La Antártida al descubierto: Operación «Arco Iris» (I)

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El 7 de Mayo de 1945, la Alemania NAZI se rinde a los aliados finalizando así la II Guerra Mundial, pero activa la famosa “Operación Arco Iris”. Ordenó al grueso de su flota marítima y submarina NAZI hundirse a sí misma. Muchos capitanes NAZIS hundieron sus naves en los mismos puertos, otros en alta mar, pero muchos de ellos desaparecieron sin dejar rastro…

Bienvenidos una semana más a mi sección de Misterios Aéreos en Informe Insólito. En ocasiones, he hablado y escrito para todos vosotros sobre los misterios que existen en torno al continente blanco por excelencia, la famosa Antártida. Pero muchos, después de leerme y escucharme, se siguen haciendo la misma pregunta. ¿Por qué está prohibido sobrevolar los polos de nuestro planeta? ¿Por qué Google Earth censura las latitudes polares tanto al Norte como al Sur? Interesante debate, ¿verdad? Profundicemos un poco más en este tema mientras retrocedemos unos años para explicar el por qué y el motivo de la presencia y el interés de los países en esta zona de nuestro planeta Tierra.

El 17 de Agosto de 1945, el submarino U-977 emerge en aguas argentinas y se entrega a dos navíos de aquel país. Esta placa pertenece al submarino NAZI.

En la Antártida se esconde la clave de la operación secreta que los EEUU llevaron a cabo contra la amenaza NAZI. El continente blanco guarda muchas sorpresas, sin ningún tipo de dudas. Muchos se preguntan si existen bases secretas de algunos países en este continente. Existe, como hemos comprobado en otro artículo aquí en Informe Insólito, la evidencia de tierras desconocidas en medio del continente blanco llegando a ser el continente más inexplorado de la tierra después de los Océanos. En los últimos tiempos han aparecido, dicen, hasta unas supuestas pirámides en la Antártida que se ha demostrado que son auténticas mentiras (Fakes), algo que está comprobado mediante fotografías y diversos medios. Es el continente más duro para albergar cualquier tipo de vida humana, vegetal o animal, con inviernos de hasta 80ºC bajo cero, un ecosistema totalmente hostil para el ser humano sobre todo. Y como bien sabemos, hoy en día están instaladas multitud de bases internacionales en estos territorios para estudios científicos, biológicos, de fauna y flora y de su entorno, o eso es lo que nos cuentan oficialmente, cosa que al final difiere mucho de la auténtica realidad sobre la actividad en este continente.

Viajemos unos años atrás en el tiempo. Volamos a un periodo comprendido entre el 17 de diciembre de 1938 y el 12 de abril de 1939. Por aquel entonces, una expedición nazi a bordo de un submarino bautizado como “Schwabenland”, llega a la Antártida al mando del Capitán Alfred Richster. Meteorólogos, geógrafos, geólogos, biólogos, ingenieros eléctricos y siete ingenieros de especialidad desconocida y alto secreto desembarcan en tierras antárticas. La primera curiosidad más que sospechosa es que abandonan el continente helado meses antes de estallar la II Guerra Mundial. Visitaron la parte occidental y, autorizados por el mismísimo líder NAZI German Güerin, el viaje tenía como excusa oficial los estudios científicos que allí se llevarían a cabo. Fruto de esta primera visita NAZI nació la famosa Nueva Suabia (Neuchswabenland), nombre dado por la Alemania NAZI a una parte reivindicada por los alemanes entre los años 1939 y 1945. Era una zona también conocida como la Tierra de la Reina Maud. Sin embargo, los NAZIS lanzan en aquellos días hidroaviones de más de 10 toneladas, que marcan el territorio, desde el aire, con estacas de la insignia NAZI, demarcando sus limitaciones geográficas, además de cartografiar y sobrevolar más de 600.000 km cuadrados. Cuando estos hidroaviones sobrevuelan la Antártida, encuentran algo fuera de toda lógica. Hallan extensos territorios sin hielo, montañas, lagos y vegetación libre de nieve y del gran manto blanco que estamos acostumbrados a ver. El Capitán Alfred Richster, sentó así, las bases de un nuevo asentamiento NAZI debido a la inestabilidad del III Reich por entonces. En 1943, el Almirante Karl Dönitz, el jefe de la marina nazi, declaró sentirse orgulloso de haber construido para el Fhürer, para Adolf Hitler, un auténtico “Sangri-La”, una auténtica fortaleza inexpugnable en plena Antártida.

El 10 de Julio de 1945, dos meses después de la rendición NAZI, el submarino alemán U-530 se entrega definitivamente en Mar de la Plata al ejército argentino. Había estado nada más y nada menos que 5 meses en la mar.

El 7 de Mayo de 1945 Alemania se rinde a los aliados y se activa la famosa “Operación Arco Iris”, que consistía en ordenar al grueso de la flota marítima y submarina NAZI hundirse a sí misma. Los capitanes alemanes se hacen a la mar, algunos hunden sus naves en los mismos puertos, mientras que los que estaban en el mar se enteran de que Alemania se acaba de rendir. El Almirante Dónizt, presionado por los aliados, ordena de nuevo que vuelvan las flotas a puerto y se rindan. Así unos acaban hundiendo sus naves, otros se entregan y otros desaparecen literalmente. Dos datos interesantes confirman este hecho. El 10 de julio de 1945, dos meses después de la rendición NAZI, el submarino alemán U-530 se entrega definitivamente en Mar de la Plata al ejército argentino. Había estado nada más y nada menos que 5 meses en la mar. ¿De dónde venía y dónde había conseguido abastecerse durante todos esos meses? El 17 de agosto de 1945, otro nave, el submarino U-977 emerge en aguas argentinas y también se entrega a dos navíos de aquel país. Ambas naves y sus tripulaciones fueron llevadas a los EEUU para ser interrogadas.

El 26 de septiembre de 1946 sucedió algo que superó ya todas las expectativas y especulaciones que cualquier mente calenturienta y dada a la fantasía se pudiera imaginar. Los titulares de los periódicos no dejaban lugar a dudas: “A casi un año y medio de terminada la II Guerra Mundial, un submarino de la Alemania NAZI detiene, hace pocos días, al barco ballenero islandés “Juliana” entre la Antártida y las Islas Malvinas”. Aquel barco pesquero fue detenido por un submarino de gran tonelaje de la Armada Alemana NAZI que enarbolaba una bandera roja con grandes franjas negras en los bordes. Sin duda, era el emblema NAZI. El comandante del submarino se acercó en un bote de goma y, tras subir a bordo, exigió parte de las provisiones a la tripulación islandesa. Mientras éstas eran transvasadas el comandante NAZI, que hablaba un perfecto inglés, pagó en dólares la mercancía a los marineros y entregó una prima a la tripulación. Además le indicó al capitán islandés, exactamente, donde podrían encontrar grandes bancos de ballenas para que pudieran pescar. Más tarde, los tripulantes del “Juliana”, pudieron arponear dos cetáceos donde el alemán les había indicado exactamente.

En 1943, el Almirante Karl Dönitz, el jefe de la marina nazi, declaró sentirse orgulloso de haber construido para el Fhürer, para Adolf Hitler, un auténtico “Sangri-La”, una auténtica fortaleza inexpugnable en plena Antártida.

Es interesante señalar que el abordaje del buque ballenero islandés había tenido lugar entre las Islas Malvinas y la zona antártica, es decir, a unos 1.500 kilómetros al sur de Mar del Plata, exactamente sobre la prolongación de la ruta que habían seguido el U-530 y el U-977 antes citados. La noticia era absolutamente asombrosa, pero la reacción que ese suceso produjo días después era aún más inquietante. Se anunció rápidamente una expedición anglo-noruega de exploración a las tierras desconocidas del continente austral. En el famoso periódico “Daily Telegraph” se daba la siguiente noticia: “Se espera que la expedición revele los secretos del oasis libre de hielo y nieve que se encuentra en el interior del continente antártico”.

Es en el año 1946 cuando los EEUU entran en escena en esta partida. El 2 de diciembre de 1946 parte del puerto americano de Norfolk, EEUU, un inmenso contingente marítimo formado por 13 barcos de guerra, 2 navíos destructores, 3 buques rompehielos, 2 porta-hidroaviones, 1 portaaviones, 1 buque de comunicaciones, diversos helicópteros, 1 submarino y 3 grupos de combate. Formaban la operación que llegaría a ser históricamente conocida como la Operación “High Jump”. Todos los navíos que he citado navegarían por separado para no llamar la atención a lo largo del Atlántico hasta llegar a la Antártida. El Almirante Richard Byrd sería el militar de mayor gradación al mando, además de tener fama de hablar mucho y demasiado delante de la prensa. El mismísimo Almirante Byrd fue quien aclaró todas las dudas a la prensa el mismo día de su partida desde la base naval de Norfolk. Sus palabras literales fueron las siguientes: “La misión de esos 4700 soldados será la de explorar el último continente desconocido. Mi expedición es de carácter militar. Uno de los fines es obtener datos completos de las zonas terrestres visitadas, con propósitos estratégicos y de inteligencia, y sobre todo observar las actividades marítimas, aeronáuticas y terrestres de otras naciones en la Antártida y Océano Antártico”.

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Titulares de la época después de que el U-Boat U-977 se entregase a la marina argentina. Habían estado meses bajo el agua…¿pero dónde?

Así comenzaba una de las operaciones militares más impresionantes y enigmáticas llevadas a cabo por el ejército de los EEUU. Ahora que nos hemos puesto al día en los episodios previos a esta operación sucedidos en estas latitudes, con la presencia NAZI mucho tiempo después del término de la II Guerra Mundial, veremos en el próximo artículo sobre este tema cómo se desarrolló la operación americana que fue pensada para una duración de 8 meses y que de manera sorprendente concluyó de forma inesperada a las 8 semanas. Os lo contaré en la próxima entrega de nuestra sección de Misterios Aéreos en Informe Insólito. Hasta el próximo vuelo, amigos…

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Iván Castro Palacios
Piloto comercial, instructor de Auxiliares de Vuelo y Piloto de Drones - RPAS e investigador de misterios aeronáuticos. Colaborador de Espacio en Blanco en RNE, de RTV Onda Azul de Málaga, de PTV Málaga Televisión, de La Noche de Andrómeda en LNDA Radio, de Otros Mundos con Javier Belmar, de Ya Te Vale FM, de Informe Enigma con Jorge Ríos, de Días Extraños con Santiago Camacho y de Misterio en Red con Esteban Palomo. Contacto: ivancpmisterio@yahoo.es

8 Comentarios

  1. hola,Iván,siempre interesante saber de los echos de la 2° guerra y su final,bueno no tanto final,en distintos lugares y con medios mas sanguinarios la guerra continúa,pienso que hoy muchos se sienten
    Hitler,del cual aprendieron,sabrás que en Argentina en zona marítima,Golfo San Matías ,y dentro de este, el Golfo de San José,en una zona conocida como caleta de los loros en la costa de la pcia de Rio
    Negro,acompaño información actualizada sobre los submarinos, que sigue dando de hablar,quiero
    pegar una nota de del portal http://www.minutouno.com/notas/116767 investigadores del nazismo piden
    que la armada libere información,quise pegarla pero el sistema no me deja,a la espera de la segunda nota salute a todos/as

  2. hola,Ivan recuerdo cuando,hace ya muchos años leí el libro «la tierra hueca»,pero ahora veo que hay un
    diario secreto de quién fuera el autor del libro mencionado anteriormente Richard E Byrd,el mismo que
    llevo a cabo la expedición del gobierno de EEUU, el tiempo que pasa es la verdad que huye,dicen los investigadores de crímenes ,pero en este caso el tiempo va acercando que, algo de verdad hay en este
    aún inconcluso tema,salute a todos/as

    • Sobre los polos, depende de cuál sea la zona se puede volar o no. Jamás te autorizarán una ruta sobre el mismísimo punto o vertical del Polo Sur, sobre todo. En el Polo Norte no estoy seguro al 100% pero tengo información de que ocurre prácticamente igual. Me refiero a la misma vertical del Polo. No te dejan ni te autorizan.

      • Como pilotos seguro que conoces que las operaciones polares en la aviación comercial son más que habituales, sobre todo en el Norte. Se puede volar sin problema la vertical, incluso alguna aerolinea ha realizado vuelos exclusivamente para ello y llegar al 90N. Es lo normal en vuelos como puede ser un Dubai- Seattle. La limitación viene impusta por los permisos al ser un área que reclaman varios países y por las propias limitaciones operativas, que si no las cumples no puedes volar en zonas polares.

        En el Sur la actividad es menos frecuente, pero tampoco hay problema ni nada en contra. Saludos

  3. Muy bueno y completo tu informe. Al fin y al cabo, para que dicen que están las bases instaladas y si están para estudios, que informes publicaron alguna vez?

    • Muchas gracias Fabián, gracias por seguirnos y leer mi artículo. La verdad es que es un tema muy enigmático y lleno de sombras el que trata de la presencia actual de diversos países allí en La Antártida. Un abrazo.

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