22 de Septiembre de 1979. Entre los cielos de la Antártida y de Sudáfrica se produce un hecho sin precedentes sobre el mar. Una explosión nuclear de una potencia colosal y de procedencia desconocida sacude el planeta Tierra. Los satélites captan 2 destellos luminosos gigantes. Se bautizó mundialmente como el “Incidente Vela”. Os lo cuento en Informe Insólito…
Bienvenidos de nuevo a mi sección de Misterios Aéreos, en Informe Insólito, una semana más amigos. En uno de los últimos artículos de mi sección hablamos del accidente aéreo más grave de la historia de la aviación comercial mundial. Fue el tristemente conocido accidente aéreo de Los Rodeos, en el Aeropuerto de Tenerife al Norte de la isla canaria, ocurrido el 27 de Marzo de 1977. Habíamos descrito y analizado como se dieron, en aquella trágica jornada, todos los factores encadenados para que se llegase a producir la mayor catástrofe aérea de toda la historia del hombre. Y al final del artículo, os recuerdo que analizamos una peculiaridad que, tras el accidente (el choque en pista de 2 Boeing 747, uno de KLM y otro de PAN AM), se encontró uranio empobrecido tras examinarse los restos de uno de los Boeing 747 implicados en el accidente. Era el Boeing 747 de la compañía norteamericana PAN AM.

6 meses después de la catástrofe en Tenerife, el químico Agustín Cabrera halló restos de uranio empobrecido entre los restos del Boeing 747 de la PAN AM. Cabrera y Junta de Energía Nuclear encontraron pruebas de su existencia. Se hallaron 400 Kg de este material tan peligroso y contaminante. ¿Por qué había 400 Kg de uranio empobrecido entre los restos de los aviones de Los Rodeos? Se pudo constatar que las señales de radioactividad podían ser rastreadas desde 300 metros desde el lugar del siniestro. La explicación oficial fue que formaba parte de estructuras instaladas en las alas de los 747. El material estaba instalado en la cola de los Boeing 747 y no en las alas. ¿Cuál era el problema entonces? La alta toxicidad y radioactividad del uranio empobrecido.
La otra versión (más extendida y no oficial) de los hechos, fue la del contrabando de uranio a bordo de uno de los aviones. El químico Cabrera dijo que este material se detectó en el 747 de PAN AM, y no en el holandés. Y además, la Boeing negaba la instalación de estructuras de uranio empobrecido en el fuselaje de las aeronaves. Y lo más importante que nos enlaza al tema de hoy: la prensa publicó la noticia de que Sudáfrica anunciaba su capacidad para manipular material nuclear. El PAN AM siniestrado tenía como destino el país africano tras despegar desde Los Rodeos. ¿Sería un cargamento no autorizado de uranio empobrecido, camuflado a bordo de un avión de pasajeros que nunca llegó a su destino? ¿Usó EEUU un avión civil de pasaje para contrabando de uranio empobrecido?

Viajemos en el tiempo dos años más tarde, nos situamos en el 22 de Septiembre de 1979. Ese día, un satélite americano de vigilancia, llamado VELA 6911, detecta 2 destellos luminosos gigantes por su intensidad, en una zona situada en el Atlántico Sur, precisamente entre Sudáfrica y la Antártida. Los sensores ópticos del VELA 6911 pudieron determinar que para provocar aquella intensidad, se necesitarían alrededor de los 2 ó 3 kilotones de potencia y enseguida se sospechó tanto de Israel como de Sudáfrica; ambos podrían ser los que estuviesen realizando pruebas nucleares en secreto. Pero no todos los expertos estaban de acuerdo. Quizá podría no ser una prueba nuclear clandestina de un país y sí un suceso similar al que ocurrió en la región de Tunguska, en Siberia, hace más de 100 años ya. ¿Quién fue realmente el protagonista o culpable de aquel suceso? Así EEUU puso en funcionamiento el “Proyecto Vela”; de esta manera comenzaba a controlar los ensayos nucleares tanto en la superficie como en la atmósfera de la Tierra.
En el año 1963, 130 países firmaron el “Partial Test Ban Treaty” (Tratado sobre Ensayos de Explosiones Nucleares), el cual prohibía todo ensayo de explosión nuclear en la Tierra excepto los que fuesen subterráneos, para así prevenir contaminación radiactiva. El “Proyecto Vela” fue desarrollado por el “DARPA” (Defense Advanced Research Projects Agency, Agencia de Proyectos de Investigación Avanzados de Defensa) y supervisado por las Fuerzas Aéreas de los EEUU. Se dividía en 3 partes principalmente. Una era el “VELA UNIFORM”, encargado de detectar las explosiones nucleares subterráneas. Otro era el “VELA SIERRA”, que usaba satélites para detectar las explosiones nucleares en la atmósfera. Y el último era el “VELA HOTEL”, que usaría satélites para detectar las explosiones nucleares producidas en el espacio, fuera de nuestra atmósfera. El programa se diseño para funcionar 6 meses. Estuvo en funcionamiento nada más y nada menos que 26 años, gracias a la eficacia de sus satélites. 6 satélites obtenían información para el “VELA HOTEL” y otros 6 para el “VELA SIERRA” navegando entre los 110.00 y los 113.000 Km de altitud sobre la superficie terrestre. Poseían 12 detectores de Rayos X y 18 detectores de neutrones y Rayos Gamma. Podían captar destellos de duración menor a un milisegundo, similares a los de las explosiones nucleares cuando se producen. Tras ese primer destello se produce otro que dura solo unos pocos segundos y es menos intenso.

No existe absolutamente ningún proceso o fenómeno natural que produzca el efecto de una explosión nuclear. El primer destello es alcanzado de manera inmediata por la propia onda de choque atmosférica (gas ionizado). Emite mucha luz pero enseguida se vuelve opaco y oculta la explosión. Así los satélites VELA podían captar las explosiones nucleares muy claramente. Como antes comenté, algo extraño sucedió el 22 de Septiembre de 1979. Ese día se detectaron 41 explosiones nucleares de ensayos realizados por varios países pero el satélite VELA 6911, sin embargo, detectó 2 destellos totalmente anormales y extraños. Tenían el perfil de explosión nuclear atmosférica, sucedieron entre Sudáfrica y La Antártida en las coordenadas 47ºS, 40ºE, fuera del territorio donde las superpotencias estaban realizando sus ensayos nucleares. Origen desconocido. El VELA 6911 detectó de 2 a 3 kilotones en una de las explosiones. Se bautizó mundialmente como el “Incidente Vela”. Solamente podían ser dos hipótesis las que describiesen realmente el suceso. O una prueba nuclear secreta de Israel o Sudáfrica (después de muchas investigaciones de los servicios secretos internacionales) o que se tratase de algún objeto que hubiese entrado en la atmósfera desde el espacio exterior (cometa o meteorito) y que hubiese explotado al sobrepasar la atmósfera por el calentamiento sufrido en la entrada a la Tierra. Al similar a lo que muchos dicen que ocurrió en Tunguska, en Siberia, aunque esta vez sobre el Océano.
Los servicios de inteligencia de muchos países hervían de actividad por averiguar quién era el responsable. La potencia de aquella explosión era asombrosa. En aquella época, Sudáfrica desarrollaba ya su propio programa nuclear. Casualmente en la zona donde detectó el VELA 6911 los destellos gigantes, navegaban varios buques de la armada sudafricana que hacían maniobras. Cuando todos los dedos señalaron entonces como culpable a Sudáfrica, un ingeniero nuclear de Israel, llamado Mordechai Vanunu, reveló al mundo entero que hacía ya 10 años que Israel desarrollaba su propio programa nuclear en el desierto de Néguev, colaborando estrechamente con Sudáfrica en ello. Las sospechas de culpabilidad entonces se repartieron entre Israel y Sudáfrica. Sin embargo, el informe oficial de la Comisión de Expertos Nucleares del Presidente Cárter de los EEUU arrojó más dudas sobre la causa o el culpable de este hecho. Decía literalmente: “…al no haberse encontrado radiación en las proximidades del evento…”. Es decir, no existían pruebas en la zona de que hubiese sido una prueba nuclear pues la radiación en la zona era CERO.

Al misterio que planeaba sobre el “Incidente Vela” se le unieron declaraciones de distintas instituciones internacionales sobre lo ocurrido. Los responsables del radiotelescopio de Arecibo declararon: “Hemos detectado un suceso totalmente inusual en la Ionosfera de La Tierra”. El Gobierno de Australia declaró: “Hemos registrado índices totalmente anormales de radioactividad en la zona”, lo cual chocaba con el informe de la administración Cárter de los EEUU. Los propios científicos encargados del “Programa Vela” declararon que no había errores de medición y que la fiabilidad de los satélites estaba demostrada, pues habían constatado las 41 explosiones nucleares restantes que ese día hubo en ensayos atómicos en La Tierra. El tiempo comenzó a pasar y el misterio no se aclaraba hasta que llegó Febrero del año 1994. Un ex espía soviético, Dieter Gerhardt, que también era Comandante de la Base Naval de Simon’s Town en Sudáfrica, declaró al mundo entero que los 2 enigmáticos destellos nucleares habían sido producto de 2 ensayos nucleares de Israel y Sudáfrica en conjunto. El nombre del ensayo atómico fue “Operation Phenix”. Israel y Sudáfrica estaban seguros de que EEUU no las detectaría pero las buenas condiciones climáticas ese día hicieron posible la detección por el satélite VELA 6911. No se le dio mucha credibilidad a este ex espía soviético puesto que además de Comandante y antiguo espía, también era ex convicto.
En 1997, 3 años más tarde, un periódico de Israel afirmó, según declaraciones del ex Ministro de Relaciones Exteriores de Sudáfrica, que el suceso había sido una prueba nuclear sudafricana. El propio ex Ministro volvió a declarar que sus palabras fueron sacadas de contexto y que no se trataba de una prueba nuclear de Sudáfrica. El enigma continuó en el tiempo. Los documentos relativos al incidente, hoy en día siguen siendo “CLASIFICADOS”, cosa que no ayuda a esclarecer este episodio nuclear. En el tiempo, la hipótesis del objeto extraterrestre llegado del espacio exterior que pudo estallar al penetrar nuestra atmósfera se ha diluido y ya no es consistente. Pero tampoco puede descartarse con pruebas claras.

Por lo tanto, amigos de Informe Insólito y seguidores de esta sección de Misterios Aéreos, no nos queda más remedio que esperar los suficientes años para ver, cuando se desclasifiquen muchos de los documentos, que otras pruebas podríamos hallar en todos los documentos oficiales relativos al ya mundialmente conocido “Incidente Vela”. Hasta el próximo vuelo del misterio, amigos…
Artículo copiado íntegramente del publicado por el periódico ABC con fecha 23/09/2010. Ya que es un copia y pega, como mínimo poner de donde se ha realizado la copia.
En mi sección de Misterios Aéreos no hay absolutamente copiado ni realizado ningún copia y pega. Otro tema es que en distintas páginas demos la misma información puesto que se trata de los mismos datos. Lo que estamos en Informe Insólito es hartos de que a nosotros nos copien continuamente nuestros artículos realizados con mucho esfuerzo y mucha investigación y muchas horas de trabajo por parte de nuestros redactores. Gracias por leernos.
Es anonimo, por ende es un pobre y triste troll, no le hagas caso. Está muy bueno el artículo.
Muchas gracias Luís. Abrazos
Señor Luis, soy otro lector y le recomiendo que lea el articulo del ABC, y después realice otro comentario.