El derribo más insólito de un helicóptero

Bienvenidos a bordo, amigos de Informe Insólito. Hoy vamos a realizar un vuelo al misterio, corto, insólito, curioso y sorprendente. Muchas veces hemos escuchado casos de derribos aéreos, además en esta misma sección hemos hablado de conspiraciones de derribos aéreos pero os puedo asegurar que, al menos en nuestro país, no habréis escuchado nunca el caso de un derribo aéreo tan curioso. Desde luego hay casos que marcan nuestra historia aérea diaria.

Viajamos a la localidad de Mataelpino un 10 de Agosto de 1989, al término municipal situado en la Sierra Norte de Madrid, en plena sierra madrileña. Por aquel entonces un helicóptero del Ejército de Tierra que realizaba maniobras de entrenamiento en aquella zona, fue literalmente derribado de una auténtica pedrada en toda regla. Sucedió en esa fecha alrededor de las 10:40 horas, según confirmaron por aquel entonces fuentes militares y de la Guardia Civil. El presunto responsable del suceso que terminó en siniestro, fue identificado como Luís Perezagua Galán, un veterinario por aquel entonces que se encontraba en paro y sin trabajo y que tenía 59 años de edad. Tenía residencia en Madrid y en aquellos días se encontraba de vacaciones precisamente en la localidad de Mataelpino.

Tras cometer el insólito derribo, se dio automáticamente a la fuga en su coche, pero fue detenido muy pocas horas después por las fuerzas de la Unidad 112 de la Comandancia de la Guardia Civil de la localidad de Alpedrete, perteneciente a Madrid. El ataque tan curioso contra la aeronave militar sucedió en un prado del término municipal de El Boalo, en Madrid. La tripulación del aparato tuvo heridas de diversa consideración. El Cabo Fernando Arellano Pacheco sufrió fractura en una pierna; el Teniente Manuel Guardado Rodríguez tuvo un politraumatismo y fractura de mandíbula. Y el tercer ocupante, el Capitán Pedro Martínez Molinero, resultó completamente ileso.

El Capitán Martínez Molinero, que estaba al mando del helicóptero, pudo facilitar los datos del coche en el que huyó el veterinario, el cual era un Ford Fiesta de color rojo. La Guardia Civil organizó una operación de búsqueda inmeditamente y detuvo enseguida a Luis Perezagua, como bien dije antes muy poco tiempo después. El veterinario se negó a declarar ante la Guardia Civil una vez fue detenido y trasladado a dependencias, aunque finalmente lo hizo ante el juez de Instrucción de Colmenar Viejo. Su abogada, María del Pilar Sánchez Lorenzo, en su afán de defensa de su cliente dijo que este se encontraba recogiendo menta poleo en el campo cuando de repente vio cómo un helicóptero de las Fuerzas Armadas Españolas se le venía encima, pero que en ningún momento arrojó ningún tipo de objeto ni de piedra contra el aparato de las Fuerzas Aeromóviles del Ejército de Tierra (FAMET), con base en Colmenar Viejo.

Este era el segundo accidente que sufría un helicóptero de esta unidad en aquella misma zona. Curiosamente, el 18 de Enero del mismo año, otro aparato también de la base de Colmenar Viejo se precipitó en el embalse de Santillana, aunque este suceso sí se cobró víctimas mortales. En el accidente falleció el Sargento José Luis Esteban Milano. El helicóptero siniestrado en Mataelpino, un helicóptero modelo UH-1D, estaba valorado en unos 400 millones de las antiguas pesetas. Los vecinos de la zona en la que se produjo este insólito y sorprendente derribo manifestaron sus quejas por los ruidos y molestias que ocasionaban los helicópteros con estas maniobras.

Nunca sabremos si ese día, el veterinario que recogía menta poleo en el campo, se vio «molesto» por estos pájaros artificiales con aspas y se tomó la justicia por su mano derribando el helicóptero de una pedrada. Un hecho insólito digno de nuestra sección de Misterios Aéreos. Un abrazo, amigos de Informe Insólito, y hasta el próximo vuelo rumbo al misterio!