Desenmascarando Halloween

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La actual fiesta de Halloween es una auténtica atrocidad para cualquier habitante de la antigua Galia, pues fue aquí donde se originó la fiesta que precedió a la actual ‘Noche de Brujas’, una de las mayores fiestas comerciales en países como EEUU, estando solamente por detrás de la Navidad en ventas.

La fiesta, originaria de los pueblos celtas, era conocida como Samain (o Samhain en Irlanda) y nada tiene que ver con lo que conocemos actualmente. Samain era la fiesta que daba paso al año nuevo. Se encendían hogueras y se acompañaban con cantos y rituales. Era imprescindible la actuación de druidas y expertos en mágia para vaticinar como sería el año que entonces comenzaba.

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Representación de la fiesta de Samain.

Aquella noche era considerada como un portal con el más allá, donde los muertos podían vagar por el mundo de los mortales, un portal para ponerse en comunicación con lo sobrenatural. Los espíritus podían volver a sus viejos hogares, las prácticas mágicas y el culto a los muertos se fundían en una celebración que, para nada, era lúgubre y melancólica. Es más, Samain era la noche más alegre del año.

En 1840, la fiesta se trasladó a Estados Unidos por inmigrantes irlandeses que de alguna manera, aún celebraban Samain; encendiendo fogatas, cantando y contando historias. En EEUU la fiesta fue popularizándose hasta alcanzar lo que hoy en día conocemos como Halloween.

La fiesta de Halloween es uno de los mayores negocios para los países capitalistas y las grandes empresas. En Europa, de donde es originaria, ha perdido todo su significado y cada vez más se celebra al estilo americano, donde el despliegue comercial y la publicidad engendrada en televisión es notoria. El festejo comercial de Halloween ha ganando terreno, relevando a lo material por encima de lo espiritual. De nuevo, lo inmaterial ha sido vencido.

Por fortuna, aún hoy en día, existen lugares donde se mantiene el significado profundo de la fiesta realizada por los celtas, como es el caso de Escocia, Gales, Isla de Man, Bretaña e Irlanda, donde se encienden numerosos fuegos conocidos como smhnagan.

En el nuevo siglo XXI, la globalización no solo destruye razas, si no también culturas, el pez grande devora al chico, la cultura norteamericana está aniquilando a la europea. Un gran legado que, por desgracia, ha sucumbido a los grandes almacenes.

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Rubén C. Villalobos
Director de Informe Insólito y estudiante de Geografía e Historia por la Universidad Nacional de Educación a Distancia. Destaca por su labor de investigación en los grandes entramados conspirativos. Contacto:rcallejonvillalobos@gmail.com

4 Comentarios

  1. Excelente artículo, me encanta la idea de saber que las cosas no son como las pintan y realmente hay personas que en lugar de averiguar el motivo de cada una de las culturas y festividades simplemente siguen a los demás…

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