La desecación del Mar de Aral

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Todos hemos estudiado el Mar de Aral cuando íbamos al colegio y nos enseñaban geografía. A pesar de su nombre, no se trata de un mar, ya que los países con los que limita (kazajstán y Uzbekistán) son considerados Estados sin litoral. Es en realidad un lago endorreico, o más bien lo era, ya que en cuestión de décadas ha pasado de ser el cuarto lago más grande del mundo, hasta casi desaparecer.

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Evolución de la desecación del Mar de Aral desde 1985 hasta 2013.

Dos ríos vertían sus aguas a este lago, alimentándolo. Eran el Amu Daria y el Sir Daria, los cuales, en los años sesenta fueron desviados por el Gobierno de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) para el uso de sus aguas en riegos para la agricultura. El propio Mar de Aral fue también víctima de ese uso irracional. La caída de la Unión Soviética no redujo sin embargo la desecación del gran lago, ya que donde primero había un país que «gestionaba el agua» ahora había numerosas repúblicas deseosas de tener recursos que continuaron mermando el Mar de Aral.

Por si no fuera poco, la zona de Asia Occidental donde se encuentra, ha sido objeto de numerosas prácticas militares y armamentísticas, añadiendo a su escasa agua, un nivel altísimo de contaminación.

En los años sesenta comienza a ser evidente que las aguas del Mar de Aral están retrocediendo, ya que durante muchos años se habían desviado alrededor de 70 kilómetros cúbicos de agua. Los soviéticos sin embargo, ya habían predicho su desaparición, lo cual no les empujó a corregir sus errores, sino a la cobarde decisión de alegar que:

«El Mar de Aral era un error de la naturaleza, todo el mundo sabía que su desaparición era inevitable».

En 1987 el nivel es ya mucho más bajo, y hace que el gran lago quede dividido a su vez en otros dos, llamados Norte y Sur. Se construyó un canal que comunicaba ambos lagos, pero el continuado descenso del nivel del agua hizo que con el paso del tiempo, aquella conexión se perdiese.

Desde el año 2003, las autoridades se centran únicamente en la conservación del Mar de Aral Norte, que a pesar de la reducción, no se ha visto tan afectado como su homólogo Sur. Su nivel a día de hoy sube de nuevo, aumentando ochocientos kilómetros cuadrados en solo cuatro años, y acercándose a veinticinco kilómetros de ciudades de las que hace algunos años distaba por más de cien kilómetro. Observaciones de la NASA aseguran que la recuperación del lago Norte está más que asegurada, e incluso supera las expectativas, aunque al mismo tiempo, descarta la del lago Sur. La recuperación del Norte es tal, que la industria pequera ha vuelto al mismo, y se realizan cuantiosas capturas de muchas especies.

El Mar de Aral del Sur ha quedado reducido a poco más que una gigantesca extensión salina.

Es curioso ver como avanza la historia. Como nuestros libros de geografía, algo que muchos consideran inalterables con el paso del tiempo, no son así. La geografía política puede cambiar, como le pasó a la Unión Soviética, pero… ¿Y la geografía física? Los libros de texto de colegios e institutos ya recogen la desaparición parcial del gran lago. Sin embargo, dentro de pocos años, recogerán la desaparición total. Lo que es normalmente considerado como El Mayor desastre ecológico de la historia, será exactamente eso, HISTORIA.

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Juan José Alférez Cara
Biólogo. Le fascina la naturaleza y esa fuerza moduladora que durante millones de años ha dado lugar a todas las formas de vida que hoy habitan La Tierra, llamada Evolución, y que también ha servido de lienzo para las leyendas de todos esos escritores desde la Antigua Grecia hasta el Siglo XXI. Contacto:juanjoalferez1@gmail.com

2 Comentarios

  1. ¡¡EXCELENTE PUBLICACIÓN!!
    El hombre de éstos tiempos de guerra política, militar y económica, en su afán por sobrevivir, cuida un solo flanco de su existencia dejando vulnerable el entorno del que se nutre y alimenta: la tierra y sus diferentes sistemas ecológicos.
    Más temprano que tarde, por lo que se avizora: tendremos que pagar la factura con la unica moneda que estamos acuñando: La Guerra; LA GUERRA DEL AGUA.

  2. Estimado lector,
    Muchisimas gracias por las palabras y me alegro de que le haya gustado el artículo. Ciertamente LA Desecación del Mar de Aral representa uno de los lados más tétricios del papel ecológico del ser humano. Sin embargo, no ese motivo para no luchar por la defensa del medio ambiente. El planeta que nuestros abuelos nos han dejado no es el mismo que por desgracia nosotros dejaremos a las generaciones venideras. Debemos protegerlo por el bien de nuestros hijos y nietos. Reciba un cordial saludo del equipo de Informe Insólito.

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