por la calle, para aviar a los aldeanos de su proximidad. Los cuales se refugiaban entonces en casas u otros habitáculos para evitar así posibles contagios.

La lepra puede producir dos tipos de desarrollo en el cuerpo del paciente, en función de como el sistema inmunológico del mismo reaccione:

• Lepra tuberculoide, con grandes manchas en la piel. El análisis de tejidos en estos pacientes indica sin embargo, que la cantidad de bacterias en los mismos es baja.

• Lepra lepromatosa, origina grandes nódulos en la piel, que reciben el nombre de lepromas. La progresión de dichas lesiones origina deformaciones de los tejidos, destruyendo el cartílago nasal y las orejas, hasta llegar a la denominada «facies leonina», que literalmente significa «cara de león». Los pómulos se vuelven más pronunciados y las cejas se muestran caídas. Esta fase acaba afectando a los nervios periféricos, con la consecuente perdida de capacidades sensoriales.

Es una enfermedad contagiosa, aunque no en alto grado. La mayoría de las personas presentan cierta resistencia a la bacteria, y no todos los afectados liberan a dichos microorganismos al exterior. Además, la capacidad infectiva de los enfermos desaparece si reciben el correcto tratamiento. Incluso con predisposición a la infección, la persona debe exponerse al patógeno durante anos para ser infectado.

Asociamos la lepra con los tiempo bíblicos, aunque a día de hoy sigue habiendo casos, los cuales afortunadamente son cada vez más infrecuentes. Se calcula que en el mundo hay unos 2-3 millones de personas que están permanentemente incapacitadas debido a haber sufrido lepra. El país con más casos es la India. Es casi inexistente en países desarrollados.

Ya desde los tiempos bíblicos de los que hablábamos, la lepra fue un mal muy estigmatizante para aquellos que la sufrían. Todavía en 1909, en España, se ordenaba el reclutamiento en centros especializados de las personas con lepra. El estigma social sigue siendo a día de hoy el mayor problema a la hora de que los tratamientos lleguen a aquellos que los necesitan. Llegaron a existir leproserias en muchos países del mundo (muchas de las cuales continúan en la actualidad). Se llevaban a cabo cuarentenas forzadas, consideradas como «crueles e innecesarias» por muchos tribunales éticos. Se cree a día de hoy, que muchas de las personas que en su momento fueron encarceladas en estos centros, no eran victimas de la lepra, sino de la sífilis, la cual si es altamente contagiosa.

La ultima leproseria de Europa se encuentra en España, en concreto, en el municipio de Vall de Laguar (Alicante). Este centro recibe el nombre de Sanatorio de Fontilles.

Sanatorio de Fontilles, conocido también como Sanatorio San Francisco de Borja. Fue fundado en 1909. Desde entonces, se ha encargado de tratar pacientes de lepra llegados de toda España, siendo un referente en el tratamiento y curación de esta enfermedad en el país, con su consiguiente desaparición a nivel estatal. Posee además un laboratorio especializado que colabora con universidades y otras fundaciones nacionales e internacionales.